Las 5 entradas más populares de la semana

Mostrando entradas con la etiqueta Gabriela Bevacqua. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Gabriela Bevacqua. Mostrar todas las entradas

viernes, 16 de enero de 2015

Crítica de "50 sombras!, el musical", de A. Samuels, E. Dorezas, A. Davis, A. Ward, D. Wessels y J. Shelton

Categoría: OBRA MUSICAL

Crítica de “50 sombras!, el musical”

Buenos Aires, Argentina
Temporada 2015 (Teatro Picadilly)

Nivel: 6.5 /8 


¿De qué se trata?: Tres amigas conforman un club de lectura. Una de ellas, Pam, propone la lectura de “Cincuenta sombras de Grey”, el best-seller erótico. Con él, intentarán encontrar su “diosa interior” y reavivar sus fantasías sexuales. A medida que van recorriendo los capítulos (entre masturbaciones varias), surgen de su imaginación las escenas de esta relación sadomasoquista entre la inocente Anastasia Stelle y el joven millonario Christian Grey, en forma de parodia.

El punto fuerte de la obra: Josefina Scaglione.


Misteriosa es la sociedad de masas, y su forma de legitimar hechos artísticos. Extraño es el fenómeno de la trilogía Cincuenta Sombras (2011-2012), que ya vendió más copias que toda la saga de Harry Potter (7 libros) en la versión británica de la página Amazon. Estos libros eróticos gozan de excelentes ventas en todo el mundo, pese a que la crítica literaria opinó casi unánimemente que estaban mal escritos (algo que reconocieron incluso quienes no podían parar de leerlos). La escritora E. L. James comenzó a escribir esta historia en internet, como parte de foros que aglutinaban ficciones episódicas escritas por fans de la saga literaria Crepúsculo (que, sabemos, no es precisamente popular por su calidad literaria). Evidentemente, James tuvo suerte, y supo cubrir un nicho: el de las amas de casa entre 30 y 55 años, y así surgió el “porno para madres”. Resumiendo, y según uno de los personajes de la obra, dio vida a protagonistas que “hacen chanchadas sexuales y no paran de coger”. A su vez, Cincuenta Sombras inspiró tres parodias musicales que pasaron por EEUU. 50 sombras!, el musical es la versión local de una de ellas (de la mejor de las obras referidas, por lo que pude ver en videos). Arranca con una buena idea: mostrar un club de lectura de mujeres que pertenecen target al que apuntan los libros, para así hablar también del impacto social que tuvieron.

Sin embargo, hay que reconocer que el material original no es una de esas grandes comedias que prácticamente fluyen solas porque están increíblemente escritas. Para que 50 sombras!, el musical sea la experiencia divertida que es, hubo un trabajo dedicado del equipo argentino.

jueves, 20 de febrero de 2014

Crítica de "Mireya, un musical de tango", de Pepe Cibrián Campoy y Ángel Mahler

Categoría: OBRA MUSICAL

Crítica de Mireya, un musical de tango

Buenos Aires, Argentina.
Temporada 2014 (Teatro Presidente Alvear).

Calificación: 8.5 /10


¿De qué se trata?: Mireille, una joven huérfana que vive con sus tíos en un conventillo de Buenos Aires, sueña con triunfar en el mundo del espectáculo, junto con su inseparable amigo Miguel. Un día, conoce a un hombre de clase acomodada que la seduce (Manuel), y su vida cambiará para siempre.

El punto fuerte de la obra: la interpretación de Gabriela Bevacqua como Mireya.
A lo largo de la obra, se adueña del personaje de tal forma que es difícil imaginar a otra actriz en su lugar. Tiene un protagonismo casi absoluto, y sólo sale de escena para cambios de vestuario. Pero lo más importante es que nos muestra los matices propios de la vida trágica de la protagonista, incluso desde el tono de voz y forma de moverse. Entonces, se pueden reconocer cambios en su actuación, conforme Mireille va recibiendo golpes de la vida. Así, se va desdibujando la joven inocente y soñadora del principio, pero lo más llamativo es que se puede seguir percibiendo que ese espíritu romántico nunca la abandona, porque está demasiado arraigado en su corazón. Es gracias a esto que la obra funciona, dado que el público se preocupa por ver qué le deparará el destino a través de los años.
Bevacqua saca a relucir también su calidad de cantante, reflejando las transiciones de su personaje con la voz. Es la voz principal de la mayoría de las canciones, ubicadas en tramos donde su personaje experimenta emociones distintas (por ejemplo, el anhelo, el amor y la desesperación). Su registro permite que escuchemos una fusión entre el estilo de teatro musical y el tanguero. Complementa su canto con el baile.

