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viernes, 3 de octubre de 2014

Crítica de "22:22 Crónicas de un mundo absurdo", de Lautaro Metral

Categoría: OBRA MUSICAL

Crítica de 22:22
Crónicas de un mundo absurdo

Buenos Aires, Argentina
Temporada 2014 (El Método Kairós)

Nivel: 6.5 /8
(Faltan 2 obras para completar el grupo de 3)


El punto fuerte de la obra: la dirección de Lautaro Metral.
*Nota: Si estás en la versión para celulares del blog, puede ser que no veas correctamente el texto que está debajo.

°
La
puesta
de Metral
es eminente_
mente lúdica. En
principio, porque el
espectador que no esté
dispuesto a jugar no podrá
disfrutar de la propuesta, que
le pide que razone y saque sus
propias conclusiones a partir de
lo que ve. Esto está unido al tema
central de la obra: la magia. Sí, pa_
ra disfrutar 22:22 hay que adoptar u_
na visión desprejuiciada y volver a cre_
er en la magia; en definitiva, volver a la in_
fancia. Unos minutos antes de que finalice, u_
no se dará cuenta de la magia que tiene la pieza
en su esencia, y cómo ha estado manifestándose
sin nuestro conocimiento. Insisto: el trabajo del es_
pectador es activo, porque debe resignificar lo sucede
en escena, e ir entretejiéndolo con lo que pasó anterior_
:
mente. Por ejemplo, el libro de Metral se vale de varios ca_
sos de repeticiones. No obstante, cada repetición aporta una
nueva lectura, más información o tiene un sentido. Por supues_
to, para muchas de las cosas que se observan no hay una inter_
pretación unívoca porque estamos frente a una alegoría. En cier_
tas escenas, los imaginativos planteos traen ecos de grandes au_
tores. A Lewis Carrol, amante de la lógica desmesurada, le hubiera
gustado la ciudad más segura del mundo, y una canción interpreta_
da por Magalí Sánchez Alleno me retrotrajo al Aleph que imaginó Bor_
ges: la esfera tornasolada donde se ven todos lo puntos del mundo. Hoy,
el Aleph parece estar en poder de muchos, a partir de los nuevos disposi_
tivos y las redes sociales. Quizá por esto sea importante no perder la capa_
cidad de asombro… no dejar de creer en la magia. Otra tecla que toca el tex_
to es la del poder dentro de un grupo, y cómo la manipulación puede alcanzar
la concesión. Las cosas se pueden maquillar, y si la mona que se viste de seda
puede dejar de ser mona. Por eso, me pareció muy acertada la canción “Vende_
dores de humo” (hay ejemplos por doquier). Se intuye que la música será impor_
tante en la narración con solo ver la escenografía de Metral y Cecilia Priotto: varias
guitarras cuelgan de gran tela (que sume a los personajes en un microclima y embe_
 llece la iluminación). Las guitarras son un mecanismo de expresión. Metafóricamente,
todos las tenemos sobre nuestras cabezas, pero no siempre nos subimos a una escale_
ra y las usamos. ¿Confiamos demasiado en el azar, como sugiere uno de los personajes?


Toda el acompañamiento instrumental de la obra es ejecutada por el elenco. Hay otros instrumentos aparte de las guitarras, y la dirección musical es de Fran Ruiz Barlett, quien ya demostró sus aptitudes para la música en su CD “Algo más”. Aquí, brinda el trabajo más sobresaliente dentro de un grupo de intérpretes ideal: Magalí Sánchez Alleno, Marcelo Andino, Fran Ruiz Barlett, Vanesa Butera, Laura González, Renzo Morelli, Geraldine Farhat y Agustín Maccagno. [Cabe alterar que siempre hay dos de ellos que no están presentes en la función, porque se van alternando los papeles.] Todos se involucran en una búsqueda constante, y lo manifiestan con la expresión corporal, reflejando lo que discutíamos antes acerca de librarse de las ataduras y entregarse a la magia como un niño. Es más, durante algunas escenas, parece que asistimos a una versión para adultos de Objetos maravillosos, del gran Hugo Midón, por esa rescatable capacidad de sorprenderse con lo que nos circunda.

Por momentos, se nos brindan imágenes de incuestionable poesía. Es brillante una de las primeras escenas, con Ruiz Barlett y Sánchez Alleno, coreografiados por Cecilia Priotto. Otras decisiones interesantes tienen que ver con el sutil trabajo del director con el personaje de Nela (Laura González) y las instancias en las que todo el elenco se ve implicado en una misma acción. Se apela, además, a lo absurdo, algo que ya está enunciado en el título.

Vuelvo al tema de la magia. Si nadie cree en la magia, entonces todos creen en el artificio, en que todo se puede simular y tergiversar. La magia mantiene viva la ilusión; es apertura, porque permite considerar algo nuevo (como dije antes, alimentar nuestra capacidad de asombro). Para eso, hay que reconocerse chiquitos frente a la inmensidad de los misterios del mundo. La violencia, el odio y otros males surgen, en parte, por una carencia en este último punto. ¿Acaso no hay magia suficiente en la vida cotidiana como para ignorar nuestra pequeñez? Si embargo, no se debe confundir magia con truco. Hay gente que vive de ilusiones vanas, como un perro que se muerde la cola y no se da cuenta de los trucos.

Para finalizar, dejo un fragmento de “La lluvia y el rinoceronte” (1968), del filósofo Thomas Merton:
“… los ciudadanos obsesionados se zambullen en la lluvia cargando el peso de sus obsesiones; algo más vulnerables que antes, pero todavía apenas conscientes de las realidades externas. No ven que las calles brillan hermosamente, que ellos mismos caminan sobre agua y estrellas, que corren en el cielo para alcanzar un colectivo o un taxi, para refugiarse en alguna parte entre la presión de los hombres irritados, las caras de los anuncios y el sonido opaco e idiota de una música no identificada. Pero tienen que saber que en las afueras hay humedad. Tal vez hasta la sientan. No puedo decirlo. Sus quejas son mecánicas y desganadas.
Naturalmente, nadie puede creer las cosas que dicen de la lluvia. Todo eso implica una mentira básica: lo único real es la ciudad. Este clima, al no estar planificado ni fabricado, es una impertinencia, un quiste en el rostro del progreso. (Una cirugía menor, y todo el lío se volvería relativamente tolerable. Que las empresas hagan lluvia. Eso le daría sentido)”.


Espectador Crítico de Musicales
espectadorcriticodemusicales@gmail.com
@ECdeMusicales

Más información:
Libro, música y dirección general: Lautaro Metral
Elenco: Magalí Sánchez Alleno, Marcelo Andino, Fran Ruiz Barlett, Vanesa Butera, Laura González, Renzo Morelli, Geraldine Farhat y Agustín Maccagno
Fotografía y diseño gráfico: Fuentes2Fernandez
Prensa: Esteban Rico
Coreografía y vestuario: Cecilia Priotto
Escenografía: Lautaro Metral y Cecilia Priotto
Arreglos y dirección musical: Fran Ruiz Barlett
Producción Ejecutiva: Maxi Bartfeld
Producción general: Tríptico Producciones y Lautaro Metral

Funciones: lunes a las 20:30 hs.
Duración: 80 minutos
Teatro: El Método Kairós (El Salvador 4530, Palermo)
Reservas: 4831-9663
Precio de las entradas: $100

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