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domingo, 22 de diciembre de 2013

Crítica del concierto de Vanesa Butera, Emanuel Arias y Francisco Ruiz Barlett en la Fábrica de Juguetes de la Fundación SI

Categoría: EVENTO ESPECIAL

Crítica del concierto acústico de Vanesa Butera, con Emanuel Arias y Francisco Ruiz Barlett, en la Fábrica de Juguetes de la Fundación SI 

Calificación: 8 /10 


El miércoles pasado (18 de diciembre) visité la Fábrica de Juguetes de la Fundación SI, ubicada en el barrio de Palermo, en la C.A.B.A. Hace ya unos días que Carranza 1962 se puebla con voluntarios, que con paciencia y amor se ocupan de fabricar juguetes artesanales para chicos en situación de calle. Además, ahora, se puede ir a cocinar para la “recorrida por el frío” especial que se va a hacer durante la noche del 24 de diciembre, para acercarle comida a los sectores más vulnerables de nuestra ciudad. Allí, se repartirán los juguetes que la gente puede seguir fabricando. Esta iniciativa es excelente, y nos hace reflexionar a todos sobre la diferencia que puede hacer un poco de nuestro tiempo.
Me sorprendió la habilidad manual de muchas de las personas que vi en la fundación, compenetradas para lograr que todo salga perfecto. La fundación provee materiales para hacer los juguetes, y uno puede instalarse en distintos sectores, según lo que quiera hacer (cada una de las divisiones tiene un encargado a quien recurrir en caso de ayuda o para pedir materiales). Se pueden fabricar muñecos a partir de medias que se rellenan; coser tomando como referencia moldes para hacer, por ejemplo, un títere; adornar accesorios como cuadernos o crear otros, como imanes, y pintar juegos de mesa o inventar juguetes con madera. Por supuesto, en la fundación están abiertos a la creatividad de cada uno, y se puede hacer lo que uno crea que le salga mejor.
En mi caso, me dediqué a hacer tarjetas de Navidad para acompañar los regalos durante las horas que estuve. Sí, es más fácil que cualquiera de las otras cosas, pero igual le puse entusiasmo, y las dibujé y pinté, además de escribirles un mensaje. Dibujé decenas de renos voladores, muchos Papá Noel, estrellas fugaces, un pesebre con Jesús, José y María y varios arbolitos de Navidad (al punto de terminar con las manos manchadas con plasticola verde por mi torpeza). Me divertí mucho y me sentí útil. Por eso, quiero agradecer a la Fundación SI por apostar por una causa tan noble.

Frente a este panorama, obviamente, el análisis del concierto que dieron Vanesa Butera, Emanuel Arias y Francisco Ruiz Barlett pasa a un segundo plano, si bien fue muy lindo. Por eso, es una crítica exprés. A la iniciativa solidaria le pongo un 10, pero al concierto lo califiqué con 8 (para ser justo, en comparación con otras calificaciones que di).
Debo decir que a los tres cantantes los vi haciendo juguetes, y que se esforzaron para que quedaran bien (así como Nicolás Maiques, que me sorprendió con el patrón psicodélico que le dibujó a un tablero de Ta-Te-Ti).
En fin, le puse estrellitas verdes a los momentos más destacados del repertorio (todas son canciones propias de los artistas), y estrellitas doradas a lo mejor de lo mejor.

Repertorio:

1. “Improbable” - Vanesa Butera 
  
2. “Besos” - Emanuel Arias

3. “De tu amor” - Francisco Ruiz Barlett

4. “No digas nada” - Vanesa Butera

5. “Camino”- Emanuel Arias

6. “Gusto de vos” - Vanesa Butera

7. “Alambraré” – Emanuel Arias (con Vanesa Butera)

8. “Pero” – Vanesa Butera

9. “Aunque descubras todo” – Francisco Ruiz Barlett

10. “Tu luz” – Emanuel Arias

11. “Al Don Pirulero” – Vanesa Butera

En apenas 45 minutos, pudieron revelarse como compositores atractivos.
Cabe destacar, más allá de la buena predisposición de los artistas, un sentimiento de camaradería entre ellos. “Es como un fogón con amigos”, dijo Butera, que fue quien brindó las interpretaciones más interesantes, gracias a sus entretenidas composiciones y a su buena voz. Además, introdujo la canción con el tema más original: “Improbable” (aunque debo decir que también me gustó la letra de “De tu amor”, de Fran Ruiz Barlett). Butera interactuó constantemente con el público, bromeando sobre sus canciones, que atacan a ciertos hombres. Ruiz Barlett le siguió el juego, retrucándole algunas cosas.
Las canciones de Butera presentaron algunas frases ingeniosas, como “Te quedás a un tiempo verbal de saber”.
Otro gesto de compañerismo se vio cuando Ruiz Barlett dejó de cantar “De tu amor”, porque se dio cuenta de que el tono sería complicado para que Butera se adecuara para hacer los coros, y decidió cambiarlo.
Emanuel Arias invitó a Butera a cantar “Alambraré” con él, y participó del cambio de roles que requirió la presentación. Por ejemplo, se sentó en el cajón peruano cuando Ruiz Barlett (quien lo usó la mayor parte del tiempo) debía tocar la guitarra.
Se dio, entonces, un agradable concierto intimista, con dos guitarras y un cajón peruano, y apoyo entre los cantantes, que intervenían en las canciones de los demás a través de coros.
Me sorprendió que el sonido fuera bueno, al no ser un lugar destinado exclusivamente a conciertos. No sé quién se encargó del tema, pero lo felicito.

