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miércoles, 12 de noviembre de 2014

Crítica de "ART MONSTER", de Judith Cabral, con canciones de Lady Gaga

Categoría: CONCIERTO

Crítica de ART MONSTER, de Judith Cabral,
con canciones de Lady Gaga

Buenos Aires, Argentina.
Temporada 2014 (Molière Teatro).


 Nivel:
Estrella Verde
 (Le doy “estrella verde” a los espectáculos que están muy por encima de la media y que, por esto, merecen trascender los parámetros habituales de calificación.
Desde la implementación del nuevo sistema, solo Para tibio, pastel de manzana y ART MONSTER ostentan la “estrella verde”)

jueves, 16 de octubre de 2014

Crítica de "Lo que hice por amor", de Pedro Frías y Omar Calicchio

 Categoría: UNIPERSONAL/CONCIERTO

Crítica de Lo que hice por amor

Buenos Aires, Argentina
Temporada 2014 (Teatro Sha)

Nivel: 6.6 /8
(Faltan 2 obras para completar el grupo de 3)


¿De qué se trata?: Pedro Frías, acompañado por el guitarrista Guido Cefaly, brindan “un concierto con estados, emociones y situaciones simples, complejas, sensibles y extremas. Música y poesía, siempre protagonistas en las historias de amor. El amor, siempre protagonista en la música y la poesía. ¿Qué hicimos por amor? ¿Cuántas canciones dedicamos? ¿Cuántas nos acompañaron y nos traen recuerdos?”. Participan dos cantantes invitados por semana.

sábado, 21 de junio de 2014

Crítica de "Despertar de primavera en concierto", de Steven Sater y Duncan Sheik

Categoría: CONCIERTO

Crítica de Despertar de primavera en concierto,
a beneficio de la Fundación y El Leoncito Dan

Buenos Aires, Argentina.
Temporada 2014 (Teatro El Nacional).

Nivel: /8
(Faltan 2 conciertos para completar el grupo)   


“De última, lo hacemos con seis sillas y tres micrófonos”, fue lo que el elenco le dijo en un principio al director Ariel del Mastro. Por supuesto, esta frase nos habla de las ganas de todos por revivir el material y contribuir con dos grandes fundaciones, pero por ahora quiero centrarme en otra cosa: las sillas. Si bien del Mastro no necesitó nada más para estructurar este concierto, su planteo no estuvo exento de significado.
En los primeros años de nuestra vida, es más distante nuestro contacto con las sillas. Preferimos el piso; vamos de un lado a otro. En el jardín de infantes, nos sentamos en ronda. Después, la sociedad nos va imponiendo la noción de silla. Nos la pasamos en una silla toda la primaria y la secundaria, en casa nos sentamos a estudiar en una silla, en la facultad permanecemos sentados, y en el trabajo adoptamos la misma posición. Cuando nos movemos en vehículos, también tienen asientos (salvo que el colectivo esté muy lleno aunque, en este caso, mucha gente improvisa y se reclina contra lo que encuentra). En el teatro, nos sentamos en butacas.
Es indiscutible. Estamos pegados al concepto de silla. Se convierte, naturalmente, en una extensión de nuestro cuerpo que nos sostiene y fija en un lugar. Mientras escribo esto, estoy sentado en una silla con cuatro patas, como la mayoría de las sillas. No obstante, se podría sostener perfectamente con tres patas, así que quien diseñó la silla quiso que nos sintiéramos muy seguros en ella, más anclados (por supuesto, podría haber tenido 5, 6, 7 u 8 patas o más, pero son 4: una extra).