Pepe Cibrián Campoy, autor del libro y las letras, se aleja de los clásicos de la literatura que venía versionando para contar una historia bien porteña. El cambio parece favorecerlo (debo decir que no me había cerrado Excalibur), porque el guión es entretenido y dinámico, y no suele abusar del melodrama y estancarse allí, sino que busca la forma de alivianarlo. Esto no quiere decir que la historia no alcance los necesarios tintes oscuros. Por otro lado, agiliza la narración a partir de una combinación de la síntesis y la elipsis. Con esto me refiero a que, por ejemplo, un personaje le relata a otro lo que le sucedió, y no hay necesidad de mostrarlo (así, se saltean horas, días y años, sin perder cohesión narrativa). Ya había tratado de dinamizar El Retrato de Dorian Gray en su última reposición, pero a mí me había parecido que los cortes eran innecesarios.
Volviendo a Mireya, Cibrián usa algunas metáforas en sus letras (como las de la ruleta y las estrellas). Cabe aclarar que el desarrollo argumental de este musical tiene poco que ver con el de la película Los muchachos de antes no usaban gomina (1976), recordada remake de una cinta de 1937, con Susana Campos como Mireya y Rodolfo Bebán como Alfredo. Es más, hay cambios sustanciales, tanto en la personalidad de personajes como en los hechos. Cibrián hizo su propia versión, y ambas funcionan. Quienes hayan visto la película se darán cuenta de que la obra empieza mucho antes, explorando el pasado de Mireya. Un detalle es que, en la obra, hay un guiño a la dirección de arte del film: en la escenografía de “lo de Hansen”.

Una digresión interesante: en la película de 1976, hay un momento bastante extraño donde, de la nada, una escena en un parque se transforma en un musical. Esto se da una sola vez, aunque después Mireya cante brevemente Mi vida es una copa de champagne (no es cantante, como en la obra) y aparezca Néstor Fabián con la emocionante “Tiempos viejos”. Yo me refiero a otra cosa: a un cuadro que parece sacado de una comedia musical clásica e injertado en la cinta, donde un grupo de bailarines con trajes elegantes canta sobre los rápidos avances tecnológicos de la época: Velocidad. Velocidad. ¡Ya no saben qué inventar! (…) ¿Dónde iremos a parar? (el tema central de la película, según mi parecer, es la nostalgia). Todo esto, al ritmo de una coreografía sincronizada. Después, todo sigue normalmente y ya nadie canta en el parque. Una rareza.

Retornando al 2014, Ángel Mahler (compositor de la música original) sorprende en una faceta nueva, que da cuenta de su versatilidad. Sus composiciones tangueras y milongueras son notables y funcionales a la historia, además de tener ese dejo al estilo de teatro musical que ya nombré (y de recordarnos ese 2x4 de los tangos clásicos que le sirvieron de inspiración). Como ya ocurrió en otras obras de la dupla Cibrián-Mahler, es él quien realza algunas escenas con su partitura, y acrecienta el poder de las emociones. Por otra parte, es un gran pianista. La orquesta se completa con Dolores Stabilini (violín), Carlos Di Palma (contrabajo) y Alejandro Guerschberg (bandoneón), tres buenos músicos que se ensamblan bien gracias a las orquestaciones.

Cibrián agregó el personaje de Leandro Gazzi (Miguel), el incondicional amigo gay de Mireille, que desarrolla sus dotes histriónicos y le da una buena dosis de humor al espectáculo.
Damián Iglesias (Alfredo) puede componer con convicción roles muy distintos. En Mireya, tomó la posta de la puesta en escena y dirección de actores (Cibrián estaba ocupado con Priscilla). Las obras de Cibrián (después de todo, el director general) tienen un estilo particular de actuación, muy ligada al desborde. En este caso, ese estilo encaja dentro del marco costumbrista. Iglesias supera el desafío de escenificar flashbacks, de alternar prolijamente las escenas de texto con las canciones y de pulir los momentos de violencia.

