Categoría: OBRA MUSICAL
Crítica de Solteritas
y sin estrenar
Buenos Aires, Argentina.
Temporada 2014 (Teatro Molière).
¿De qué se trata?: “Liliana Pécora y María Rosa
Frega se ponen en la piel de Tina y Mecha, las hermanas Palomeque, jubiladas
docentes, hijas sufrientes, solteronas ellas, que están acompañando las últimas
horas de vida de su padre. Mientras atraviesan este duro trance, sacan a la luz
todas las miserias por las que pasaron a lo largo de sus vidas por culpa de una
figura paterna por demás castradora. La relación entre las hermanas, los celos,
las envidias y el recuerdo de un amor frustrado (Roque Pasaciuffo) son los
condimentos de esta comedia musical que trata con un humor ácido y directo las
interrelaciones familiares”.
El punto fuerte de la obra: la química entre Liliana Pécora (Tina) y María Rosa Frega (Mecha, aunque Roque
diga lo contrario). “Siempre juntas”, por supuesto.
Pécora y Frega
poseen múltiples recursos para la comedia, y realizan un trabajo ejemplar en
cuanto a lo que tiene que ver con hacer propio el texto. No se limitan a decir
sino a sentir sus líneas con el cuerpo, los gestos, las pausas y la entonación
de la voz. Así, contornean dos personajes irreverentes... y no obstante
bastante cercanos, pues parte del
secreto de que nos riamos con ellas es que varias de sus actitudes o formas de
hablar o reaccionar nos recuerdan a las de otras personas que conocemos. Por
eso, junto con el trabajo de composición hubo otro de observación.
Pécora y Frega se
entienden y se complementan, de forma que su relación como hermanas es creíble.
Por eso, pueden interactuar con desparpajo y manejar un buen timing, además de
hacer la obra más dinámica. También, ocasionalmente, toman la precaución de
mirar sólo al público para transmitir algunos de sus pensamientos individuales.
¡Ay, Tatita!
La dirección del
experimentado Héctor Presa propone una abierta teatralización de la realidad.
Con esto me refiero a que el planteo se acerca muchísimo más al absurdo que al
realismo. Las protagonistas son melodramáticas e histriónicas (por momentos,
parecen caricaturas). Según lo que les toque decir, van acelerando o
disminuyendo la velocidad con la que hablan o el peso que le dan a cada palabra
con la voz y los gestos. Más allá de satirizar a muchas mujeres que se
comportan como si estuvieran en las tablas hasta para comprar pan, esto
exacerba el efecto humorístico de la pieza. Además, las apariencias juegan un
rol importante en la historia.
¡Ay, Tatita!
El divertido libro
de Héctor Presa y Alberto Drago está salpicado de humor negro, doble sentido y
recurrencia continua a algunos gags y frases. Esta repetición no es fruto de la
falta de creatividad, sino que define parte de la forma de ser de los
personajes.
Quiero destacar la
escena de “A la huella, a la huella” y aclarar que el texto está basado en la
obra “Se me murió entre los brazos”, de Drago.
¡Ay, Tatita!
Como letrista,
Presa sigue confiando en que no es necesario subrayar para hacer reír. Por eso,
deja casi al pasar frases humorísticas en sus versos, que están cantadas de la
misma forma que el resto de la canción, pero que el público decodifica
rápidamente como algo disparatado.
Julia Eva Saggini
y Gabriela Fourcade interpretan una versión joven de Tina y Mecha, en lo que
resulta ser una interesante idea de la dirección de Presa. Yo considero que su
razón de ser es reforzar la idea de unas mujeres aniñadas, a las que les cuesta
dejar atrás su pasado y, por momentos, siguen relacionándose con su padre como
si tuvieran 10 años. Probablemente, esto tenga que ver con el hecho de que
permanecen “solteritas y sin estrenar”.
Por cierto, el
vestuario de Lali Lastra, orientado al luto, repite un detalle en el álter ego
de cada mujer para que podemos identificar quién es la versión joven de quién.
¡Ay, Tatita!
El punto es que
Saggini y Fourcade son las únicas que cantan en la obra, y lo hacen con
dulzura. Se mueven un poco encorvadas, haciendo énfasis en la idea de que son
el espíritu joven que está atrapado en el cuerpo de las protagonistas. Mecha
Fernández montó una coreografía con momentos de comicidad, y aprovechó la
gestualidad de Pécora y Frega para traducirla a los momentos de baile. La
música de Diego Lozano también marca el pulso de lo tragicómico, y prolonga la
complementariedad entre las dos mujeres que se ve en el texto (véase, por
ejemplo, que hablan por teléfono de la misma forma que cantan por teléfono).
¡Ay, Tatita!
Completa el elenco
Claudio Provenzano, en el doble papel del padre de Tina y Mecha y el de Roque,
un italiano al que estas dos “le arrastraban el ala” en su juventud. Presa, con
dos marcaciones distintas, resolvió muy bien la transición entre ambos.
Provenzano logra integrarse
al estilo que manejan Pécora y Frega.
¡Ay, Tatita!
Así que dejá de
pelear con tu hermana e invitala a ver “Solteritas y sin estrenar”-
En resumen: Héctor Presa y
Alberto Drago manejan el humor negro, el doble sentido y la repetición con
soltura en una comedia cuyo peso recae en la química entre dos actrices con
múltiples recursos para el género: Liliana Pécora y María Rosa Frega.
Más información:
Dirección: Héctor
Presa
Asistente de
dirección: Angie Otero
Producción: Juan
Iacoponi y Héctor Presa
Mecha
cantante: Julia Eva Saggini
Tina cantante: Gabriela Fourcade
Prensa: Walter
Duche – Alejandro Zarate
Teatro: Molière Teatro Concert (Balcarce 682). Reservas:
4343-0777
www.moliere-cafe.com
/ teatro@moliere-cafe.com
Funciones: sábado
20:30 hs.
Duración: 1 hora y
5 minutos
Precio de las
entradas: $160
Promoción: 2x1 con
Club La Nación
Anoche fui a ver la obra. Me gusto mucho.
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