Dejando la filosofía sillística (?), ¿qué hacen los personajes de Despertar de primavera con las sillas? Las patean, las tiran, las rotan, las golpean, saltan sobre ellas… y parece ser una terapia bastante efectiva. Básicamente, no se quedan atados a la silla que les asignan (ni siquiera asumen una silla personal). Tratan de “desensillarse”, de rebelarse contra el sistema, de buscar sus propios caminos a partir del ensayo/error. Eso sí, la silla tiene un imán muy poderoso, y los seres humanos nos cansamos después de estar mucho tiempo parados. Por eso, los asientos pueden atraer a los personajes de golpe, y devolverlos a la realidad (al colegio, por ejemplo). Tal vez la cosa sea así: la sociedad te da sillas y nunca vas a poder negarte completamente a ellas, pero, si te animás, podés instalarle rueditas a una, o hacer que otra sea plegable, o simplemente ponerle un almohadón cómodo a la que prefieras. No hay que perder el compromiso con cada silla importante porque por ellas pasa nuestra vida y nuestra posibilidad de ser felices, pero podemos elegir en qué silla sentarnos y qué actitud tomar con respecto a ella, según nuestra personalidad.
El tema es que las sillas de la sociedad que muestra Despertar de primavera bien podrían haber sido de hierro. En la obra original, se muestra una cultura alemana absolutamente rígida, anterior a la Primera Guerra Mundial (también retratada en la película La cinta blanca, de Haneke). Nótese que todos los personajes adultos (que no estuvieron presentes en la versión en concierto) son interpretados por los mismos dos actores y prácticamente con el mismo vestuario. Los adultos de la obra son todos iguales, y si bien siguen las mismas pautas no saben cómo manejar los problemas que se les presentan a sus hijos adolescentes.
Puntualmente, estamos hablando del despertar sexual al que alude el título. Aunque no me quiero detener demasiado en el análisis, la canción “Tócame” está fantásticamente construida por tratar un tema como la masturbación con tanta sutileza y lirismo. Reparen en los –perdón por el término– ‘orgasmos melódicos’ que propone la partitura (al escucharla por primera vez, pueden parecer caprichosos o decorativos esos ohhh y ahhh que cantan los personajes). Leandro Bassano logró perfeccionar su registro para arrancar una canción difícil desde lo actoral, y Julián Rubino se llevó una merecida ovación por una interpretación sentida, emocionante, y técnicamente correcta.

De todas formas, el vestuario de Alejandra Robotti es contemporáneo (y rockero), y esto me permitió reflexionar sobre algo que después, Manuel Lozano, de la Fundación, puso en palabras. Lo resumo: él decía que la obra habla de una generación golpeada, y que esta realidad no es ajena a nuestro país. Hay chicos que consumen drogas, homosexuales que son rechazados de sus hogares, chicas abusadas y golpeadas… ¿De dónde viene el problema? Yo pienso que es estructural, y que hace falta un cambio de mentalidad GIGANTE para revertirlo, aunque no por esto desmerezco los pequeños gestos individuales. Todo lo contrario: es la voluntad de cada uno la que nos puede llevar a erradicar la indiferencia por el otro. En definitiva, es la comunicación la que nos puede salvar, pero ¿cómo lograrla cuando gran parte de la sociedad está tan cerrada en sí misma? Viéndolo desde otro foco, ¿cómo saber en quién confiar cuando sabemos hay, en todos los estratos sociales, conductas salvajes e inexplicables? La misma incomunicación de la que habla Despertar de primavera nos sigue afectando.
Cuando volvía de El Nacional, la vi a Genoveva, que estaba leyendo el diario en un local de comida rápida. Genoveva es una mujer que vende poemas escritos por ella en la puerta de la parroquia San Nicolás de Bari. Una vez, pasaba por ahí y le compré un poema, y me pidió que lo recitara en voz alta. Quiso saber qué formación tenía yo, y le dije que era comunicador social. Inmediatamente, levantó el billete que le había dado y, mostrándomelo, me dijo “Te digo algo: esto es comunicación”. Al verla nuevamente, relacioné aquello con el concierto: este había sido un gran acto de comunicación por parte del público. Las donaciones, que gracias al trabajo de la Fundación y El Leoncito Dan llegarán a buen destino, nos hablan de cómo, cuando queremos, podemos organizarnos para hacer algo bueno. Por cierto, desde la iglesia que se muestra en Despertar de primavera al Papa que nos pide que hagamos lío hay un gran trecho.

Retomando la dirección de Ariel del Mastro y su inteligente disposición de las sillas, quiero resaltar la escena de “Lo que quedó atrás”. Por favor, salteá este párrafo si no viste la obra. Mientras pensaba en el tema de las sillas que expliqué arriba, también pensé en las implicancias de una silla vacía, y finalmente apareció en el montaje. Esta canción siempre me tocó de una forma especial porque yo también experimenté, cuando estaba en el colegio, lo que es perder a un compañero por un suicidio. Viví un funeral como el que se muestra en la obra, y pude abrazar a un padre desconsolado. Pero nunca me voy a olvidar lo que fue ver esa silla vacía en la clase.