Martín Repetto (Manuel) encarna a un villano odioso y Lorena García Pachecho (madre de Alfredo) causa rechazo por la rigidez de su forma de pensar, propia de las convenciones de la sociedad de principios del siglo pasado, preocupada por guardar las apariencias.

Por supuesto, como la música nos transporta a la danza porteña por excelencia, el baile tenía que tener un papel primordial. Para eso, se convocó al reconocido bailarín de tango Esteban Domenichini (por ejemplo, participó del espectáculo Tanguera) para el preciso diseño coreográfico. Es una de esas personas que llevan el tango en la sangre, y degusta cada uno de los pasos; los siente (si van esta semana, podrán verlo bailar brevemente). Trató de trasladar esta capacidad de hablar con el cuerpo al elenco, con movimientos de tango fantasía. El tango es una danza sumamente expresiva, donde parecería difícil no dejar al descubierto lo que uno siente. En la película, Alfredo decía “El tango es una música auténtica; nuestra” (la aristocracia de 1906, a la que pertenecía su familia, repudiaba esta danza).

En la misma línea de lo que comentaba sobre la síntesis del libro, se usa el tango como forma conceptual de relato. Así, por poner un ejemplo, varios encuentros entre Mireya y Alfredo y el desarrollo inicial de su pasión se resumen en un baile.

René Diviú hizo un vestuario acertadísimo, que refleja el efecto de la Belle Époque en Buenos Aires. Además, su diseño de escenografía contribuye mucho a la ambientación. Sin ser ampuloso ni invasivo, presenta numerosos recursos que captan la atención del espectador con simpleza y lo sumergen en cada locación (se recurre, frecuentemente, a grandes paneles que bajan y suben). El uso de ladrillos le da a la obra una estética fría, como la vida de Mireya (en la película dice “Mi vida no está hecha para la felicidad (…) Tengo lo que me merezco”). La rampa del foso diversifica las entradas y salidas a escena. Sí, de vuelta hay escaleras móviles, un sello de Cibrián.


El ensamble está compuesto por Eluney Zalazar, Bruno Pedicone, Nicolás Bertolotto y Verónica Pacenza. Todos ellos desempeñan algunos roles secundarios, además cumplir el rol de figurantes para darle vida a escenas que transcurren en exteriores o en reuniones. No se necesitaban más que esos cuatro bailarines para poder lucir algunas coreografías vistosas, que acompañan la acción dramática y canciones (a veces, con los protagonistas también bailando).

La iluminación es uno de los fuertes de Cibrián, aquí en dupla con Carlos Gaber (los mismos que firmaron la superlativa iluminación de la última reposición de Calígula). Con menor estridencia, repiten su particular estilo de dejar algunos sectores en foco y otras a oscuras, y sus cambios de color o intensidad marcan la transición entre una escena o una locación y otra sin necesidad de apagones totales o de que el actor salga de escena. Asimismo, la luz une bajo un mismo sentimiento a los personajes, aunque se encuentren a cierta distancia, y resalta la escenografía.

Finalmente, quisiera remarcar que los preadolescentes pueden disfrutar tranquilamente de este musical (lo aclaro porque vi algunos en la sala).

En resumen: El mejor musical de la dupla Cibrián-Mahler de los últimos años, con una actuación exacta de Gabriela Bevacqua. Despliega matices para transitar la vida de Mireya y pone sus habilidades vocales al servicio de una partitura expresiva y notable de Ángel Mahler. Todo esto, enmarcado en la cuidada puesta de Damián Iglesias.
-.-.-.El Espectador Crítico de Musicales.-.-.-

Más información:
Dirección de actores y puesta en escena: Damián Iglesias
Dirección musical: Ángel Mahler / Damián Mahler (según la función)
Dirección general: Pepe Cibrián Campoy
Teatro: Presidente Alvear (Av. Corrientes 1659)
Duración: 2 horas y 10 minutos (sin intervalo)
Funciones: miércoles a sábado a las 21 hs. y domingo a las 20 hs.
Precio de las entradas: $80, $100 y $120 // Miércoles (día popular): $50 y $80
Venta online: ctba.globalticket.com.ar/
Producción Ejecutiva: Ángel Mahler - Julieta Kalik - Santiago Zenobi
Producción Asociada: La Crypta S.A. - Complejo Teatral Buenos Aires
Prensa y difusión: Alejandro Veroutis, Alejandro Andolfi y Patricia Brañeiro