Al margen, quiero decir que Franscio Ruiz Barlett donará la mitad de lo recaudado con su disco (Algo Más), interpretado por cantantes de musicales, a la Fundación SI. Tiene muy buena música (link a la crítica).

PARA SABER MÁS ACERCA DE LA “FUNDACIÓN SI” Y LA FÁBRICA DE JUGUETES:

Cel. (011) 15-5410-7309
Tel. (011) 4858-0154
Dirección de la Fábrica de Juguetes: Ángel Justiniano Carranza 1962

Mail de las “recorridas por el frío”: recorridas@fundacionsi.org.ar

Crítica de "Primeras Damas del Musical, Vol. 3", de Ricky Pashkus y Pablo Gorlero

Categoría: CONCIERTO

Crítica de Primeras Damas del Musical, Vol. 3 

Buenos Aires, Argentina.
Temporada 2013 (Teatro Gran Rex).

Calificación: 9.5 /10 

 En primer lugar, tengo que decir que gran parte del suceso de Primeras Damas se debe a su impresionante orquesta. Los 18 músicos se comprometieron con el proyecto y estuvieron brillantes. Así, cada instrumento se convertía en una “Primera Dama” más.
Esta gran calidad pudo ser alcanzada gracias a la ejemplar dirección musical del omnipresente Gaby Goldman. De todas formas, lo que más me llamó la atención fueron las orquestaciones que Goldman concibió junto con Edgar Ferrer. Este trabajo sumamente artesanal tuvo un resultado perfecto durante el concierto. Las orquestaciones dotaron al acompañamiento de matices, enriquecieron las canciones y se convirtieron en un soporte enorme donde las intérpretes se apoyaron para poder elevar cada actuación.
Además de Goldman, hubo otros directores musicales de lujo, invitados para intervenir en algunas piezas: el propio Edgar Ferrer, Gerardo Gardelín (que dirigió “Un nuevo camino”), Alberto Favero (durante el medley de Eva que interpretó Karina K) y Ángel Mahler (que participó de un medley de dos de sus musicales: David, el rey y Drácula). Los últimos dos se sentaron en el piano, que fue el único acompañamiento para sus respectivos números. Me fascinó verlos tocar esas canciones que tanto conocen con tanta pasión.

Otra de las grandes contribuciones que tiene Primeras Damas es la impecable adaptación de letras al castellano de Marcelo Kotliar. Destaco lo que hizo con “Love changes everything” y “Let’s do it, let’s fall in love”, dos canciones difíciles de traducir. Sin embargo, las adaptaciones que más me gustaron fueron las de “As if we never said goodbye” y “Gimme, gimme”, junto con la de “Don’t rain on my parade”, que fue hecha por Manuel Victoria.

Me encontré con una de las sorpresas apenas abrí el programa: el repertorio elegido (para determinarlo, Gaby Goldman y cada “Primera Dama” tienen mucho que ver).
La lista de canciones planteó un interesante recorrido por lindas melodías, combinando algunas conocidas pero no tan transitadas con otras más populares y un par de hits.
Reproduzco, a continuación, el listado de temas musicales, en el orden en que se cantaron en el show. Agrego, además, una estrellita verde para los grandes momentos de la noche y una dorada para lo mejor de lo mejor. Tengo que admitir que, cuando estaba viendo por primera vez a qué canciones le ponía estrellitas, seleccioné la mitad del concierto. Pero, para que no sea confuso, decidí restringir un poco las opciones. Sin embargo, soy consciente de que quedaron afuera muy buenos momentos, dado que todo el espectáculo tuvo un nivel altísimo. Por esto, no creo que quienes no recibieron estrellita hayan hecho algo mal. Por supuesto, influyó la elección de las canciones, si bien dejé afuera algunas que me gustan mucho (así como intérpretes que están entre mis favoritas). Son pocas las canciones que pasaron sin pena ni gloria.

Repertorio:
1. Obertura

2. “Palabras, palabras” (“Parole, parole”), de Mina... che cosa sei?Laura Oliva
3. “Sólo puedo pensar en vos” (“I only have eyes for you”), de Calle 42 – Déborah Turza
4. “Él es cruel” (“He’s not good”), de The LifeLaura Conforte
5. “Buenos tiempos” (“Hey there, good times!”), de Yo quiero a mi mujerAna Acosta
6. “El amor cambia” (“Love changes everything”), de Aspects of LoveLuna Pérez Lening
7. “Qué fácil será” (“Easy as life”), de AídaLaura Silva
8. “Vamos” (“Let’s do it, let’s fall in love”), de Paris y Wake Up and DreamMelania Lenoir
9. “Alguien por fin” (“Someone like you”), de Jekyll & HydeMarisol Otero
10. “Es como si jamás hubiera dicho adiós” (“As if we never said goodbye”), de Sunset BoulevardAlejandra Perlusky
11. “Quiero eso llamado amor” (“Gimme, gimme”), de Thoroughly Modern MillieNatalia Cociuffo
12. “Nadie va a arruinar mi festival” (“Don’t rain on my parade”), de Funny Girl Florencia Otero

13. “Canción de Mijal”, de David, el reyAlejandra Perlusky
14. “¿Tus sueños dónde han ido?”, de DráculaMarisol Otero
15. “Madre tan sólo una vez”, de DráculaLaura Silva

16. “De-Lovely”, de Vale Todo (Anything Goes) – Claribel Medina
17. “La historia de otra vida” (“Someone else’s story”), de ChessNatalie Pérez
18. “Un nuevo camino” (“Pulled”), de Los Locos AddamsLaura Esquivel

