Las 5 entradas más populares de la semana

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viernes, 27 de mayo de 2016

Crítica de "Simple, las canciones que negué amar", de Francisco Pesqueira

Categoría: UNIPERSONAL MUSICAL

Crítica de Simple,
las canciones que negué amar

Buenos Aires, Argentina.
Temporada 2016 (Teatro La Comedia).


La cultura estadounidense acuña el término guilty pleasure para hacer referencia al placer acompañado de culpa que brota al exponerse a determinadas series, películas o canciones. Así, hay personas que emplean la frase para catalogar aquel entretenimiento poco pretencioso que les da vergüenza disfrutar, y agregan “Es muy malo, pero me gusta”. Simple, las canciones que negué amar parte de esa misma sensación, y no es casual que Francisco Pesqueira (autor, director e intérprete) afirme que la obra está dedicada a todas las personas que alguna vez han sido discriminadas: las canciones que eligió para su unipersonal también lo fueron.

sábado, 31 de octubre de 2015

Crítica de "Desbocado", de Leandro Gazzia

Categoría: UNIPERSONAL MUSICAL

Crítica de Desbocado

Buenos Aires, Argentina
Temporada 2015 (Chacarerean Teatre)

Nivel: 6.5 /8


¿De qué se trata?: Tributo al café concert irreverente, del que formaron parte Enrique Pinti, Carlos Perciavalle, Edda Díaz, Antonio Gasalla, Nacha Guevara y Alberto Favero.


“Volveremos a tener el corazón / el mismo que perdimos al sur del paredón”, canta Leandro Gazzia al comienzo Desbocado, y resume con esos versos el tono que tendrá su unipersonal: por un lado, una mirada crítica y ácida de nuestro país; por el otro, un profundo sentimiento de esperanza. Este era el espíritu del café concert, que surgió en Argentina entre fines de los años 60 y principios de los 70, de la mano de artistas como Carlos Perciavalle, Antonio Gasalla, Enrique Pinti y Nacha Guevara. Gazzia se propone homenajear al género y a sus exponentes, y lo hace con nostalgia y respeto.

miércoles, 5 de agosto de 2015

Crítica de "SpangTrash", de Judith Cabral y Matías Puricelli

Categoría: UNIPERSONAL MUSICAL

Crítica de SpangTrash

Buenos Aires, Argentina
Temporada 2015 (La Pausa Teatral)

Nivel: 7 /8


¿De qué se trata?: Obra con canciones pop contemporáneas. Una noche de resaca, Jey (Judith Cabral) queda encerrada accidentalmente en el baño de su casa… encierro que será también puerta a la libertad. Un recorrido pop por el desamor y la búsqueda de identidad. ¿Quién no le contó en el baño a sus fantasmas y tristezas? A veces necesitamos encerrarnos para conocer lo más profundo de nuestro ser.

“Just a second we’re not broken just bent
and we can learn to love again”

SpangTrash nos presenta una separación amorosa en tiempos de los celulares, las playlists, el streaming y el shuffle y demás. Es, a su vez, el retrato de una cultura y del paso de la niñez a la adultez (reflejado en un cambio de perspectiva respecto del prince charming arquetípico de las películas de Disney). Pero todo esto se expone en la dramaturgia con deliberada mesura, porque las protagonistas son las canciones, y son ellas las que van hilvanando los sentimientos de la protagonista y modificando su forma de pensar. En realidad, las letras se convierten en pensamiento, vuelven a la consciencia pero son resignificadas en el contexto que atraviesa Jey. Ya no son simple entretenimiento, sino que operan enérgicamente en la vida de esta mujer (la cultura se asimila y se convierte en acción). Es por esto que, por más que puede no haber sido planteada así, sostengo que SpangTrash termina siendo una historia sobre el poder sanador del arte. El show evolucionó del simple recital que podría haber sido para mostrar un costado catártico de la música. Y la catarsis fue una función constante de este arte a lo largo de las décadas, tal como lo fue para una deprimida Bridget Jones (a quien se hace referencia en la obra). Pese a que Jey quiere superar sus frustraciones con alcohol, es la música la que surge y le hace ver las cosas de otra manera, enfrentándola con una sociedad moderna estereotipada y a la que le cuesta madurar.

viernes, 5 de junio de 2015

Crítica de "Siempre quise ser Bette Davis", de Fernando Albinarrate

Categoría: UNIPERSONAL MUSICAL

Crítica de Siempre quise ser Bette Davis

Buenos Aires, Argentina
Temporada 2015 (Molière Teatro)