Fotos: www.facebook.com/pages/Mireya-Un-Musical-de-Tango/ (Nacho Lunadei y Cecilia Berardinelli)

---------------------------------------------------------------------------------------

La crítica ya terminó, pero quiero hacer un apartado para referirme a algo que ocurrió el año pasado. Cibrián quiso responderle a la crítica del prestigioso diario “La Nación”, Susana Freire, que había hecho un comentario de El Retrato de Dorian Gray. Más allá de la disputa, el objetivo de esta mención no es tomar partido, sino publicar como curiosidad la lista de preguntas que, según Cibrián, sentenció en esa oportunidad que hay que saber responder para demostrar que uno sabe de musicales y de teatro. Para que sepa que me sometí a ese test, quiero decirle que yo pude responderlas.

Este es el extracto textual de la respuesta de Cibrián:
“ES SOLO UNA OPINIÓN, TU FUNCIÓN ES ACLARARLO, PARA ESO DEBES SABER MÚSICA, HABER VISTO 120 MUSICALES.
¿SABES QUIEN ES STEPHEN SONDHEIM?
¿ROGERS Y HAMERSTEIN?

CY COLEMAN
KANDER Y EBB
COLE PORTER (ESE SEGURO SI)
MICHAE BENNET
BERNADETTE PETERS,
MANDY PATIMKIN
JERRY HERMAN
MARY MARTIN
OKLAHOMA
SHOWBOAT
NO NO NANETTE
MARTIN GUERRE
ZERO MOSTEL
¿EL AUTOR DE MAME?
¿LA ACTRIZ QUE LO ESTRENÓ FAMOSISIMA?
¿QUIÉN ESTRENÓ HELLO DOLLY O GIPSY?
SI SABÉS LA MITAD DE LAS RESPUESTAS SABES DE MUSICALES.

PERO SABÉS QUIEN O QUÉ ES
IBSEN
HEDDA GABBLER
EL JARDÍN DE LOS CEREZOS
LOS SIETE LOCOS
ROBERTO ARLT
GOROSTIZA
LORCA
LOPE DE VEGA
DRAGÚN
ART
EL CONVENTILLO DE LA PALOMA
VIRGINIA
WOOLF

ALBEE
COSSA
WESKER
LUPPI
DORA BARET
ANA ITELMAN
LA GALVÁN
YO
ANGEL
JUAN RODÓ
EL CERVANTES
LOS ACE
LOS FLORENCIO SANCHEZ
EL LOLA MEMBRIVES
¿POR QUÉ?
PORQUE SABÉS DE TEATRO. DE MUSICALES NO.”

lunes, 2 de diciembre de 2013

Crítica de "(Algo más)", disco de Francisco Ruiz Barlett, interpretado por cantantes de musicales

Categoría: CD

Crítica de (Algo Más), disco interpretado por cantantes de musical

Calificación: 7.3/10 


Este genial disco, que fue financiado por el aporte de la gente (a través de la página web Panal de Ideas), contiene 13 canciones compuestas por Francisco Ruiz Barlett e interpretadas por cantantes de teatro musical.

Una aclaración antes de empezar:
Debo admitir que, cuando me senté a pensar cómo iba a calificar el CD (nunca había criticado un disco en el blog), me sentí un “maestro Siruela” (sí, va con “s” porque hace referencia a un pueblo). Ya sé que 7.3 es una calificación extraña. Por eso, quería explicar de dónde la saqué. Resulta que escuché el CD varias veces y, luego, le fui poniendo una nota a cada canción. Después, hice el promedio de las notas, y me dio 7.3, y decidí no redondear. La verdad es que la mayoría de las canciones tenían una calificación mayor a esa pero, al promediarlas con las otras, quedó ese valor.