No obstante, me sorprende la carga de angustia que tiene la increíble canción “Jodido estás”, a pesar de ser la más enérgica. El punto está en que la fuerza surge muy ligada a la tristeza y la desesperación: cuando uno ya no sabe qué hacer y piensa que es imposible caer más bajo, no le importa lo que lo rodea y tiene que canalizar sus sentimientos. La coreografía de Federico Salles y Pedro Frías respeta el característico “salto reprimido” que yo ya había marcado en una crítica de otra versión y los movimientos involuntarios. Trabaja constantemente con la lucha del cuerpo con los impulsos internos.
 Casi nadie discute que Ariel del Mastro es el mejor iluminador que tenemos. Pero el trabajo de Gaspar Potocnik, encargado esta vez del diseño de luces, no nos permitió extrañar el estilo de del Mastro. Las luces fueron marcando los climas con mucha sensibilidad y ponían el foco en cada personaje cuando le tocaba expresarse.
Los protagonistas, pese a la falta de texto, pudieron exteriorizar las transformaciones drásticas que deben enfrentar, y esto demuestra el poder que tienen las canciones en Despertar de primavera. En general, no hacen avanzar la historia, sino que son la única forma que tienen los personajes de expresar sus sentimientos más profundos y personales (por eso, en la puesta original, surgió la idea de que las canten con micrófono de mano, para individualizar cada intervención). Melchior pasa de cantar “Lo que sé”, en una posición más pedante, a “El saber de los que te han dejado”. Eliseo Barrionuevo (a quien ya había visto como cover en 2010) supo conmover a partir de ese cambio y aprendizaje. Florencia Otero (Wendla) también dio cuenta de una exploración de su personaje, que pasa de reprochar el silencio de su madre a verse condenada por el “Susurrar”, aunque, a diferencia de Melchior, mantiene cierta inocencia hasta el final. Federico Salles (Moritz) es desborde puro, y requiere un gran esfuerzo manejar correctamente esa energía.
La banda fue un soporte importante y tuvo la potencia necesaria gracias al sonido de Mariano Luna.

El sobresaliente elenco estuvo dirigido vocalmente por Mariana Jacazzio, una de las mejores voces del musical (quien brindó un estremecedor momento con Belén Pasqualini en “La oscura verdad”). No soy el único que piensa que la versión argentina superó a la de Broadway (y esto sucede pocas veces). Pese a que el éxito no acompañó ni al montaje local ni al estadounidense (contrariamente a lo que se cree), la obra y la puesta de Buenos Aires fueron un enorme acierto artístico, y esto sólo se puede decir de contadas producciones en los últimos años.
En consonancia con la canción final, esperemos que el material pueda seguir viendo el verano.

Notas:
1) Por cierto, me sorprendió el fanatismo con el que me encontré en el público. En la primera fila, había un grupo de chicos con remeras de Despertar… que habían recorrido una distancia considerable para estar ahí, y una de las mujeres dijo “Soy la chica más feliz del mundo; más cosas lindas no me pueden pasar”. A uno le gustaría que hubiera más gente amante del talento en vez de seguidores de Justin Bieber y tantos otros productos vacíos. Y sí, cuando estoy esperando a que empiece una obra registro frases interesantes/divertidas/ocurrentes que dicen los espectadores. Atrás de mí había una señora que creía que iba a ver una obra que se llamaba “En concierto”. Le decía a unas chicas preadolescentes que había llevado: “Súbanlo a Facebook y hablen bien de esto, que es algo único. Después, lean lo del Leoncito Dan”. Muy aplicada.
 2) Al final de la crítica de Juegos de fábrica, incluí un fragmento de una canción de Stephen Sondheim que habla sobre la influencia que tienen los padres en la vida de sus hijos (en ese caso, más chicos que los de Despertar… y en otro contexto). Si tenés ganas, te invito a leerlo.

