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miércoles, 22 de octubre de 2014

Crítica de "Los Nixis y el bosque prohibido", de Alejandra Rubio, Hernán Matorra y Tomás Wicz

 Categoría: INFANTIL/JUVENIL

Crítica de Lo Nixis
y el bosque prohibido

Buenos Aires, Argentina
Temporada 2014 (Teatro El Cubo)

Nivel: /8
(Faltan 1 obra para completar el grupo de 3)
  

Antes de comenzar, quiero aclararles algo. Tal vez crean que están leyendo una crítica, pero no lo están haciendo. En realidad, yo tomé posesión de sus mentes. Perdonen que lo haya hecho, pero es la única forma que les puedo contar sobre los seres mágicos llamados nixis. Por el momento, dejen que su consciencia vague por ningún lado en particular. Les prometo que hacia el final se las voy a devolver, y todo esto habrá parecido real… pero no lo fue. Ahora sí:

lunes, 6 de octubre de 2014

Crítica de "Hora y Cuarto" de Mariano Taccagni y Javier López del Carril

Categoría: INFANTIL/JUVENIL

Crítica de Hora y Cuarto

Buenos Aires, Argentina
Temporada 2014 (Centro Cultural Borges)

Nivel: 7 /8
(Faltan 2 obras para completar el grupo de 3)


¿De qué se trata?: De la tensa hora y cuarto previa a una función. Una parodia a los entretelones del mundo del teatro musical hecha por jóvenes intérpretes (entre 8 y 19 años).

El punto fuerte de la obra: la coreografía de Milagros Michael.
Además de ser una buena bailarina, Michael es una destacada coreógrafa, al menos para manejar elencos infanto-juveniles. En Hora y cuarto, trabajó con movimientos disociados y amalgamó los estilos de danza jazz y hip hop.
La respuesta del elenco es óptima, y se nota que los intérpretes se han formado en baile. Realmente me sorprendió el primer cuadro por su limpieza (como luego remarca uno de los personajes). Las coreografías son bastante exigentes y requieren de concentración, porque los pasos cambian con rapidez. Sin embargo, los chicos no tienen problemas con ellas, no miran al piso y casi siempre logran un alto grado de coordinación. Otro desafío que sumó Michael fue el del planteo coreográfico en varios planos, que obliga a todos a tomar consciencia de la totalidad del espacio escénico (por eso sirve tanto a nivel pedagógico). Entonces, ya desde el vamos, la obra me emocionó porque en los primeros cinco minutos percibí el talento que tenía delante. Por supuesto, hay que seguir desarrollándolo (en algunos casos, con más esfuerzo que en otros). Sin embargo, en líneas generales, esta Compañía de Teatro Musical Juvenil está a un nivel superior que otros grupos no juveniles (y que ciertos supuestos artistas con su nombre destacado en una marquesina de un teatro comercial).

martes, 22 de julio de 2014

Crítica de "Oz, en concierto", de Eduardo Gondell y Diego Monk

Categoría: MUSICAL INFANTIL

Crítica de Oz, en concierto
Basada en el libro The Wonderful Wizard of Oz (1900), de L. Frank Baum

Buenos Aires, Argentina.
Temporada 2014 (Auditorio Belgrano).

Nivel: /8
(Se completó el grupo. Ya podés votar en la comparación Nº1, que aparece bien arriba en la barra de la derecha. Más detalles al final de esta crítica)


El punto fuerte de la obra: el dúo protagónico, Florencia Otero y Patricio Arellano.

Con solvencia escénica y simpatía, ponen en evidencia que no es necesario estar siempre presentes en un programa de TV para poder conectarse desde el primer momento con el público infantil. A lo que me refiero es que, si bien este espectáculo es un pariente cercano del ciclo televisivo La maga y el camino dorado, este dejó de emitirse en 2009. Por lo tanto, muchos de los chicos de la platea ni se acuerdan de que existió. Por eso, no es el fanatismo por un programa lo que los predispone a prestar atención, sino que quedan librados al magnetismo de los intérpretes.