En segundo lugar, decidí darle una estrellita a las canciones que me parecieron las más destacadas. A continuación, verán una estrellita verde al lado de las que yo considero que son muy buenas canciones, ya sea por la composición o la interpretación o ambas. Hay una estrellita dorada junto a las dos que más me gustaron. Incluí un breve comentario de cada una, sin hacer alusión a la interpretación de los artistas convocados, porque es acertada en cualquiera de los casos, si bien hay momentos individuales especialmente buenos.
Esta es la lista de canciones, con su respectiva duración:

1. “Otro Lugar” (Federico Salles) – 3:39  Una melodía agradable y sincera.

2. “Primeros Pasos” (Karina K) – 3:46  Su potencial estalla durante la segunda mitad.

3. “Jugar – Perder” (Ricky Bangueses) – 3:31

4. “Mi Voz” (Florencia Otero) – 3:02  Efectivas variaciones de potencia y tono.

5. “La Última Canción” (Vanesa Butera) – 3:59  La melodía encaja perfectamente con la atmósfera que se quiere transmitir.

6. “Dos Melodías, Parte 1” – 3:01 (Juan Manuel Besteiro)

7. “Del Dolor” (Gabriela Bevacqua) – 2:59  Una melodía muy atractiva, sostenida por un magnífico acompañamiento.

8. “Fantasmas” (Stella Maris Faggiano) – 3:26  Muy teatral.

9. “Bienvenido a Kournikova” (Germán Tripel) – 2:27

10. “Aunque descubras todo” (Rosana Laudani) – 2:48

11. “Defendeme” (Leo Bosio) – 3:17

12. “Mira lo Bueno” (Sofía González Gil y Francisco Ruiz Barlett) – 2:17

13. Bonus Track: “Antonia, el Helecho Deshecho” (Pablo José Ríos, con el Coro Nacional “Timbre 3”) – 2:38

La verdad es que no sabía que Francisco Ruiz Barlett era un compositor tan interesante, que no desentona para nada si lo comparamos con, por ejemplo, Hernán Matorra. Su trabajo discográfico es sumamente disfrutable, y se nota que hay compromiso detrás y, sobre todo, amor por el arte. No compone porque sí, indiscriminadamente. Me refiero a que no compone “en serie”, sino que trata de inyectarle a sus canciones algo de vida: ese (Algo más) del título. Esto no quiere decir que algunas de las canciones no puedan haberle surgido súbitamente, sino que trata de que el pentagrama tenga alma, y que la voz fluya a la par de los sentimientos.
Su acompañamiento armónico siempre sostiene bien a la melodía y se luce en varios casos, permitiéndole expandir la expresión artística.
Si bien no todas las canciones me terminaron de cerrar, se ve que hay búsqueda artística en muchos casos. Al componer, uno pasa por muchos estados anímicos, que permiten darle forma a una creación personal. Por eso, los que vemos el resultado terminado sin analizar el proceso no sabemos cómo contextualizar ciertas cosas, y tendemos a interpretarlas como queremos, algo central en el arte.
Al no estar en el contexto de un mismo musical, varias de las canciones de (Algo más) nos brindan la posibilidad de hacer nuestras propias interpretaciones. Por ejemplo, no sé bien a quién le habla Tripel en “Bienvenido a Kournikova” pero, por el estilo, yo me imaginé una escena con un hijo que se reencuentra después de muchos años con un padre que lo abandonó, pero sé que probablemente no se trate de un caso como este. Otro ejemplo, ¿cuál era el sueño que se le destruyó a Faggiano en “Fantasmas”? Uno más: ¿qué trata de decir la canción “Antonia, el Helecho Deshecho”?
Es curioso que el (Algo más) del título esté entre paréntesis. ¿Habrá sido una mera elección estética o quiere simbolizar algo? Tal vez, nos quiere introducir a un ámbito de intimidad y complicidad, o mostrar que se nos está por revelar algo que podría pasar desapercibido en primera instancia, o, como dije antes, simbolizar todo eso que las canciones tienen de trasfondo, su mismísimo corazón.

Como arreglador, Fran Ruiz Barlett tomó algunas decisiones interesantes, como durante el efectivo final de “Aunque descubras todo”.