Más información:
Dirección: Ariel del Mastro
Asistente de dirección: Pablo Drutman / Stage manager: Micaela Monti
Producción: Vero Larrea, Luciana López y Diana Frydman
Teatro: El Nacional (Av. Corrientes 968)
Duración: 1 hora y 20 minutos
Función: martes 10 de junio
Elenco: Eliseo Barrionuevo, Leandro Bassano, Cristian Centurión, Stella Maris Faggiano, Pedro Frías, Mariana Jacazzio, Julieta Nair Calvo, Florencia Otero, Belén Pasqualini, Micaela Pierani Méndez, Julián Rubino, Federico Salles y Ayelén Varela
Músicos: Guido Cefaly (guitarra), Daniel Vallejo (teclados), Martín Nastri (bajo) y Fernando Vallés (batería)
Traducción de las canciones: Cris Morena
Fotos usadas en la nota: Florencia y Verónica Nijensohn y Fuentes2Fernandez
Prensa y comunicación: Sandra Beerbrayer

domingo, 22 de diciembre de 2013

Crítica del concierto de Vanesa Butera, Emanuel Arias y Francisco Ruiz Barlett en la Fábrica de Juguetes de la Fundación SI

Categoría: EVENTO ESPECIAL

Crítica del concierto acústico de Vanesa Butera, con Emanuel Arias y Francisco Ruiz Barlett, en la Fábrica de Juguetes de la Fundación SI 

Calificación: 8 /10 


El miércoles pasado (18 de diciembre) visité la Fábrica de Juguetes de la Fundación SI, ubicada en el barrio de Palermo, en la C.A.B.A. Hace ya unos días que Carranza 1962 se puebla con voluntarios, que con paciencia y amor se ocupan de fabricar juguetes artesanales para chicos en situación de calle. Además, ahora, se puede ir a cocinar para la “recorrida por el frío” especial que se va a hacer durante la noche del 24 de diciembre, para acercarle comida a los sectores más vulnerables de nuestra ciudad. Allí, se repartirán los juguetes que la gente puede seguir fabricando. Esta iniciativa es excelente, y nos hace reflexionar a todos sobre la diferencia que puede hacer un poco de nuestro tiempo.
Me sorprendió la habilidad manual de muchas de las personas que vi en la fundación, compenetradas para lograr que todo salga perfecto. La fundación provee materiales para hacer los juguetes, y uno puede instalarse en distintos sectores, según lo que quiera hacer (cada una de las divisiones tiene un encargado a quien recurrir en caso de ayuda o para pedir materiales). Se pueden fabricar muñecos a partir de medias que se rellenan; coser tomando como referencia moldes para hacer, por ejemplo, un títere; adornar accesorios como cuadernos o crear otros, como imanes, y pintar juegos de mesa o inventar juguetes con madera. Por supuesto, en la fundación están abiertos a la creatividad de cada uno, y se puede hacer lo que uno crea que le salga mejor.
En mi caso, me dediqué a hacer tarjetas de Navidad para acompañar los regalos durante las horas que estuve. Sí, es más fácil que cualquiera de las otras cosas, pero igual le puse entusiasmo, y las dibujé y pinté, además de escribirles un mensaje. Dibujé decenas de renos voladores, muchos Papá Noel, estrellas fugaces, un pesebre con Jesús, José y María y varios arbolitos de Navidad (al punto de terminar con las manos manchadas con plasticola verde por mi torpeza). Me divertí mucho y me sentí útil. Por eso, quiero agradecer a la Fundación SI por apostar por una causa tan noble.

Frente a este panorama, obviamente, el análisis del concierto que dieron Vanesa Butera, Emanuel Arias y Francisco Ruiz Barlett pasa a un segundo plano, si bien fue muy lindo. Por eso, es una crítica exprés. A la iniciativa solidaria le pongo un 10, pero al concierto lo califiqué con 8 (para ser justo, en comparación con otras calificaciones que di).
Debo decir que a los tres cantantes los vi haciendo juguetes, y que se esforzaron para que quedaran bien (así como Nicolás Maiques, que me sorprendió con el patrón psicodélico que le dibujó a un tablero de Ta-Te-Ti).
En fin, le puse estrellitas verdes a los momentos más destacados del repertorio (todas son canciones propias de los artistas), y estrellitas doradas a lo mejor de lo mejor.

