Categoría: OBRA MUSICAL
Crítica de Santa María,
Ópera Rock
Buenos Aires, Argentina.
Temporada 2014 (Centro Cultural Sábato).
Nivel: 6.5 /8
(Se completó el grupo. Ya podés votar en la
comparación Nº2, que aparece bien arriba en la franja de la derecha. Más
detalles al final de esta crítica)
¿De qué se trata?: El tiempo transcurre desde
el año 1942 al 2014, Ciudad de Santa María. Las fuerzas policiales están bajo
el mando de un dictador. Un grupo de jóvenes, guiados por El Idealista, se alza
en busca de la libertad. La música es la que cuenta la historia, mientras el
protagonista se enfrenta a su destino, a través del tiempo, la muerte, el amor,
el poder, los ideales y lo más bajo de los seres humanos.
El punto fuerte de la obra: la puesta de Natalia Tamara Rosa (dirección)
y Alejandra Farias (asistente de
dirección).
Para empezar, me
parece pertinente definir qué es una rock
opera u ópera rock, para aquellos que no estén familiarizados con el
término. Además, porque este no remite a un significado unívoco. Voy a dar una
aproximación muy breve, para no apartar el foco de la obra que nos ocupa. En
líneas generales, distingo dos tipos de ópera rock, y los voy a presentar a
través de pioneros y casos emblemáticos:
1) La ópera rock
de Andrew Lloyd Webber.
Ejemplo: Jesucristo Superstar / Jesus Christ Superstar. Si bien comenzó
siendo un disco con letras de Tim Rice y música de Lloyd Webber, su objetivo
siempre fue llegar a las tablas (el
referido paso previo servía para tantear la aceptación del público, que fue
extraordinaria). En ese álbum de 1970, la historia de la última semana de Jesús
se relataba exclusivamente a través de canciones (rockeras, por supuesto). Cada
cantante contratado interpretaba a uno de los personajes, y dialogaba con los
demás, como en un musical o una ópera. En 1971, se estrenó su versión teatral
en Broadway. El dúo británico repetiría la mecánica de lanzar primero el álbum
conceptual y después estrenar la obra con Evita.
2) La ópera rock
de The Who.
Ejemplo: Tommy. Hubo casos de óperas rock
anteriores, pero ninguno con tanta repercusión como esta. Compuesta por el
guitarrista Pete Townshend y sus compañeros de la banda inglesa The Who, Tommy fue lanzada como disco en 1969.
[Conste que tanto en este caso como en el anterior, cuando digo disco, en
realidad me refiero a discos, porque sabemos que el vinilo no albergaba tanta
información.] Tommy contaba la
historia de un chico que quedaba ciego, sordo y mudo, a través de canciones que
interpretaba The Who. Esta es la principal diferencia con la categoría
anterior: era la banda la que llevaba adelante toda la historia, en vez de
tener una voz para cada personaje (como sí se hizo cuando Tommy llegó a Broadway o durante gran parte de la bizarrísima
película que se estrenó en 1975). Al escuchar Tommy, no comprendemos del todo la historia, a diferencia de Jesucristo Superstar (de característica
más dialógica y esencia de obra musical). Se juega mucho más con lo metafórico
y la transición entre las canciones deja cabos sueltos. En la película, esto se
aclara gracias a la imagen y algunas modificaciones.
Esta segunda línea
es la que sigue Santa María, y es, desde
el vamos, muy novedosa para la cartelera porteña (es muy probable que no se
haya visto nada que se le parezca). Si solo escucháramos el CD de la obra, no
entenderíamos del todo el relato. Esto se debe a que las letras de Sergio Cohen
Salama y Gastón Grinszpun indagan en aspectos más abstractos (sobre todo, la
lucha por un ideal y la opresión). Para todo lo demás está el libro de Cohen
Salama, con un fuerte apoyo en acciones sin diálogos ejecutadas mientras suenan
las canciones (de cualquier manera, la trama es simple). La música, también compuesta
por los letritas, tiene el necesario estruendo y nos adentra en un universo de
violencia. Es interesante ver cómo esto cambia durante el segundo acto, donde
ya no nos encontramos en Santa María. A su vez, se nos exhibe un ejemplo de
algo que sucede en Tommy: es un
personaje el que habla pero es la banda la que canta. Los tres músicos en vivo
(Cohen Salama, Grinszpun y Emilio Diéguez) conforman el grupo Muro Negro y son
ellos quienes, desde el carril musical, van siguiendo y narrando la historia (a
diferencia de las óperas rock de Lloyd Webber, los personajes no cantan). Todo
suena con potencia gracias a la dirección musical de Grinszpun.
Sin lugar a dudas,
si hay algo que se destaca en Santa María
es la puesta de Natalia Tamara Rosa, con asistencia de dirección de Alejandra
Frías. Desde el inicio mismo a la sala, el espectador se encuentra involucrado
en el mundo de la obra, a través de ciertas sorpresas que no convendría
revelar. Esto hace que Santa María
sea toda una experiencia (como siempre digo, los espectadores demasiado
conservadores no quedarán del todo satisfechos). Es muy valioso poder
experimentar parte de la represión que viven los protagonistas, y uno llega a
odiar a los oficiales Julián Cortina y Tomás Grinszpun. A su vez, el manejo de
la atmósfera dramática tiene momentos óptimos y muy cinematográficos. Como
ejemplo basta la entrada de cierto personaje en el cabaret “El Danubio Azul”.