En cuanto a las letras, son correctas, pero el fuerte de Ruiz Barlett está en la música (y en la interpretación, aunque breve, durante “Mira lo bueno”). No se propone una renovación en cuanto a los temas de las canciones: la mayoría se trata de amores conflictivos. No estoy diciendo que el tema esté mal tratado, sino que remarco que, en general, se gira alrededor de problemas de pareja. Hay tramos donde Ruiz Barlett hace una aproximación a ese concepto desde costados más atractivos. Por ejemplo, me gustó la idea para la canción “Defendeme”.
Igual, hay un par de momentos donde el compositor se despega de esa línea y trata otros temas, como en la intensa “Fantasmas” y la simpática “Mira lo bueno” (y, claro, “Antonia, el Helecho Deshecho”).
Fue un acierto no buscar la expresión poética rebuscada, porque le saca pretensión al disco, y hace que algunas de las emociones sean más creíbles (si bien no sabemos si, bien usada, le hubiera sumado intensidad en algunos casos). No hay una renovación poética, y eso le da sinceridad a lo que se dice.
Sin embargo, se utilizan recursos del género lírico. Como siempre sucede con algo tan subjetivo, algunos me gustaron más que otros. Les doy un ejemplo de los dos en una misma canción (“La última Canción”): no me gustó la imagen sensorial “olor a soledad”, pero sí la idea de no poder creerle a las lágrimas (personificación).

En cuanto a lo interpretativo, este CD es prácticamente inobjetable. Ruiz Barlett supo rodearse de excelentes artistas para interpretar sus canciones. Al haber transitado el género del teatro musical, saben cómo contar una historia con una canción y transmitir sentimientos y sensaciones a través de su voz.

Por otra parte, Ruiz Barlett es un gran músico, y esto se puede apreciar en el disco, porque es él quien toca el acompañamiento instrumental en las canciones, con notable habilidad expresiva.
La calidad del sonido es realmente muy buena. La grabación y masterización estuvo a cargo de Joaquín Rosson (Conde Estudio).

Tengo que decir que el CD me pareció demasiado corto (en total, dura 40 minutos y 50 segundos), y que me dejó con ganas de más. Parece que habrá un segundo disco pero, al margen de esto, sigue siendo muy poco tiempo para un CD que sale $90. Para ajustarse a ese precio, tendría que haber tenido algunas canciones más. De todas formas, cuando uno tiene en cuenta que el 50% del valor será donado a la Fundación Si (www.fundacionsi.org.ar), comprende que en realidad está pagando un monto razonable por el disco (la mitad) y que, con el resto, está colaborando con una buena causa.

Además, la presentación es muy buena, y viene con un librito con fotos de los artistas, realizadas con el profesionalismo de siempre por Fuentes2Fernández (www.facebook.com/Fuentes2FernandezFotografias). Por cierto, estos fotógrafos también alcanzaron concretar un proyecto a través de Panal de Ideas: http://panaldeideas.com/proyectos/pequenos-gestos-cambian-el-mundo-calendario-2014/.

En cuanto a la presencia de la manzana verde en las fotos, todo parece indicar que se trata de una forma de representar el corazón de cada artista. Un corazón vulnerable, expuesto a la intemperie.

En fin, ¡recomiendo este disco!
¿Dónde se puede conseguir?

*En Kik.bol.cheinch, en la galería del Teatro Apolo (Av. Corrientes 1372), bajando las escaleras y yendo hacia la derecha. Ahí lo compré yo, a $90.

*Por Mercado Libre, a $89, aunque, al menos por ahora, figura como “Publicación finalizada”.

*El miércoles 11 de diciembre, a las 20:30 hs., en La Oreja Negra (Uriarte 1271), se va a estar presentando el disco. Las entradas ya están en venta, desde $80. No sé a qué precio se va a vender el disco en la presentación.
Podés reservar tu entrada con 25% de descuento acá: http://www.atrapalo.com.ar/entradas/francisco-ruiz-barlett_e86968/

*Aparentemente, en el Teatro Ópalo (el sábado había un cartel que decía que se vendía ahí). La dirección es Junín 380. Por las dudas, antes de ir, les conviene mandar un mail a elopaloteatro@gmail.com, preguntando.

Twitter: @Franruizbarlett


Más información:
Diseño gráfico: Martín Bayne
Fotografía: Victoria Médici
Producción: Francisco Ruiz Barlett

Productores adjuntos: Germán Curetti, Yasmin Ascaso y Estanislao Auriemma