Repertorio:

1. “Improbable” - Vanesa Butera 
  
2. “Besos” - Emanuel Arias

3. “De tu amor” - Francisco Ruiz Barlett

4. “No digas nada” - Vanesa Butera

5. “Camino”- Emanuel Arias

6. “Gusto de vos” - Vanesa Butera

7. “Alambraré” – Emanuel Arias (con Vanesa Butera)

8. “Pero” – Vanesa Butera

9. “Aunque descubras todo” – Francisco Ruiz Barlett

10. “Tu luz” – Emanuel Arias

11. “Al Don Pirulero” – Vanesa Butera

En apenas 45 minutos, pudieron revelarse como compositores atractivos.
Cabe destacar, más allá de la buena predisposición de los artistas, un sentimiento de camaradería entre ellos. “Es como un fogón con amigos”, dijo Butera, que fue quien brindó las interpretaciones más interesantes, gracias a sus entretenidas composiciones y a su buena voz. Además, introdujo la canción con el tema más original: “Improbable” (aunque debo decir que también me gustó la letra de “De tu amor”, de Fran Ruiz Barlett). Butera interactuó constantemente con el público, bromeando sobre sus canciones, que atacan a ciertos hombres. Ruiz Barlett le siguió el juego, retrucándole algunas cosas.
Las canciones de Butera presentaron algunas frases ingeniosas, como “Te quedás a un tiempo verbal de saber”.
Otro gesto de compañerismo se vio cuando Ruiz Barlett dejó de cantar “De tu amor”, porque se dio cuenta de que el tono sería complicado para que Butera se adecuara para hacer los coros, y decidió cambiarlo.
Emanuel Arias invitó a Butera a cantar “Alambraré” con él, y participó del cambio de roles que requirió la presentación. Por ejemplo, se sentó en el cajón peruano cuando Ruiz Barlett (quien lo usó la mayor parte del tiempo) debía tocar la guitarra.
Se dio, entonces, un agradable concierto intimista, con dos guitarras y un cajón peruano, y apoyo entre los cantantes, que intervenían en las canciones de los demás a través de coros.
Me sorprendió que el sonido fuera bueno, al no ser un lugar destinado exclusivamente a conciertos. No sé quién se encargó del tema, pero lo felicito.

Al margen, quiero decir que Franscio Ruiz Barlett donará la mitad de lo recaudado con su disco (Algo Más), interpretado por cantantes de musicales, a la Fundación SI. Tiene muy buena música (link a la crítica).

PARA SABER MÁS ACERCA DE LA “FUNDACIÓN SI” Y LA FÁBRICA DE JUGUETES:

Cel. (011) 15-5410-7309
Tel. (011) 4858-0154
Dirección de la Fábrica de Juguetes: Ángel Justiniano Carranza 1962

Mail de las “recorridas por el frío”: recorridas@fundacionsi.org.ar

Crítica de "Primeras Damas del Musical, Vol. 3", de Ricky Pashkus y Pablo Gorlero

Categoría: CONCIERTO

Crítica de Primeras Damas del Musical, Vol. 3 

Buenos Aires, Argentina.
Temporada 2013 (Teatro Gran Rex).

Calificación: 9.5 /10 

 En primer lugar, tengo que decir que gran parte del suceso de Primeras Damas se debe a su impresionante orquesta. Los 18 músicos se comprometieron con el proyecto y estuvieron brillantes. Así, cada instrumento se convertía en una “Primera Dama” más.
Esta gran calidad pudo ser alcanzada gracias a la ejemplar dirección musical del omnipresente Gaby Goldman. De todas formas, lo que más me llamó la atención fueron las orquestaciones que Goldman concibió junto con Edgar Ferrer. Este trabajo sumamente artesanal tuvo un resultado perfecto durante el concierto. Las orquestaciones dotaron al acompañamiento de matices, enriquecieron las canciones y se convirtieron en un soporte enorme donde las intérpretes se apoyaron para poder elevar cada actuación.
Además de Goldman, hubo otros directores musicales de lujo, invitados para intervenir en algunas piezas: el propio Edgar Ferrer, Gerardo Gardelín (que dirigió “Un nuevo camino”), Alberto Favero (durante el medley de Eva que interpretó Karina K) y Ángel Mahler (que participó de un medley de dos de sus musicales: David, el rey y Drácula). Los últimos dos se sentaron en el piano, que fue el único acompañamiento para sus respectivos números. Me fascinó verlos tocar esas canciones que tanto conocen con tanta pasión.