Con respecto a La maga, que se emitió por Nickelodeon, fue vendido a distintas partes del mundo y todos los miembros del elenco de Oz, en concierto repiten sus roles en el teatro. Con excepción de Germán Tripel, claro, que encarna al León cobarde (si leyeron Wicked entenderán por qué se escribe con mayúscula). En aquella ficción era Alejandro Paker quien hacía ese papel, pero si también participara de esta obra necesitaría un pulmotor (actúa en El Capitán Beto, El Principito y Priscilla). [Una pequeña anécdota antes de seguir: recuerdo muy bien cuando La maga comenzó a grabarse porque en 2008 yo tenía sesiones con el mismo terapeuta que Florencia Otero y él me había anticipado que su “pacientita” (así dijo) iba a protagonizarla y que estaba orgulloso. Como ya habrán notado a lo largo de las críticas, ya no hago más terapia.]

Volviendo a los protagonistas, Arellano arremete con una poderosa canción en la que pide “Música por favor” y despierta aplausos espontáneos. Tiene un muy buen dominio de su voz, tanto para lo rockero como para lo melódico. Por su parte, Otero se muestra con su calidez habitual para cantar y actuar, y se carga al hombro toda la obra. Carlos March (Espantapájaros), Leonardo Trento (Hombre de Lata), Germán Tripel (León) y Andrea Surdo (bruja buena) son quienes la escoltan en su aventura.

Sin embargo, todos ellos tienen un acompañamiento mayor: una banda integrada por Leandro Zilberberg (teclado), Nicolás de Carli (guitarra eléctrica), Julian Gondell (batería) y Lautaro Rico Gómez (bajo). El hecho de que la mayoría de las canciones sean interpretadas con acompañamiento en vivo es un valor agregado que el público agradece. La premisa de quebrar el relato con momentos de concierto es lo que le da su impronta a esta nueva incursión en una historia tan versionada. Los chicos viven ciertos tramos como un recital, y eso es mérito de la elección del director Eduardo Gondell y de la entretenida música de Diego Monk (algunas canciones están muy bien logradas).
Hugo Gómez Carranza también repitió el rol que ocupaba en el programa de TV y montó algunas coreografías muy sencillas.

El guión de Eduardo Gondell es una aproximación simple a la historia del libro El Maravilloso Mago de Oz. Si bien es una gran novela de fantasía, resulta que la película musical de 1939 (El Mago de Oz) es tan fuerte en la cultura popular que gran parte de las adaptaciones suelen remitirse a ella antes que al material de origen, al que terminó opacando. La verdad es que se entiende el porqué: el film es entrañable y atesorado por varias generaciones, en contraposición, por ejemplo, al mucho menos conocido musical de Broadway The Wiz, que tuvo su versión fílmica con Diana Ross, Michael Jackson y Lena Horne en 1978. Pese a los malos comentarios, a mí me sigue resultando una película interesante. Retomando la versión de Gondell, tomó unos pocos elementos del clásico de los clásicos que protagonizó Judy Garland e hizo una adaptación reducida para mantener la atención de los chicos. Además, le agregó ideas de su propia cosecha: situó el “mundo real” en la ciudad y delineó una historia de amor. Cabe decir que lo que se cuenta no está extraído del programa de TV.

Se utilizan proyecciones en tres pantallas para abreviar alguna parte del relato, mostrar la transición entre la ciudad y el país de Oz, incorporar a personajes a la acción o ambientar la escena o la canción. La ciudad se muestra en blanco y negro (en un guiño a la película) y el país de Oz, a color. Tal vez la mezcla de lenguajes visuales no sea la mejor elección para representar este último, pero puede funcionar en el marco del concierto (en cuyo caso, yo le hubiera sacado ciertos degradados, pero es una minucia muy personal). Sí es más efectivo el recursos usado para el encuentro con el Mago (donde se cambia lo que sucede en el libro y la película) y la idea de tener presente a Florencia en la pantalla mientras Patricio canta sobre su amor por ella.