Nivel: 6.5 /8 


¿De qué se trata?: “Unipersonal que cuenta la historia de Flora Consuelo Gutiérrez, quien desde niña y por una profunda admiración y forzada empatía con Bette Davis, intenta una y otra vez una carrera como actriz”. - Comedia


“Nunca acepté órdenes de nadie. Mientras viva, nunca aceptaré órdenes de nadie. Soy joven y fuerte y nada puede afectarme”, dice Judith, el personaje de Bette Davis en la película Amarga Victoria (1939). En ese film, Davis tiene un tumor y pierde la visión, y esto resulta más trágico cuando es contado a través de sus enormes ojos. Muchos hemos visto alguna vez a la eterna sufriente de los dramas románticos de Hollywood de los años 30 y 40, pese a no haber sido contemporáneos a sus años de estrellato. Bette Davis es un ícono, como lo son su carácter y su cigarrillo. Y resulta que, como todo ícono, suscitó (y suscita) admiración en sus fans. Siempre quise ser Bette Davis parte de la historia de una de sus admiradoras, pero es mucho más que eso.  

viernes, 17 de abril de 2015

Crítica de "Eres Maravillosa", de Laura Manzini y Héctor Presa

Categoría: OBRA MUSICAL

Crítica de Eres Maravillosa

Buenos Aires, Argentina
Temporada 2015 (Molière Teatro)

Nivel: 6.5 /8 


¿De qué se trata?: En los prolegómenos del estreno del “mejor papel de su carrera” (por fin logra el protagónico en un gran musical americano), una actriz se confiesa en su camarín y reflexiona, tanto de manera descarnada como con humor, sarcasmo, y un cierto dejo de tristeza, acerca de los avatares de su vida y de las frustraciones provocadas por su profesión. A lo largo del relato, se podrán escuchar magistrales interpretaciones de canciones de musicales, hasta llegar a un final sorpresivo.


Héctor Presa es una de las personas que ha defendido con más constancia el teatro musical. Como director del grupo “La Galera Encantada” (creado en 1978), fue moldeando un estilo propio a través de los años y, a su vez, diversificando los tópicos de sus obras (primero para niños y luego también para adultos). En Eres Maravillosa, comparte la autoría del libro con Laura Manzini. Uno de los recursos que el texto utiliza para darle dinamismo a este unipersonal musical es generar focos de interacción que son internos a la escena, para que el personaje de Manzini pueda estar contándole la historia a alguien sin hablarle directamente al público. Estos focos son la voz en off de Omar Calicchio (una suerte de Stage Manager) y, principalmente, un gato blanco de peluche a quien la protagonista le confiesa sus pensamientos y emociones (sus nervios, su alegría, sus recuerdos…). Por supuesto, el gato se comporta solo como receptor. Tomando esta idea, decidí yo también crear un foco de interacción y escribir una ‘crítica epistolar’, simulando que esta forma parte de una carta dirigida por alguien a un actor en la lucha.
*Acompañan la carta fotos de distintos musicales.


jueves, 16 de octubre de 2014

Crítica de "Lo que hice por amor", de Pedro Frías y Omar Calicchio

 Categoría: UNIPERSONAL/CONCIERTO

Crítica de Lo que hice por amor

Buenos Aires, Argentina
Temporada 2014 (Teatro Sha)

Nivel: 6.6 /8
(Faltan 2 obras para completar el grupo de 3)


¿De qué se trata?: Pedro Frías, acompañado por el guitarrista Guido Cefaly, brindan “un concierto con estados, emociones y situaciones simples, complejas, sensibles y extremas. Música y poesía, siempre protagonistas en las historias de amor. El amor, siempre protagonista en la música y la poesía. ¿Qué hicimos por amor? ¿Cuántas canciones dedicamos? ¿Cuántas nos acompañaron y nos traen recuerdos?”. Participan dos cantantes invitados por semana.

miércoles, 30 de abril de 2014

Crítica de "Yo Alfonsina", de Vicente Battista, Gerardo Gardelín y Mariana Jaccazio, basada en poemas de Alfonsina Storni

Categoría: UNIPERSONAL MUSICAL

Crítica de Yo Alfonsina

Buenos Aires, Argentina.
Temporada 2014 (Teatro El Método Kairós).

Calificación: /10


¿De qué se trata?: La sublime poetisa argentina Alfonsina Storni nos cuenta algunos sucesos que marcaron su vida y canta varios de sus versos para transmitirnos sus sentimientos.