Otra de las grandes contribuciones que tiene Primeras Damas es la impecable adaptación de letras al castellano de Marcelo Kotliar. Destaco lo que hizo con “Love changes everything” y “Let’s do it, let’s fall in love”, dos canciones difíciles de traducir. Sin embargo, las adaptaciones que más me gustaron fueron las de “As if we never said goodbye” y “Gimme, gimme”, junto con la de “Don’t rain on my parade”, que fue hecha por Manuel Victoria.

Me encontré con una de las sorpresas apenas abrí el programa: el repertorio elegido (para determinarlo, Gaby Goldman y cada “Primera Dama” tienen mucho que ver).
La lista de canciones planteó un interesante recorrido por lindas melodías, combinando algunas conocidas pero no tan transitadas con otras más populares y un par de hits.
Reproduzco, a continuación, el listado de temas musicales, en el orden en que se cantaron en el show. Agrego, además, una estrellita verde para los grandes momentos de la noche y una dorada para lo mejor de lo mejor. Tengo que admitir que, cuando estaba viendo por primera vez a qué canciones le ponía estrellitas, seleccioné la mitad del concierto. Pero, para que no sea confuso, decidí restringir un poco las opciones. Sin embargo, soy consciente de que quedaron afuera muy buenos momentos, dado que todo el espectáculo tuvo un nivel altísimo. Por esto, no creo que quienes no recibieron estrellita hayan hecho algo mal. Por supuesto, influyó la elección de las canciones, si bien dejé afuera algunas que me gustan mucho (así como intérpretes que están entre mis favoritas). Son pocas las canciones que pasaron sin pena ni gloria.

Repertorio:
1. Obertura

2. “Palabras, palabras” (“Parole, parole”), de Mina... che cosa sei?Laura Oliva
3. “Sólo puedo pensar en vos” (“I only have eyes for you”), de Calle 42 – Déborah Turza
4. “Él es cruel” (“He’s not good”), de The LifeLaura Conforte
5. “Buenos tiempos” (“Hey there, good times!”), de Yo quiero a mi mujerAna Acosta
6. “El amor cambia” (“Love changes everything”), de Aspects of LoveLuna Pérez Lening
7. “Qué fácil será” (“Easy as life”), de AídaLaura Silva
8. “Vamos” (“Let’s do it, let’s fall in love”), de Paris y Wake Up and DreamMelania Lenoir
9. “Alguien por fin” (“Someone like you”), de Jekyll & HydeMarisol Otero
10. “Es como si jamás hubiera dicho adiós” (“As if we never said goodbye”), de Sunset BoulevardAlejandra Perlusky
11. “Quiero eso llamado amor” (“Gimme, gimme”), de Thoroughly Modern MillieNatalia Cociuffo
12. “Nadie va a arruinar mi festival” (“Don’t rain on my parade”), de Funny Girl Florencia Otero

13. “Canción de Mijal”, de David, el reyAlejandra Perlusky
14. “¿Tus sueños dónde han ido?”, de DráculaMarisol Otero
15. “Madre tan sólo una vez”, de DráculaLaura Silva

16. “De-Lovely”, de Vale Todo (Anything Goes) – Claribel Medina
17. “La historia de otra vida” (“Someone else’s story”), de ChessNatalie Pérez
18. “Un nuevo camino” (“Pulled”), de Los Locos AddamsLaura Esquivel

19. “Soy lo que soy”, de La jaula de las locas (La cage aux folles) – Julia Calvo

20. “La llegada a Buenos Aires”, de EvaKarina K
21. “No me pegue, señora, no me pegue”, de EvaKarina K
22. “Si yo fuera como ellas”, de EvaKarina K

23. “El pasto es más verde siempre en otro jardín” (“The grass is always greener”), de La mujer del añoClaribel Medina y Laura Oliva
24. “Urbanidad”, de ChicagoAlejandra Perlusky, Melania Lenoir y Julia Calvo
25. “Canción de la Commére”, de Houdini – María Concepción César