Más información:
Dirección: Eduardo Gondell
Prensa: Sandra Beerbrayer
Teatro: Auditorio Belgrano (Av. Cabildo y Virrey Loreto; entrada: Virrey Loreto 2348)
Precio de las entradas: $100 (pullman), $150 (platea filas 28 a 32), $180 (platea filas 21 a 27), $200 (platea filas 11 a 20) y $220 (platea filas 1 a 10)
Entradas a la venta en el teatro y por Ticketek
Funciones: jueves a domingo 18:30 hs.
Duración: 1 hora y 10 minutos
Promoción: presentando el programa de mano en boletería y comprando una entrada para otro infantil del Auditorio Belgrano (El Principito o Cosas de payasos), se obtiene una entrada gratis para el tercero de los musicales infantiles.
Cosas de payasos: 15 hs. / El Principito, una aventura musical: 17 hs.

[Integran también el nivel 6 de los musicales infantilesDoki, una expedición musical y El Principito, una aventura musical.]

DETALLES SOBRE LA COMPARACIÓN Nº1:
Como ya había anticipado al implementar el nuevo sistema, cada vez que 3 obras llegaran al mismo nivel las iba a comparar para decidir cuáles 2 van a figurar en el ranking que se va a ir armando de a poco. Yo voy a elegir la primera y la segunda surgirá de la encuesta que pueden ver bien arriba en la barra de la derecha (si están en la versión móvil, es probable que no puedan visualizarla, pero pueden dejar su voto en forma de comentario en cualquier entrada o enviando un mail). Va a ser una votación fugaz, que va a terminar el jueves a la tarde y seguramente tenga muy pocos votos. Si prefieren usar Twitter para votar, pueden mencionar @ECdeMusicales así puedo ver su elección. Si nadie vota, 1 sola obra aparecerá en el ranking.
¿Cuál es el objetivo didáctico de esto?: Enriquecer la visión que podemos tener de cada obra en comparación con otras, descubriendo virtudes y flaquezas.
¿Cuál es el otro objetivo de esto?: Ponerle un poco de competitividad a la cuestión.

lunes, 21 de julio de 2014

Crítica de "El Principito, una aventura musical", de Carmen Castelli y Raquel Ratti

Categoría: MUSICAL INFANTIL

Crítica de El Principito, una aventura musical
Basada en el libro Le Petit Prince (1943), de Antoine de Saint-Exúpery

Buenos Aires, Argentina.
Temporada 2014 (Auditorio Belgrano).

Nivel: /8
(Se completó el grupo. Ya podés votar en la comparación Nº1, que aparece bien arriba en la barra de la derecha. Más detalles al final de esta crítica)

 
El punto fuerte de la obra: la participación de Martín Ruiz como el vanidoso.

En ese número, con fuerza y humor, brinda el mejor momento musical de la propuesta y la caracterización más divertida. A su vez, interpreta más tarde al zorro. Para mí y para muchos otros, ese episodio es el más emocionante del libro, y tiene un significado lindísimo que hace que uno no se canse de leerlo. Sin embargo, la contra de que esté tan arraigado el imaginario popular es que ninguna adaptación está a la altura del original.


De hecho, en general, El Principito es un libro difícil de versionar. Es sabido que si bien presenta algunos atractivos para chicos, son los adultos quienes pueden espiar debajo de su simbolismo (el comienzo de la obra ya entrevé esto, con la frase de Saint-Exúpery: “Todos fuimos chicos alguna vez”). Se ha hablado mucho de que cada nueva lectura es mágica y reveladora. En ese sentido, lo relaciono con el todavía más complejo Alicia en el País de las Maravillas, prácticamente inadaptable. Por todo esto, es un mérito que esta propuesta se haya animado a hablarle los chicos. Aquí hay que aclarar algo importante: este espectáculo no es para niños que pierdan interés fácilmente (hubo varios de ellos en la función a la que asistí). Apunta a chicos en edad escolar, que puedan seguir la historia y, sobre todo, los diálogos (si bien han sido oportunamente simplificados en la adaptación de Carmen Castelli). Si no, recomiendo introducir a los niños en el contenido del libro para ayudarlos a comprender.