19. “Soy lo que soy”, de La jaula de las locas (La cage aux folles) – Julia Calvo

20. “La llegada a Buenos Aires”, de EvaKarina K
21. “No me pegue, señora, no me pegue”, de EvaKarina K
22. “Si yo fuera como ellas”, de EvaKarina K

23. “El pasto es más verde siempre en otro jardín” (“The grass is always greener”), de La mujer del añoClaribel Medina y Laura Oliva
24. “Urbanidad”, de ChicagoAlejandra Perlusky, Melania Lenoir y Julia Calvo
25. “Canción de la Commére”, de Houdini – María Concepción César

26. “Fuimos”, de Manzi, la vida en orsaiJulia Calvo
27. “¿Por qué si brilla el sol yo tengo frío?”, de Frankenstein, el musical de un alma perdida Florencia Otero
28. “¿Quién eres tú?”/“Alicia en realidad”, de Alicia en FrikilandLuna Pérez Pening
29. “Cuatro paredes”, de El hijo del fin del mundoKarina K
30. “Dime”, de Camila, nuestra historia de amorNatalie Pérez
31. “A vos, ciudad”, de Aquí no podemos hacerloAna Acosta

32. “Aceptame o dejame” (“Take me or leave me”), de RENT – Laura Conforte y Déborah Turza
33. “Déjenme triunfar” (“Let me be your star”), de la serie SmashFlorencia Otero, Laura Esquivel, Luna Pérez Lening y Natalie Pérez
34. “Io vivro senza te”, de Mina… che cosa sei?Elena Roger

35. “Primeras Damas” – Todas

Para mí, lo mejor de la noche fue el medley de Eva que interpretó Karina K, una artista integral enorme que transmite mucho y tiene un gran talento para manejar su voz. Con la intensidad de su interpretación, hizo emocionar a un gran porcentaje del teatro, que la ovacionó y aplaudió de pie. En mi fila, un desubicado gritó “¡Que vuela Nacha!”. Me parece una falta de respeto a alguien que puso todo en escena, y que hizo una versión dignísima de las canciones, acompañada por Favero, quien compuso esas fantásticas melodías. A lo que me refiero es que tanto la versión de Karina K como la de Nacha Guevara son más que respetables (sólo que Nacha no quiere estar en Primeras Damas por problemas de cartel, y Karina K sigue firme año tras año).
Considero que el otro mejor momento del show (la medalla de plata, podría decirse) fue cuando el dúo Conforte-Turza rememoró “Aceptame o dejame”, de RENT, una canción magistral, no sólo por su melodía, sino por cómo hace dialogar seriamente (o enfrentarse) a los dos personajes femeninos que la interpretan, y poner las cosas en claro. Las voces se acoplaron muy bien, y la canción tuvo toda la potencia necesaria. Conforte y Turza demostraron tener química (aún para pelearse en escena). Además, sus solos (después de la obertura) pusieron de manifiesto su talento interpretativo y su técnica, con dos baladas fabulosas, llenas de sentimiento. Si no se hubieran superado luego, les hubiera puesto estrellitas sin dudarlo a ambas canciones.

Por otro lado, quiero destacar la interpretación que Luna Pérez Lening hizo de “El amor cambia”. Originariamente compuesta para un hombre, esta pieza de Andrew Lloyd Webber ha sido cantada por grandes artistas. Es por esto que es un mérito mayor que Pérez Lening (nueva en el ciclo Primeras Damas y, junto con Laura Esquivel, la más joven) se haya animado a interpretarla, y que su versión no haya pasado desapercibida. Sostuvo mi atención todo el tiempo, y salió airosa cuando tuvo que enfrentar las notas altas que acercan la canción a lo lírico.
Con respecto a Laura Esquivel, fue otra grata incorporación. Aunque me hubiera gustado que cantara algo nuevo para su solo, “Un nuevo camino” es un número que le queda sensacionalmente bien. Como ya había comentado, junto con Dolores Ocampo, Esquivel era uno de los pilares de Los Locos Addams, y tenía el mejor momento musical de la obra, gracias a su dominio escénico y energía.
Otra que debutó en Primeras Damas fue la genial Laura Silva, que conmovió otra vez con “Madre tan sólo una vez”, además de una nueva canción (con un gran final).

Alejandra Perlusky pudo encarnar convincentemente a un personaje que es un ícono del musical: Norma Desmond. Natalia Cociuffo cantó con gracia el “11’ o clock number” (como dicen en Boradway a estos grandes números pegadizos) de la divertida Thoroughly Modern Millie. Florencia Otero recordó con simpatía un clásico de Funny Girl, popularizado nada más y nada menos que por Barbra Streisand. Estuvo a la altura de las exigencias de la partitura sobre el final.

Elena Roger mostró intacta su arrolladora presencia escénica. Marisol Otero fue tan efectiva como siempre, y se destacó con “Mis sueños dónde han ido”. Melania Lenoir entretuvo con un número dinámico (con una canción de Cole Porter que me encanta), y pudo cantar sin trabas, pese a los desplazamientos.

Julia Calvo fue una vez más reconocida como una actriz que puede cantar, y con su número de Manzi (recordando a la recientemente fallecida Nelly Omar) dejó en claro por qué ganó varios premios por ese papel. María Concepción César, una leyenda del teatro, recibió una respuesta favorable del público, y se mostró contenta por estar en escena. Cantó con fluidez.