26. “Fuimos”, de Manzi, la vida en orsaiJulia Calvo
27. “¿Por qué si brilla el sol yo tengo frío?”, de Frankenstein, el musical de un alma perdida Florencia Otero
28. “¿Quién eres tú?”/“Alicia en realidad”, de Alicia en FrikilandLuna Pérez Pening
29. “Cuatro paredes”, de El hijo del fin del mundoKarina K
30. “Dime”, de Camila, nuestra historia de amorNatalie Pérez
31. “A vos, ciudad”, de Aquí no podemos hacerloAna Acosta

32. “Aceptame o dejame” (“Take me or leave me”), de RENT – Laura Conforte y Déborah Turza
33. “Déjenme triunfar” (“Let me be your star”), de la serie SmashFlorencia Otero, Laura Esquivel, Luna Pérez Lening y Natalie Pérez
34. “Io vivro senza te”, de Mina… che cosa sei?Elena Roger

35. “Primeras Damas” – Todas

Para mí, lo mejor de la noche fue el medley de Eva que interpretó Karina K, una artista integral enorme que transmite mucho y tiene un gran talento para manejar su voz. Con la intensidad de su interpretación, hizo emocionar a un gran porcentaje del teatro, que la ovacionó y aplaudió de pie. En mi fila, un desubicado gritó “¡Que vuela Nacha!”. Me parece una falta de respeto a alguien que puso todo en escena, y que hizo una versión dignísima de las canciones, acompañada por Favero, quien compuso esas fantásticas melodías. A lo que me refiero es que tanto la versión de Karina K como la de Nacha Guevara son más que respetables (sólo que Nacha no quiere estar en Primeras Damas por problemas de cartel, y Karina K sigue firme año tras año).
Considero que el otro mejor momento del show (la medalla de plata, podría decirse) fue cuando el dúo Conforte-Turza rememoró “Aceptame o dejame”, de RENT, una canción magistral, no sólo por su melodía, sino por cómo hace dialogar seriamente (o enfrentarse) a los dos personajes femeninos que la interpretan, y poner las cosas en claro. Las voces se acoplaron muy bien, y la canción tuvo toda la potencia necesaria. Conforte y Turza demostraron tener química (aún para pelearse en escena). Además, sus solos (después de la obertura) pusieron de manifiesto su talento interpretativo y su técnica, con dos baladas fabulosas, llenas de sentimiento. Si no se hubieran superado luego, les hubiera puesto estrellitas sin dudarlo a ambas canciones.

Por otro lado, quiero destacar la interpretación que Luna Pérez Lening hizo de “El amor cambia”. Originariamente compuesta para un hombre, esta pieza de Andrew Lloyd Webber ha sido cantada por grandes artistas. Es por esto que es un mérito mayor que Pérez Lening (nueva en el ciclo Primeras Damas y, junto con Laura Esquivel, la más joven) se haya animado a interpretarla, y que su versión no haya pasado desapercibida. Sostuvo mi atención todo el tiempo, y salió airosa cuando tuvo que enfrentar las notas altas que acercan la canción a lo lírico.
Con respecto a Laura Esquivel, fue otra grata incorporación. Aunque me hubiera gustado que cantara algo nuevo para su solo, “Un nuevo camino” es un número que le queda sensacionalmente bien. Como ya había comentado, junto con Dolores Ocampo, Esquivel era uno de los pilares de Los Locos Addams, y tenía el mejor momento musical de la obra, gracias a su dominio escénico y energía.
Otra que debutó en Primeras Damas fue la genial Laura Silva, que conmovió otra vez con “Madre tan sólo una vez”, además de una nueva canción (con un gran final).

Alejandra Perlusky pudo encarnar convincentemente a un personaje que es un ícono del musical: Norma Desmond. Natalia Cociuffo cantó con gracia el “11’ o clock number” (como dicen en Boradway a estos grandes números pegadizos) de la divertida Thoroughly Modern Millie. Florencia Otero recordó con simpatía un clásico de Funny Girl, popularizado nada más y nada menos que por Barbra Streisand. Estuvo a la altura de las exigencias de la partitura sobre el final.