En esta versión, hay menos parafernalia técnica que en la de 2003 (con Sebastián Francini, Juan Carlos Baglietto y Patricia Sosa) y la de 2013 (con un elenco similar al de la puesta actual). Sin embargo, sabemos que lo importante de El Principito está en la palabra y el delineamiento de los personajes, y es por eso que es central que los chicos que asistan sean capaces de interesarse por la historia.
De todas formas, se mantiene el cruce entre los lenguajes teatral y cinematográfico. Por tramos, el relato avanza a través de proyecciones muy bien producidas y por otros, la pantalla sirve de ambientación para la interacción de los actores en vivo.

Raquel Ratti (letras y música) no sacrifica el significado de algunas de las canciones en pos de conseguir una melodía pegadiza, pero deja en claro que también sabe componer algo que los chicos puedan tararear fuera del teatro (“Aprender a mirar”).

Alejandro Paker es tan efectivo como siempre, pese a que estas vacaciones de invierno tendrá que encarnar a tres personajes por jornada (además de El Principito, protagoniza El Capitán Beto y Priscilla, la reina del desierto). Aunque su participación es breve, él es responsable de casi toda la carga emotiva, y la termina depositando en su solo sobre el final. Por su parte, Thomas Lepera (el Principito) y Julieta Poggio (la flor) logran una gran conexión con la platea infantil. Tanto Carlos March (astrónomo turco y borracho) y Sebastián Francini (rey y hombre de negocios) se suman al reto de componer dos personajes distintos, guiados por el director Eduardo Gondell. Patricia Browne (la serpiente) exhibe un buen trabajo vocal.

Para el ensamble se convocó a algunos intérpretes destacados del género, y fueron coreografiados por Hugo Gómez Carranza. Contribuyen a fijar la atención de los chicos en el escenario.


Datos:
1) Se han hecho otras versiones musicales de El Principito, pero la más conocida es la película que Stanley Donen dirigió en 1974. Recuerdo haberla visto varias décadas después en VHS. El guión era de Alan Jay Lerner y la música, de Frederick Loewe, la dupla de Mi Bella Dama, Camelot, Brigadoon y Gigi. Si bien esta adaptación no me terminó de cerrar del todo, hay que reconocer que tenía ciertos pasajes curiosos, como el de la serpiente, que era interpretada por el mismísimo Bob Fosse (con bombín y cigarrillo incluidos). Se dice que su baile en la película influenció a Michael Jackson. Otro número coreográficamente memorable reproducía el estilo geométrico y caleidoscópico de Busby Berkeley. Una característica del film es que es extremadamente lúgubre (por las actuaciones, la fotografía, los planos, la dirección de arte y la música).

2) Se comenta que la montaña que se ve en la ilustración de de Saint-Exúpery y que aparece tanto en esta crítica como en el libro no es otra que el monte Fitz Roy (ubicado en Santa Cruz). El autor y aviador quedó fascinado con nuestra Patagonia.

Más información:
Dirección: Eduardo Gondell
Dirección musical: Eduardo Frigerio
Elenco: Thomas Lepera, Alejandro Paker, Patricia Browne, Carlos March, Martín Ruiz, Sesbastián Francini y Julieta Poggio
Ensamble: Carlos Pérez Banega, Leandro Bassano, María Laura Cattalini, Fernanda Vallejo Córdoba y Ezequiel Corbalán
Prensa: Sandra Beerbrayer
Teatro: Auditorio Belgrano (Av. Cabildo y Virrey Loreto; entrada: Virrey Loreto 2348)
Precio de las entradas: $100 (pullman), $150 (platea filas 28 a 32), $180 (platea filas 21 a 27), $200 (platea filas 11 a 20) y $220 (platea filas 1 a 10)
Entradas en venta en el teatro y por Ticketek.
Funciones: jueves a domingo 17 hs.
Duración: 1 hora y 20 minutos
Promoción: presentando el programa de mano en boletería y comprando una entrada para otro infantil del Auditorio Belgrano (Oz, en concierto o Cosas de payasos), se obtiene una entrada gratis para el tercero de los musicales infantiles.
Cosas de payasos: 15 hs. / Oz en concierto: 18:30 hs.