Ana Acosta aportó una cuota de comicidad y bailó. Natalie Pérez pudo explorar un musical como Chess, distinto de lo que venía haciendo. Claribel Medina impostó la voz al cantar para buscar un mejor resultado, y buscó al público como cómplice.
Me hubiera gustado que la canción “Primeras Damas” se cantara entera, para escuchar todas las voces juntas por más tiempo.

Laura Oliva interpretó dos canciones, pero poniendo más acento en el humor que en trabajo vocal.
Como conductora, tiene oficio para sortear alguna equivocación, si bien quiero aclarar que “medley” se pronuncia “medli”, y no “midlei”. Es un error común, pero quería señalarlo, porque Oliva lo pronunció bien la primera vez, pero después optó por la pronunciación equivocada.
Luciano Cáceres (nuevo en la conducción del evento) sostuvo un papel de baboso durante todo el espectáculo, pero se mostró interesado en lo que sucedía.

El coro, dirigido por Santiago Otero Ramos, tuvo bastante menos personas que en las ediciones anteriores, pero no hizo falta más (eran 5 hombres y 5 mujeres). Me gusta que su papel no sea demasiado invasivo, y sus intervenciones reavivaron algunos tramos.
También fue correctamente dosificado el trabajo del experimentado cuerpo de baile (Milagros Michael, Daniela Pantano, Florencia Viterbo, Augusto Fraga y Pedro Velásquez), dirigido con elegancia por el coreógrafo Alejandro Ibarra.

Hablando de sutilezas, gracias a la labor de Ana Sans (encargada de la puesta en escena), esta entrega de Primeras Damas resultó ser la más prolija hasta la fecha. Además, las artistas tenían la posibilidad de transitar por una pasarela y una escalera, de manera que la puesta se pudo desestructurar un poco.
El diseño de luces de Tito Romero aseguró que las transiciones fueran armónicas, y se ajustó a la perfección a las flores blancas que se había ubicado para la puesta.
Entonces, una conjunción de diversos factores (la puesta, el coro, la coreografía y la iluminación), junto con la elección del repertorio, evitó que el show cayera en la monotonía y superara a la edición del año pasado.

Es muy difícil coordinar el sonido de tantos instrumentos y voces, pero Osvaldo Mahler se las arregló para que pudiéramos disfrutar del espectáculo sin inconvenientes.
Los peinados y el maquillaje estuvieron a cargo de Fabián Sigona y Pao Dessaner, respectivamente. Junto con el asesoramiento de vestuario de Pablo Battaglia, lograron salir un poco de los parámetros convencionales y darle un toque especial a la noche.
Ricky Pashkus y Pablo Gorlero, los directores generales, fueron quienes se ocuparon de ensamblar todas las piezas de este concierto.

En resumen: Imponente edición de Primeras Damas del Musical, que superó ampliamente a su predecesora. Perfecto trabajo de Gaby Goldman y Edgar Ferrer para las orquestaciones, que permitieron el lucimiento de la espectacular orquesta. El repertorio fue excelentemente elegido. Ana Sans, Alejandro Ibarra y Santiago Otero Ramos trabajaron desde la sutileza para amenizar el show.
Los mejores momentos: el medley de Eva, por Karina K, y “Aceptame o dejame”, por Laura Conforte y Déborah Turza.

Más información:
Idea y dirección general: Ricky Pashkus y Pablo Gorlero.
Dirección musical: Gaby Goldman.
Teatro: Gran Rex (Av. Corrientes 857).
Duración: 2 horas y 25 minutos. (Hubo 19 minutos de demora por un corte en la Av. 9 de julio).
Fecha de la función: 19 de diciembre de 2013.
Precio de las entradas: desde $120 a $380.

viernes, 13 de diciembre de 2013

Crítica de "El Loco de Asís", de Manuel González Gil y Martín Bianchedi

Categoría: OBRA MUSICAL

Crítica de El Loco de Asís

Buenos Aires, Argentina.
Temporada 2013 (Teatro Margarita Xirgu – Espacio UNTREF) - 2014 (Teatro El Cubo).

Calificación: 7 /10 

2014
ATENCIÓN: AHORA EN EL TEATRO EL CUBO (PASAJE ZELAYA 3053)
LUNES A LAS 21 HS.
PRECIO DE LAS ENTRADAS: $80 y $140
PROMOCIONES: 2x1 con Club La Nación (tuentrada.com o boletería) y 2x1 con Clarín 365, Club Socios Personal y CuponStar (sólo en boletería)
CuponStar: enviá un sms con la palabra CUBO al 70709; vas a recibir otro sms, que tenés que presentar en boletería

www.atrapalo.com.ar/entradas/el-loco-de-asis-el-musical_e91300/
www.tuentrada.com