Elena Roger mostró intacta su arrolladora presencia escénica. Marisol Otero fue tan efectiva como siempre, y se destacó con “Mis sueños dónde han ido”. Melania Lenoir entretuvo con un número dinámico (con una canción de Cole Porter que me encanta), y pudo cantar sin trabas, pese a los desplazamientos.

Julia Calvo fue una vez más reconocida como una actriz que puede cantar, y con su número de Manzi (recordando a la recientemente fallecida Nelly Omar) dejó en claro por qué ganó varios premios por ese papel. María Concepción César, una leyenda del teatro, recibió una respuesta favorable del público, y se mostró contenta por estar en escena. Cantó con fluidez.

Ana Acosta aportó una cuota de comicidad y bailó. Natalie Pérez pudo explorar un musical como Chess, distinto de lo que venía haciendo. Claribel Medina impostó la voz al cantar para buscar un mejor resultado, y buscó al público como cómplice.
Me hubiera gustado que la canción “Primeras Damas” se cantara entera, para escuchar todas las voces juntas por más tiempo.

Laura Oliva interpretó dos canciones, pero poniendo más acento en el humor que en trabajo vocal.
Como conductora, tiene oficio para sortear alguna equivocación, si bien quiero aclarar que “medley” se pronuncia “medli”, y no “midlei”. Es un error común, pero quería señalarlo, porque Oliva lo pronunció bien la primera vez, pero después optó por la pronunciación equivocada.
Luciano Cáceres (nuevo en la conducción del evento) sostuvo un papel de baboso durante todo el espectáculo, pero se mostró interesado en lo que sucedía.

El coro, dirigido por Santiago Otero Ramos, tuvo bastante menos personas que en las ediciones anteriores, pero no hizo falta más (eran 5 hombres y 5 mujeres). Me gusta que su papel no sea demasiado invasivo, y sus intervenciones reavivaron algunos tramos.
También fue correctamente dosificado el trabajo del experimentado cuerpo de baile (Milagros Michael, Daniela Pantano, Florencia Viterbo, Augusto Fraga y Pedro Velásquez), dirigido con elegancia por el coreógrafo Alejandro Ibarra.

Hablando de sutilezas, gracias a la labor de Ana Sans (encargada de la puesta en escena), esta entrega de Primeras Damas resultó ser la más prolija hasta la fecha. Además, las artistas tenían la posibilidad de transitar por una pasarela y una escalera, de manera que la puesta se pudo desestructurar un poco.
El diseño de luces de Tito Romero aseguró que las transiciones fueran armónicas, y se ajustó a la perfección a las flores blancas que se había ubicado para la puesta.
Entonces, una conjunción de diversos factores (la puesta, el coro, la coreografía y la iluminación), junto con la elección del repertorio, evitó que el show cayera en la monotonía y superara a la edición del año pasado.

Es muy difícil coordinar el sonido de tantos instrumentos y voces, pero Osvaldo Mahler se las arregló para que pudiéramos disfrutar del espectáculo sin inconvenientes.
Los peinados y el maquillaje estuvieron a cargo de Fabián Sigona y Pao Dessaner, respectivamente. Junto con el asesoramiento de vestuario de Pablo Battaglia, lograron salir un poco de los parámetros convencionales y darle un toque especial a la noche.
Ricky Pashkus y Pablo Gorlero, los directores generales, fueron quienes se ocuparon de ensamblar todas las piezas de este concierto.

En resumen: Imponente edición de Primeras Damas del Musical, que superó ampliamente a su predecesora. Perfecto trabajo de Gaby Goldman y Edgar Ferrer para las orquestaciones, que permitieron el lucimiento de la espectacular orquesta. El repertorio fue excelentemente elegido. Ana Sans, Alejandro Ibarra y Santiago Otero Ramos trabajaron desde la sutileza para amenizar el show.
Los mejores momentos: el medley de Eva, por Karina K, y “Aceptame o dejame”, por Laura Conforte y Déborah Turza.

Más información:
Idea y dirección general: Ricky Pashkus y Pablo Gorlero.
Dirección musical: Gaby Goldman.
Teatro: Gran Rex (Av. Corrientes 857).
Duración: 2 horas y 25 minutos. (Hubo 19 minutos de demora por un corte en la Av. 9 de julio).
Fecha de la función: 19 de diciembre de 2013.
Precio de las entradas: desde $120 a $380.