[Integran también el nivel 6 de los musicales infantiles: Doki, una expedición musical y Oz, en concierto.]

DETALLES SOBRE LA COMPARACIÓN Nº1:
Como ya había anticipado al implementar el nuevo sistema, cada vez que 3 obras llegaran al mismo nivel las iba a comparar para decidir cuáles 2 van a figurar en el ranking que se va a ir armando de a poco. Yo voy a elegir la primera y la segunda surgirá de la encuesta que pueden ver bien arriba en la barra de la derecha (si están en la versión móvil, es probable que no puedan visualizarla, pero pueden dejar su voto en forma de comentario en cualquier entrada o enviando un mail). Va a ser una votación fugaz, que va a terminar el jueves a la tarde y seguramente tenga muy pocos votos. Si prefieren usar Twitter para votar, pueden mencionar @ECdeMusicales así puedo ver su elección. Si nadie vota, 1 sola obra aparecerá en el ranking.
¿Cuál es el objetivo didáctico de esto?: Enriquecer la visión que podemos tener de cada obra en comparación con otras, descubriendo virtudes y flaquezas.
¿Cuál es el otro objetivo de esto?: Ponerle un poco de competitividad a la cuestión.

viernes, 11 de julio de 2014

Crítica de "Doki, una expedición musical"

Categoría: MUSICAL INFANTIL

Crítica de Doki, una expedición musical

Buenos Aires, Argentina.
Temporada 2014 (Teatro Metropolita Citi).

Nivel: /8
(Se completó el grupo. Ya podés votar en la comparación Nº1, que aparece bien arriba en la barra de la derecha. Más detalles al final de esta crítica)
  

¿De qué se trata?: El Club Mundial de Expedición lanza un concurso para encontrar a la mejor banda musical. Cada grupo deberá mandar un video, y el material será evaluado por un jurado. Sin embargo, no todo es tan simple. Los participantes deberán viajar por diferentes países y biomas para conseguir los instrumentos con los que deberán tocar. Como ya se sabe, la aventura siempre entusiasma a Doki y sus amigos (Gabi, Anabella, Mundi, Oto y Fico), así que aceptan el desafío.

El punto fuerte de la obra: la realización de personajes de Sara Trama y Alejandro Bologna.

Siempre están al acecho… Sobre todo, en vacaciones de invierno… Son el temor de los actores improvisados y de los guionistas ociosos… Buscan respuestas inmediatas… No se conforman con cualquier cosa… Estamos hablando de los chicos intrépidos.
Antes de comenzar la función de Doki, una expedición musical, noté que una niña de unos 4 años asediaba a una de las acomodadoras, mientras mantenían un divertido debate. ¿La razón? La chica no podía concebir que Doki, que para ella solo aparecía “en la tele”, fuera a presentarse corpóreamente ante los espectadores.
Esto me recordó cuando a mí me pasaba lo inverso, y no entendía bien qué era el cine hasta que pude experimentarlo (en los cines Los Ángeles, sobre la Av. Corrientes, y América, sobre la Av. Callao, que desaparecieron hace algunos años). Yo tenía tan instalado el concepto de teatro que me costaba pensar en una historia que no se contara en vivo.

Volvamos a la niña del comienzo. La acomodadora, con mucha paciencia, le explicó que ella era amiga de Doki, y que ya le iba a creer que existía cuando lo viera. La chica siguió retrucando con varios “A que no”, pero una vez que empezó la obra, quedó tan maravillada como el resto de los chicos. Es evidente que Doki es un personaje muy querido, y la platea le dio una recepción muy calurosa a lo largo de todo el espectáculo (demostraron especial afecto los chicos de 3 y 4 años).
Gran parte de esto tiene que ver con el trabajo de Trama y Bologna, cuyos diseños enormes asombran a los pequeños. Eso sí, cada madre o padre sabe si su hijo se asusta habitualmente al ver ‘muñecos’ tan grandes (hubo un solo caso de un chico que se impresionó un poco en la función a la que asistí).