El punto fuerte de la obra: la calidad vocal de los intérpretes.
Debo confesar que, si esta fuera una obra nueva, hubiera elegido las teatrales y bellas melodías que compuso Martín Bianchedi, hace 30 años (si bien, para esta versión, una se agregó y otra se cambió). Estoy convencido de que la razón más importante por la que este musical conmueve es por el uso que hace de la música, y es por medio de ella que transmite el mensaje de Francisco. Además, la música incidental que Bianchedi compuso para acompañar las escenas de texto las refuerza y le da cohesión a toda la obra.
Pero cabe destacar que una de las sorpresas de esta versión son las voces del elenco, que ayudan a que la fuerza emotiva de la partitura pueda ser plasmada.
En primer lugar, porque cantan con solvencia mientras bailan, a pesar de que las coreografías de Rubén Cuello (con Carolina Pujal como coreógrafa repositora) demandan energía. Es cierto, no todos los miembros del elenco hacen esto con tanta habilidad, pero noté que muchos manejan muy bien el aire, a pesar de que lo que deben cantar no es muy sencillo.
En segundo lugar, porque para montar El Loco de Asís se necesita de un ajustado trabajo coral (los arreglos son de Eugenio Perpetua). En este caso, los coros suenan impecables, y suman mucho la hora de transmitir la fraternidad que pregonaba San Francisco. Si bien el sonido de la sala no es perfectamente nítido, se realizó un gran trabajo para permitir que todo sea perfectamente escuchado, y que se puedan lucir las distintas líneas melódicas contrapuestas, junto con las pistas con la música de Bianchedi (y los espectaculares arreglos del maestro Gerardo Gardelín).
También, hay momentos con solos destacados (gracias, nuevamente, a que Bianchedi pone vocalmente a prueba a algunos de los artistas), si bien son breves.
Todo el elenco funciona en forma integrada, y se distingue a un solo protagonista: Francisco. Más allá de que algunos tengan roles pequeños, la mayor parte del tiempo forman parte de un conjunto: el de los seguidores del santo, o franciscanos.
Así lo dispuso el libro de Manuel González Gil, que decidió no presentar una biografía de Francisco. Puede que los nerds religiosos (entre los que me incluyo) se queden con ganas de ver escenas clave de su vida si piensan en la obra como un relato convencional. Por eso, hay que considerarla como el musical conceptual que es, que trata de transmitir un concepto: la prédica de Francisco, su mensaje de amor y hermandad. Por ejemplo, se recalca su llamado austeridad y el escándalo que ocasionó en la sociedad de su tiempo (incluso dentro de la Iglesia). Lo tildaban de ocioso y lo consideraban un loco… y lo era, porque se jugó a vivir por un ideal con una entrega admirable.

Hace poco, hojeé un libro que Hermann Hesse escribió sobre San Francisco de Asís. Allí, decía que San Francisco vivió cotidianamente lo que predicaba, porque actuaba con absoluta coherencia con respecto a sus palabras. Esto me recordó a lo que está haciendo actualmente nuestro Papa Francisco, y también noté que esa es la conclusión que yo había sacado de El Loco de Asís. Me parece que González Gil quiso contar eso: la historia de un hombre que no traicionaba sus principios, y se animaba a llevar su mensaje a los demás, pese a las dificultades, porque sabía que todos estaban llamados a vivir felices. Se enamoró profundamente de Dios, y por eso se dice que fue el santo que vivió en forma más parecida a Jesús. Se apropió de las enseñanzas del Evangelio, y cultivó el amor al prójimo. Como diría el Papa Francisco, “hizo lío”; no se quedó en su posición acomodada, sino que salió al encuentro de los demás, y vivió en forma desprendida, siendo un modelo para muchas personas.
El multifacético Francisco Ruiz Barlett demuestra comprender ese espíritu, y brinda una destacada actuación como Francisco, con todo el compromiso emocional que requiere. Transmite su exaltación, sus ganas de cambiar al mundo, al actuar, cantar y bailar. Además, se muestra como un instrumento humilde de Dios.

El libro de González Gil, entonces, se concentra en los ideales de Francisco, y va directo a ese punto, sin desviarse. Por esto, la obra puede parecer un poco repetitiva, pero refuerza un mismo mensaje. A mí, me resultó un poco corta.
Los parlamentos no son particularmente elaborados, y se le da más importancia a las canciones, donde las letras de González Gil expanden el concepto. Me gustó la inclusión de la grandiosa oración “Hazme un instrumento de tu paz” y de palabras de San Francisco.

Se refleja, también, la vitalidad; la idea de una Iglesia viva y activa, gracias al entusiasmo de sus fieles. Se presenta la vida de los franciscanos como una constante celebración (sobre todo, durante la canción “Ven al baile del mundo”). La música tiene elementos de rock, y las coreografías son festivas.
La escena “Dios vendrá esta noche” me pareció la más emocionante.
Hay que decir que el clima varía por momentos, y que la música de Bianchedi acompaña estos cambios. Por ejemplo, cuando hay una alabanza más personal a Dios, o durante la canción “Apocalipsis”.

Como director, González Gil supo manejar el espacio, para que el relato no sea monótono. Una buena idea fue la forma en la que encaró la escena de los represores. Otra, la del citado cuadro “Dios vendrá esta noche”.
La escenografía de Jorge Ferrari es sencillísima, pero la posibilidad de trabajar en planos elevados ayuda al director.
El vestuario de Anahí Core y Sofía González Gil (que reemplazó al del cotizado Pablo Battaglia) es también muy simple, pero no se necesita más. Hay un dejo de contemporaneidad en la vestimenta, que podría sugerir que, hoy en día, también se puede vivir con el amor como principio. El hecho de que la puesta sea tan despojada va en sintonía con el concepto de austeridad.
La iluminación de Gonzalo Córdova es adecuada y aprovecha los recursos de la sala, aunque no cumple una función demasiado esencial.

Compré el CD en el teatro, a un buen precio: $40. En él, se puede apreciar mejor el trabajo coral y los arreglos de Gardelín, gracias a una prolija mezcla de sonido. Dura unos 48 minutos.

En resumen: Una obra que conmueve con su música, a partir de la cual se transmite el mensaje de amor de San Francisco. Es brillante el trabajo vocal del elenco, potenciado por los arreglos corales, que dan idea de fraternidad. Las coreografías son enérgicas y crean un clima festivo. Francisco Ruiz Barlett se sigue consolidando y se luce en el protagónico.

