Categoría: UNIPERSONAL
MUSICAL
Crítica de Simple,
las canciones que negué amar
Buenos Aires,
Argentina.
Temporada 2016 (Teatro
La Comedia).
La cultura estadounidense acuña el término guilty pleasure para hacer referencia al placer acompañado de culpa
que brota al exponerse a determinadas series, películas o canciones. Así, hay
personas que emplean la frase para catalogar aquel entretenimiento poco
pretencioso que les da vergüenza disfrutar, y agregan “Es muy malo, pero me
gusta”. Simple, las canciones que negué
amar parte de esa misma sensación, y no es casual que Francisco Pesqueira
(autor, director e intérprete) afirme que la obra está dedicada a todas las
personas que alguna vez han sido discriminadas: las canciones que eligió para
su unipersonal también lo fueron.
Cuando el espectáculo comienza, algunos miembros del público pasan
a seleccionar al azar cuáles serán los artistas que formarán parte del
repertorio de esa noche. Todos ellos tuvieron amplia repercusión en países
hispanoparlantes en las décadas de los 60, 70 u 80, y provienen en su mayoría
de España e Italia. Entre las opciones se encuentran, por ejemplo, Paloma San
Basilio, Camilo Sesto, Salvatore Adamo, Cigliola Cinquetti y Demis Roussos.
Entonces, con un simple gesto, los espectadores terminarán “rescatando” ocho
canciones (una por cada intérprete), entre esas que tantas veces fueron negadas
o tildadas con calificativos poco alentadores.
A partir de esa selección, Pesqueira va contando algunos datos
sobre la vida del artista en cuestión y explica cómo tomó contacto con su
producción musical. Par esto, relata una anécdota sobre su infancia o juventud
en Córdoba. En estas historias, la música siempre llega a su vida por la
intervención de otra persona, dado que él reafirma constantemente que no
escuchaba a ninguno de estos cantantes (una vez más, los niega). Para terminar
cada segmento, Pesqueira interpreta una canción del músico elegido, pero sucede
algo particular: la letra y la melodía se ven impregnadas por la situación
narrada anteriormente. La música se va transformando en un vehículo para
revivir situaciones y sentimientos, y las canciones son redimidas. Cuando su
vecina tenía el corazón roto, ¿acaso Pesqueira tenía otra forma tan efectiva de
reanimarla como ponerse en la piel de Rafaella Carrá? Tal vez sí, pero la obra
invita a valorar el momento especial que generan las canciones, y sugiere que
ese debería ser el único parámetro para evaluarlas.
Pesqueira se muestra muy cómodo en todo momento e incluso
interactúa con el público. Sabe narrar con naturalidad y combinar registros,
tanto en la actuación como en el canto: algunos pasajes son decididamente
cómicos y otros denotan sensibilidad, pero siempre están atravesados por la
cuota de nostalgia que arrastran los recuerdos. A su destreza vocal se suman
los funcionales movimientos marcados por Gustavo Bertuol. Por lo demás, el intérprete
imita con desparpajo a aquellos que llama “personajes secundarios de la vida”.
Se trata de esas personas que no influyeron de forma contundente en su propio
camino, pero le dieron un color distinto… y le agregaron canciones, claro. En
este canso, son canciones de esas que el espacio escénico, celebración de lo retro y lo kitsch, nos invita a disfrutar sin prejuicios desde que entramos en
la sala y nos encontramos con Pesqueira obnubilado frente a su tocadiscos.
Más información:
Funciones: lunes a las 21 hs
Teatro: La Comedia (Rodríguez Peña 1062)
- Teléfono: 4815-5665
Precio de las entradas: $200
Venta por www.plateanet.com o
en el teatro
Intérprete /
Autor / Dirección General: Francisco Pesqueira
Dirección
Musical y Pistas: Claudio Martini
Entrenamiento
Coreográfico: Gustavo Bertuol
Dirección
Actoral y Puesta en Escena: Emilio Samar
Diseño de
Luces: David Seldes
Diseño de
Sonido: Juan José Frías
Fotografía: Gabriel
Machado
Dirección de
Arte: Jorge López
Producción
Ejecutiva: Andrea Widerker
Producción
Comercial: Ricky Dieguez
Prensa:
TEHAGOLAPRENSA
Francisco
Pesqueira realizó la grabación del CD de “Simple” en Barcelona. Puede comprarse
escribiendo a simpleespectaculo@gmail.com
o al finalizar las funciones.
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