El punto fuerte de la obra: Mariana Jaccazio.
Tal vez esta elección pueda parecer obvia y predecible para quienes conocen las amplias capacidades de Jaccazio como artista. Posiblemente una de las mejores palabras para definirla es la que utiliza Gerardo Gardelín en el programa de mano: “dúctil”.
Pero, más allá del irreprochable talento de Jaccazio, al que volveré a referirme más adelante, quisiera detenerme sobre otro aspecto valioso del espectáculo, que es el enfoque que escoge para revivir en el escenario nada más y nada menos que a Alfonsina Storni.
Trabajar con la vida de Alfonsina puede resultar complicado por varios motivos. Es una personalidad bastante ambigua y confusa para abordar, si se quiere. Yo tuve la suerte de poder leer su obra poética completa, donde hay algunas piezas maravillosas. No obstante, guiándose sólo por el yo lírico de los poemas (la Alfonsina narradora) uno puede llegar a pensar que era una mujer muy depresiva. Las repetidas referencias a la muerte, al desengaño amoroso, a la marginación de los poetas (y mucho más de las poetisas), a las falsas ilusiones, a la hostilidad de la ciudad, a la alegría quebrantada, a la incomprensión y al abandono, entre otras crueldades del destino y la sociedad, parecen pintar a una persona hecha añicos, a quien todos pasan por alto y pisotean cuando pueden, completamente sometida a los hombres y hasta resentida con aquellos que no pueden comprender las verdades que tratan de revelar los poetas. Todavía más cuando a esto se le agrega que lo que lo único que sabe mucha gente sobre ella es que se suicidó internándose en las aguas de Mar del Plata. Sin embargo, la verdadera Alfonsina poco tenía de deprimente.

Por esto, me sorprendió gratamente encontrarme con las palabras del autor Vicente Battista en el programa, reflejando más o menos esto que decía yo: que era hora separar a la narradora de la persona. Lo que a mí siempre me asombró de la verdadera Alfonsina es que haya podido vivir de sus poemas en el siglo XX, pese a ser mujer (como explica la obra, el ámbito de las letras estaba casi reservado para los hombres) y madre soltera (algo que la sociedad repudiaba). Es cierto que, por ejemplo, para publicar en el diario La Nación, tuvo que usar un seudónimo, pero después pudo firmar su trabajo con su propio nombre. Varias de sus poesías aparecieron Caras y caretas, una de las revistas más prestigiosas y una vidriera de talento literario. Con estas referencias pretendo hacer hincapié en que no era rechazada como pueden sugerir sus escritos. Eso sí, había un par de colegas que criticaban negativamente su trabajo, pero ella no se dejó atropellar, y mantuvo una relación de camaradería con los escritores más importantes de la época (Borges, Quiroga, Lugones, entre otros). Yo creo que esos pequeños enfrentamientos surgían por una cuestión de ego de aquellos hombres.

Battista muestra muy bien la inserción de Storni en ese ambiente, y la revela como una mujer fuerte, inteligente y decidida. La selección de episodios de su vida no cae en lo obvio (una muestra de esto es que se trata el poco conocido intento de Alfonsina en la dramaturgia, y su vínculo con el teatro). Tal es así que 50 minutos le bastan a Battista para perfilar a la poetiza, y uno la puede ver atravesando distintas instancias emocionales, y dando cuenta de su manejo del sarcasmo.