Más información (2013):
Dirección: Manuel González Gil.
Elenco: Francisco Ruiz Barlett, Anahí Core, Sergio Paglini, Elis García, Ana de Vicentiis, Antonela Fucci, Francisco González Gil, José García Alcázar, Ezequiel Fernanz, Julián Sierra, Iän Casas Paoloni, Matías Prieto Peccia, Anabella Simonetti, Alexia Martinovich y Melisa Fucci.
Teatro: Margarita Xirgu – Espacio UNTREF (Chacabuco 875). un paréntesis: quedó muy bien remodelado.
Duración: 1 hora y 20 minutos.
Precio de las entradas: $70, $90 y $120.
Recibió la distinción de interés cultural y social.

Fotos: https://www.facebook.com/locoDeAsis.El.Musical

Podés consultar también la crítica del genial CD de Fran Ruiz Barlett: "(Algo Más)", interpretado por cantantes de musicales.

Aclaración: El Loco de Asís no está actualmente en cartel (finalizó sus funciones el sábado 7 de diciembre). Todavía no está confirmado su regreso en 2014, pero ojalá que se pueda concretar.
En principio, esta nueva puesta tenía como destino una gira por muchos puntos del país. Cuando esta fue cancelada (en medio de su realización), el elenco decidió continuar con la obra, en una cooperativa. Para esto, recaudaron fondos a través de la página web Panal de Ideas. Quiero destacar su entusiasmo por el proyecto.

Señor, haz de mi un instrumento de tu paz.
Que allá donde hay odio, yo ponga el amor.
Que allá donde hay ofensa, yo ponga el perdón.
Que allá donde hay discordia, yo ponga la unión.
Que allá donde hay error, yo ponga la verdad.
Que allá donde hay duda, yo ponga la Fe.
Que allá donde desesperación, yo ponga la esperanza.
Que allá donde hay tinieblas, yo ponga la luz.
Que allá donde hay tristeza, yo ponga la alegría.

Oh Señor, que yo no busque tanto ser consolado, como consolar,
ser comprendido, como comprender,
ser amado, como amar.

Porque es dándose como se recibe,
es olvidándose de sí mismo como uno se encuentra a sí mismo,
es perdonando, como se es perdonado,
es muriendo como se resucita a la vida eterna.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Crítica de "El hijo del fin del mundo... el origen", de Lautaro Metral

Categoría: OBRA MUSICAL

Crítica de El hijo del fin del mundo… el origen

Buenos Aires, Argentina.
Temporada 2013 (Teatro El Ópalo).

Calificación: 6.5 /10 


¿De qué se trata?: Una fábula musical que transcurre en un mundo post-apocalíptico y en crisis. Un grupo de pintorescos personajes viaja en una caravana flotante, buscando dónde instalarse. En eso, se les une un nuevo integrante: un actor fugitivo.

El punto fuerte de la obra: la actuación de Renzo Morelli como el “Loco”.
Aunque tiene a cargo un rol secundario, Morelli puede destacarse gracias a que sabe interpretar la extravagancia de su personaje y se apropia de ella durante toda la obra. Su mirada y el movimiento de su mano se vuelven partes indispensables de su composición. Además, es el integrante del elenco que demuestra tener mayor proyección vocal, tanto al cantar como al hablar.

El elenco (Lionel Arostegui, Leandro Bassano, Marta Mediavilla y Renzo Morelli) funciona como un equipo, y todos comparten el mismo entusiasmo por la obra. Bassano es quien lleva adelante la mayor parte de la acción, y lo hace con convicción.

Por otra parte, el texto de Lautaro Metral es delirante. La obra se promociona como una fábula musical, pero yo diría que, además, es un musical surrealista. Ciertamente, el ambiente es onírico y, por lo menos a mí, me pareció que se exploraba el inconsciente (aunque, por supuesto, el contenido de semejante locura está sujeto a múltiples interpretaciones). Como ya he dicho en otro caso, lo de locura lo digo cariñosamente.
Entonces, el espectador debe descifrar qué le está diciendo la obra, porque no todo es explícito. Esto puede desalentar (y hasta horrorizar) a los espectadores más conservadores. Reconozco que a mí me costó un poco acostumbrarme al estilo de la obra durante los primeros minutos. Metral sabe que esto puede pasar y lo blanquea, dado que el personaje de Leandro Bassano actúa como un intérprete para que el público no se confunda (aunque esto seguirá siendo relativo). No obstante, después de ese período inicial, me acostumbré y pude disfrutar del relato y de su originalidad.
Metral quiere hacernos pensar, y busca que seamos cómplices de eso. Por ejemplo, dispara reflexiones a través de paradojas o propone situaciones que, aunque están enmarcadas en un mundo de fábula y post-apocalíptico, resultan ser una crítica o una alusión a una particularidad de nuestro mundo. También, juega con las palabras y hace hablar a sus personajes en verso. Entonces, crea los códigos de su propio universo, y eso es algo interesante, aunque el espectador deberá completar la información que se provee con su imaginación.
En las letras de canciones, mantiene el espíritu alocado. Gracias a la conjunción entre la letra y la música con fines humorísticos, logra una consumar gran escena, donde el personaje de Leandro Bassano se une a la caravana, y debe conseguir un pasaporte, un préstamo y una vocación.
Las melodías están en sintonía con la obra, en vez de buscar el lucimiento vocal a cualquier precio. En ese sentido, Metral comprende cómo crear una obra artística completa, con coherencia entre sus partes.
Es por esto que los intérpretes no tienen muchos momentos para destacarse por su pericia vocal, pero no resulta necesario. Lo importante es contar la historia. No obstante, aunque está fuera del contexto del relato, el solo de Leandro Bassano, “Cuatro paredes”, es uno de los mejores momentos de la obra. La letra reflexiona sobre la magia del teatro y su experiencia lúdica; sobre cómo esas cuatro paredes son en realidad tres.
Por otro lado, la canción “Caravana” resulta sumamente efectiva y pegadiza.
Me gustó que hubiera un tecladista en vivo.
Como la función se realiza sin micrófonos, a veces los intérpretes pierden la posibilidad de que los escuchemos cantar o hablar en un tono más bajo, para darle matices a su interpretación. No es que no lo hagan, pero puede que esos instantes no sean perfectamente audibles. Por suerte, esto no pasa durante toda la obra, y el texto se puede seguir sin problemas, gracias al esfuerzo de los actores (sobre todo, como ya he explicado, por parte de Renzo Morelli). Además, la sala es chica como para requerir micrófonos.
Eso sí, yo estuve de pie al fondo toda la función (el 30/9). Parece que las entradas se habían sobrevendido. Aclaro que todos los presentes pagamos nuestras entradas. Calculo que este error no se habrá repetido. De todas formas, a mí no me molestó, pero entiendo que alguien se pueda quejar. Pude estar al lado de Metral (también de pie) y ver sus reacciones, y se lo notaba muy comprometido con la obra, disfrutándola.