Además, se llevó al límite el tratamiento de la crudeza y la violencia,
logrando imágenes con estética de novela gráfica sangrienta o de policial. Yo
diría que nos encontramos frente a una puesta casi expresionista, con un elenco
que posee una notable energía, encabezado por Facundo Rodríguez Sabia.
En cuanto al aprovechamiento
integral del espacio, nada está librado al azar. Hay una diagramación
detallista de cada una de las escenas, siempre buscando realzar el impacto
sensorial. Incluso, cabe lugar para una coreografía cabaretera (de Valentina
Duschatzky) o cuadros de acrobacia en tela (a cargo de Eliana Mara Cirnigliaro).
Nuevamente, no es aconsejable entrar en detalles para no arruinar el factor de
lo inesperado. Asimismo, la iluminación de Micaela Franzel realza el dinamismo
del relato.
Me sorprendió la
dedicación puesta en el vestuario (Alejandra Farias) y la escenografía, junto
con la elección clave de algunas piezas de utilería. Estos factores consolidan
la estética oscura de la obra y enriquecen tanto la caracterización de los
personajes como la pintura de cada ambiente. Por nombrar algunos elementos, me
gustó el criterio usado para los cuadros que pinta el protagonista y el uso de
la taza y el plato de comida.
Una mención aparte
merece el excelente video de Javier Pérez. Últimamente, es una práctica
bastante extendida usar apoyo fílmico en el teatro. No obstante, no siempre se
usa a consciencia. No es el caso de Pérez, que nos brinda muy buenas tomas y un
expresivo criterio de edición. Sobre todo, durante el primer acto, en el que se
proyectan imágenes en blanco y negro.
Por lo tanto, ya
están advertidos los valientes. Tienen cuatro oportunidades más para agarrar su
pasaporte, esconder sus armas y dirigirse a Santa María. [Conviene que también
hagan la prueba los jurados de los Premios Hugo.]
Más información:
Dirección: Natalia Tamara
Rosa
Dirección musical: Gastón
Grinszpun
Asistente de dirección: Alejandra
Farias
Funciones: sábados de octubre
a las 22 hs.
Teatro: Centro Cultural
Sábato (Uriburu 763, Recoleta). Teléfono: 4374-4448
Precio de la entrada general:
$80.
Anticipadas: $60, en
boletería de la sala (lunes a viernes 17 a 20hs)
Promoción: 2 x $130. Escribir
a santamariarock@gmail.com (cupo limitado)
Reservas e información:
santamariarock@gmail.com
Sitio web: http://www.facebook.com/santamariaoperarock
Facebook de Muro Negro: www.facebook.com/muronegrorock
Músicos: Sergio Cohen Salama (voz, guitarras y bajo), Gastón Grinszpun (voz, teclados, bajo y saxo alto), Emilio Diéguez (batería y coros)
Elenco: Facundo Rodríguez
Sabia, Ignacio Cohen, Eliana Mara Cirnigliaro, Augusto Pablo Prieto, Julián
Cortina, Tomás Grinszpun, Liliana Cobe, Carlos Larrañaga, Valentina Duschatzky,
Sofía Martin, Alejandra Farias, Jonatan Acuña, Alejandro Sánchez Castillo,
Romina Vallejos y Tute Vissani
Coreografía de “El Cabaret”:
Valentina Duschatzky
Fotografía y diseño gráfico:
Pedro Ezequiel Cuello
DETALLES SOBRE LA
COMPARACIÓN N º2:
Se compararán las obras: Juegos de fábrica, Ayres
de cabaret y Santa María
Como ya había anticipado al implementar el nuevo
sistema, cada vez que 3 obras llegaran al mismo nivel las iba a comparar para
decidir cuáles 2 van a figurar en el ranking que se va a ir armando de a poco.
Yo voy a elegir la primera y la segunda surgirá de la encuesta que pueden ver
bien arriba en la barra de la derecha (si están en la versión móvil, es
probable que no puedan visualizarla, pero pueden dejar su voto en forma de
comentario en cualquier entrada o enviando un mail). La votación terminará el
domingo 5 de octubre, y se puede seleccionar más de una obra. Si prefieren usar
Twitter para votar, pueden mencionar @ECdeMusicales así veo su elección. Si
nadie vota, 1 sola obra aparecerá en el ranking.
¿Cuál es el objetivo didáctico de esto?: Enriquecer
la visión que podemos tener de cada obra en comparación con otras, descubriendo
virtudes y flaquezas.
¿Cuál
es el otro objetivo de esto?: Ponerle un poco de competitividad a la cuestión.
Muchas gracias,
El
Espectador Crítico
de Musicales
espectadorcriticodemusicales@gmail.com
espectadorcriticodemusicales@gmail.com
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