La propia Jaccazio eligió y adaptó con respeto los poemas que se convertirían en canciones, gracias a la destreza de Gerardo Gardelín (música original, dirección musical y arreglos). Entre los dos, sortean el obstáculo del verso libre, y las melodías cobran una gran expresividad a partir del asombroso trabajo vocal de Jaccazio. La artista juega con la idea de las emociones al límite, y las acompaña con una poderosa voz de pecho. Entonces, por ejemplo, canta a todo pulmón cuando al referirse al mar (elemento con una presencia fuerte, por otra parte, en la obra poética). Sin embargo, sabe contrastar esos momentos cuando se expresa cantando una Alfonsina menos impulsiva o más angustiada (que luego saca fuerzas del fondo de sus entrañas para seguir adelante y eso se vuelve a notar en la voz y en el registro). Me gustó mucho la versión musical del poema “Incurable”, que ilustra esta nota.
Cabe decir que, si bien Alfonsina no era la joven frágil de sus poemas, no quiere decir que las emociones que en ellos expresa sean menos genuinas. De hecho, tenía un compromiso fuerte con lo que escribía, y no lo hacía con un fin puramente comercial, sino que dejaba ver su corazón y sus ideales en cada estrofa, pero luego teñía todo con sus elecciones estilísticas. Hablando de ideales, la obra retrata la lucha feminista de Storni, que se fue afianzando como tema lírico con el correr de sus poemas. Uno muy conocido donde se aprecia esto es “Tú me quieres blanca”, donde les plantea a los hombres que, antes de pretender a las mujeres blancas y castas, limpien sus propias impurezas. Alfonsina se ponía en la piel de aquellas mujeres que no gozaban de la misma suerte que ella, y querían que despertaran (a veces, a través de duras críticas a las que eran demasiado ilusas, como en “Van pasando mujeres”).
En Yo, Alfonsina, las canciones no están puestas en cualquier lugar, sino que cuando la protagonista canta, lo hace para canalizar lo que le sucede a través de versos. Asistimos a un proceso creativo musicalizado, como si la redacción que surge de sus sentimientos se plasmara tanto en el texto como en el pentagrama; como si la autora quisiera dejar en claro la intencionalidad de cada palabra.
Ocasionalmente, las canciones adquieren ese eco de feminismo, pero en la obra predomina un encuentro intimista con Alfonsina, y esto es correlativo con los tramos de texto del guión. Si bien hay lugar para las metáforas y las reflexiones, el tono de charla que adopta la poetisa genera calidez con el público.
Jaccazio encuentra el registro actoral indicado, y se destaca por el manejo de las pausas y de las miradas. Por cierto, el sonido del teatro es muy bueno, y permite apreciar su dicción.
Federico Salles (dirección actoral, coreografía y puesta en escena) es el responsable de que la Alfonsina que se presenta sea más auténtica, y no permite que el relato se aplane. Para eso, apela a los desplazamientos y a sutilezas como la postura, el tono y los silencios, y los espectadores no se sienten distantes de lo que ocurre en escena, sino involucrados.
Un último concepto que se mantuvo en la trasposición de los poemas al libreto es el tema de la fugacidad, presente en muchos poemas de Alfonsina (en general, relacionado al tiempo o al amor). En la obra, el personaje dice saber que vendrán varios amores, pero que ninguno será verdadero. En “Lo inacabable”, se puede leer “¡Y toda primavera que se esboza/ es un cadáver más que adquiere vida/ y es un capullo más que se deshoja!”.

El vestuario de Javier Poncio es simple y práctico (y el vestido principal es acertadamente blanco). La iluminación de Soledad Lombardo permite que haya cambios de ropa y no subraya innecesariamente lo que sucede. Los biombos de Daniel Feijóo son útiles cuando la protagonista debe ausentarse, y su árbol nos sitúa en un contexto más abstracto, dejando en claro que Alfonsina nos contará su historia desde donde sea que esté ahora. La rampa de la plataforma resulta conveniente para facilitar los movimientos.

Este espectáculo no existiría sin la idea de Alejandro Veroutis, que logró que se limpiara el cuerpo de Alfonsina de la sal que tenía impregnada y se la dejara cantar sus versos y contar un poco de su historia.

En resumen: Una unipersonal que, con el talento y la ductilidad vocal de Mariana Jaccazio, logra transitar un costado poco frecuentado de la gran poetisa argentina Alfonsina Storni. La música de Gerardo Gardelín hace ganar intensidad a la composición actoral.

¿Qué podemos aprender de esta obra?: Que se puede dar un enfoque distinto a una personalidad, a pesar de que esta tenga una imagen fuertemente arraigada en la cultura popular.

Más información:
Dirección: Federico Salles
Idea original: Alejandro Veroutis
Diseño de peinado: Ale Granado
Design + Photo: Atilio Massa para Poncharte!
Comunicación 2.0: Imposible Media
Prensa y comunicación: Alejandro Veroutis
Producción ejecutiva: Roni Isola – Siete Colores Producciones
Asistente de Producción: Alan Gejtman
Producción general: Mariana Jaccazio

Teatro: El Método Kairós (El Salvador 4530, Palermo)
Funciones: domingos a las 20 hs.

Duración: 50 minutos

Mientras la sombra de esta noche espanta
Y sufro, dudo, me estremezco y lloro,
Pájaro bello de las alas de oro
Que nada sabes de los hombres: ¡Canta!
Alfonsina Storni