 Lucila Rojo se encargó de la escenografía y el vestuario, que se caracterizan por la extrema simpleza. Esto se debe a que, para esta corta temporada de la obra en El Ópalo, se decidió hacer una versión más intimista, sin gastos que encarezcan innecesariamente la producción, con un solo músico y con escaso maquillaje. Por eso, se agregó la frase “el origen” al título, puesto que se recrea el clima de los ensayos. Es una decisión interesante, que refuerza que la importancia del texto y las canciones por sobre la puesta. Aunque los actores pasan un tiempo considerable sentados, se las arreglan para desplazarse en el pequeño espacio disponible, gracias a la dirección de Lautaro Metral. El recurso de la lamparita de luz estuvo bien planteado.

Hay que decir que, por ahora, no hay más funciones de El hijo del fin del mundo… el origen. Sin embargo, es muy probable que, dada su repercusión, vuelva por una nueva temporada. En la función a la que asistí, hubo gente que quedó fuera de la sala, por lo que Renzo Morelli bromeó, al final, “Les pedimos que no recomienden la obra”.

También debo remarcar que Marta Mediavilla ganó el Premio Hugo a la mejor actriz de un espectáculo off por esta obra. Dato cholulo: su madre, Patricia Sosa, me cargó por haber llevado un sweater, con el calor que hacía, y se rió porque ella había hecho lo mismo.

Quería cerrar haciendo alusión a un excelente cuento de Cortázar llamado “La autopista del sur”. No es parecido a El hijo del fin del mundo, porque Cortázar introduce lo fantástico en un contexto realista, y la trama es distinta. No obstante, hay algo del sentimiento del personaje del actor (que interpreta Bassano) durante el final de la obra que me remitió a cómo se siente el protagonista del cuento en el desenlace. Si tienen tiempo, les recomiendo que lo lean, porque es increíble. Lo pueden encontrar completo acá:

En resumen: Un texto delirante de Lautaro Metral, que transcurre en un universo de fábula, propone una experiencia lúdica e invita a la reflexión. La puesta es despojada, y la acción dramática es llevada adelante por cuatro intérpretes, acompañados por un tecladista para las canciones. Una de las propuestas off más interesantes del año.

Más información:
Dirección: Lautaro Metral.
Teatro: El Ópalo (Junín 380) – elopaloteatro@gmail.com.
Duración: 1 hora.
Precio de las entradas: $60.

Producción: Pim Pum Pam Têatre.

Crítica de "Despertar de Primavera" (workshop de Meme Mateo), de Steven Sater y Duncan Sheik

Categoría: WORKSHOP/MUESTRA

Crítica de Despertar de Primavera (workshop de Meme Mateo)

Buenos Aires, Argentina.
Temporada 2013 (Teatro El Picadero).

Calificación: 8.5 /10 


¿De qué se trata?: En la Alemania de 1891, un grupo de jóvenes vive las consecuencias de una sociedad asfixiante, donde los adultos tienen el control absoluto. La obra toca con sinceridad diversos temas complejos y problemáticas juveniles (que no conviene enumerar para no arruinar la sorpresa a quienes no la vieron). Sus mensajes siguen siendo muy actuales.

El punto fuerte de la obra: la dirección de Meme Mateo.
Despertar de Primavera es uno de esos musicales que yo considero perfectos, y le pondría un 10 absoluto. Tanto las letras y el libro (de Steven Sater, basado en una cruda obra de Frank Wedekind) como la música rockera de Duncan Sheik fueron concebidos en forma magistral. La historia y la forma en la que está contada transmite muchísimo, y llega a emocionar. Consigue la empatía del espectador y su identificación (obviamente, todavía mayor cuando se conoce una historia parecida a la de un personaje, o se atravesaron conflictos similares). La genial dirección de la puesta original de Broadway fue de Michael Mayer, que marcó muchas pautas que después fueron tomadas en otras versiones. En Argentina, la obra se estrenó en el 2010, en el Teatro Astral, con Fernando Dente, Florencia Otero y Federico Salles en los roles protagónicos. Esta puesta estaba óptimamente dirigida por Ariel del Mastro. Sumamente intensa, generaba una atmósfera angustiante, y estremecía al público. Tenía un talentoso elenco, que entregaba todo en escena. Sin embargo, fue un fracaso comercial.
Frente a semejantes antecedentes, y al inevitabilidad de la comparación, era todo un desafío meterse con Despertar de Pirmavera, pero Meme Mateo lo hizo. De hecho, su puesta le debe mucho a las dos citadas anteriormente. Decidió no innovar (como sí lo han intentado otras puestas del mundo), para presentar una versión convencional de la obra (que, ya de por sí, no es convencional). No obstante, su dirección es efectiva, y fiel al estilo de la obra. Una buena decisión fue sentar a los intérpretes que no están en escena en la primera fila del teatro. Hizo un buen trabajo marcando los desplazamientos, para aprovechar la extensión del escenario. Mantuvo las disposiciones clásicas de la obra, como las sillas durante “Esta puta vida” o el uso de micrófonos de mano para contar lo que sale de lo más profundo del corazón.
Pero su mayor logro está en haber acercado a tantos jóvenes actores (que no hicieron una carrera profesional en las tablas, o tienen poca experiencia) a un material tan complejo, y haber permitido que hayan podido explorarlo con éxito. La obra es interpretativamente muy difícil de encarar, y por eso necesita de una mano que guíe sin titubear. En ese sentido, resultó una de las mejores muestras de teatro que vi en los últimos tiempos, porque el grupo estaba bien coordinado y tenía confianza, más allá de que no todas las personificaciones sean acertadas todo el tiempo.
También, Meme Mateo es la encargada del diseño de luces y de su operación, que funciona aceitadamente y ayuda a crear climas (por ejemplo, durante “El saber”).


La interpretación más destacada resultó ser la de Martín Mazalán como Moritz, un personaje complicado, que tiene muchas escenas que le permiten al intérprete explotar su potencial dramático, pero que se puede prestar a la sobreactuación y la caricatura. Por suerte, Mazalán busca que su criatura sea verosímil, logrando cierto equilibrio (paradójicamente, para personificar el desequilibrio), y hace que nos encariñemos con su Moritz. Además, demuestra estar a la altura de las exigencias vocales.
Me sorprendió Leonel Deluglio, convincente como Melchior en todas sus facetas, y acertado en el canto. Mantiene el dramatismo durante la canción “Lo que quedó atrás”, que resultó ser una escena conmovedora, gracias al compromiso de todo el elenco.
También, me gustaría resaltar el trabajo de Clara Lanzani, como la simpática y acomplejada Ilse (aunque tuvo que crecer de golpe, no deja de ser una adolescente). Tiene un buen desempeño vocal.

Con sus participaciones, interpretando los roles adultos, Claudio Riganti y Virginia Alberti se roban varias escenas.

Macarena Giraldez (impulsora del proyecto) capta la inocencia de Wendla, y la mantiene al cantar. Trata de ir oscureciendo a su personaje un poco, conforme va madurando. María Da Pieve (como Martha) se anima a cantar “La oscura verdad”, junto con Clara Lanzani. Es una canción que requiere compromiso emocional, y el clima opresivo que propone estuvo bastante bien logrado.

La dirección y adaptación coreográfica es de Lautaro Silva, que capturó la esencia de otros montajes. Contribuye a potenciar momentos intensos, como “Esta puta vida” o la enérgica canción “Jodido estás” (posiblemente el mejor momento de esta puesta). Un detalle que me encanta nombrar al hablar de Despertar de Primavera: como me explicó una vez un jurado de los Premios Hugo, es característico de esta obra el “salto reprimido”, que muestra un intento de rebeldía que no puede concretarse del todo, dentro de los parámetros rígidos de la sociedad.

La banda en vivo realza las canciones en las que participa (las otras se cantan sobre pistas).
Otro punto a favor con respecto a lo musical es que el trabajo vocal en armonía está muy bien logrado.

Lamentablemente, el sonido es el karma de todas las muestras de teatro musical, y suele ser un problema de equipamiento. En este caso, por lo menos en la función a la que asistí, los inconvenientes con los micrófonos fueron menores, pero no inexistentes. Es una pena porque dificulta el canto de los intérpretes y los puede poner nerviosos. Sin embargo, el acompañamiento instrumental estuvo en un volumen correcto durante toda la obra, y se pudo lucir, como dije antes, la unión de las voces en armonía.

El vestuario de Melisa Lazarini y Tierra de Sueños ayuda para situar el período y darle un toque profesional al montaje, al remitir a otras producciones de la obra.

En resumen: Una adaptación fiel al espíritu de la obra original, con dirección de Meme Mateo, que supo sacar lo mejor los intérpretes (en su mayoría, sin experiencia profesional) para hacerlos transitar por un texto complejo. Se destaca la interpretación de Martín Mazalán.

Más información:
Dirección general: Meme Mateo.
Dirección musical: Isadora Sobredo.
Producción: PLOP workshops.
Elenco: Martín Mazalán, Clara Lanzani, Lucas Mazalán, María Da Pieve, Leonel Deluglio, Macarena Giraldez, Santiago García Escudero, Manuel Perez, Julieta Severo, Matías Adrián Prego, Camila Grela, Virginia Alberti y Claudio Riganti.
Teatro: El Picadero (Pasaje Enrique Santos Discépolo 1851).
Duración: 2 horas y media (aprox.), con intervalo.
Diseño gráfico: Martín Mazalán.
Sonido: Ramiro Hermida y Pablo Bernard.
Función: la última es hoy a las 23 hs.