El guión es ameno y simple, y el público (público difícil, por cierto) al que apunta el montaje presta atención a su desarrollo, a la vez que participa cuando se lo piden.

Ayudan a mantener el interés el intervalo de 10 minutos y los cambios de escenografía, que acompañan el viaje por América de los protagonistas. Sí, según muestran las imágenes al costado del escenario, Doki es un “perro de mundo”, y ha viajado mucho (y eso que solo tiene 10 años). En esta oportunidad, le tocará ir a la Selva Amazónica (Brasil), al desierto de Sonora (Méjico) y al glaciar Perito Moreno (Argentina). Es una buena idea que el video que ayuda a las transiciones muestre la ubicación geográfica de cada lugar, a la vez que se comentan algunos datos sobre él. Otra forma de reforzar el componente didáctico de la obra se da por medio de los instrumentos musicales que los exploradores deben fabricar en cada misión. Con tablet en mano, Doki va leyendo ciertas características sobre ellos. Aunque no sé si estaba planteado así o si fue casualidad, es interesante ver el concepto que deja toda la travesía: la música es una construcción de diferentes culturas. Por supuesto, el show tiene varias canciones.

Las coreografías de Alejandro Lavallen son ejecutadas con más coordinación que la que demuestran algunos seres humanos en otras obras. Tanto Lavallen como Alejandra Fleurquin (dirección artística y actores), junto con el elenco, tuvieron que resolver problemas de espacio, dadas las dimensiones de los personajes.

Por último, los valores principales que quiere destacar la historia son el trabajo en equipo, la amistad y el ingenio para resolver problemas sencillos.

  
Más información:
Dirección: Alejandra Fleurquin
Asistente de dirección: Luciana Rico
Supervisión artísitca para montaje: Javier Pironi
Elenco: Silvina Crivella, Florencia Grecco, Jenifer Ferraro, Romina Nuñez Herrería, Juan Manuel Auli, Silvina Cerri, Ivana Altamirano y Mayra Rubino
Voces: Constanza Faraggi, Natalia Rosminati, Melisa Souerón y Jimena Vallejos
Realización escenográfica: Yamila Sakin
Vestuarista: Graciela Ingratta / Vestuarios especiales: Avatar Vestuarios
Producción ejecutiva: La Tienda de Atrás / Exim Entertainment
Prensa y comunicación: Sandra Beerbrayer

Teatro: Metropolitan Citi (Av. Corrientes 1343)
Duración: 1 hora y 10 minutos (incluyendo un intervalo de 10 minutos)
Funciones: sábados y domingos a las 14:30 y a las 16:30 hs. En vacaciones de invierno (a partir del 22/7), de martes a domingo a las 14:30 y a las 16:30 hs. No hay función el domingo 13/7 a las 16:30 hs.
Precio de las entradas: desde $130 a $220 – Los menores de 2 años abonan un seguro de $30 en la boletería

Promociones: 25% off y 6 cuotas sin interés con tarjeta Citi; 2x1 a través de la revista Miradas o la página de Cablevisión (exclusivo para clientes)

[Integran también el nivel 6 de los musicales infantilesEl Principito, una aventura musical y Oz, en concierto.]

DETALLES SOBRE LA COMPARACIÓN Nº1:
Como ya había anticipado al implementar el nuevo sistema, cada vez que 3 obras llegaran al mismo nivel las iba a comparar para decidir cuáles 2 van a figurar en el ranking que se va a ir armando de a poco. Yo voy a elegir la primera y la segunda surgirá de la encuesta que pueden ver bien arriba en la barra de la derecha (si están en la versión móvil, es probable que no puedan visualizarla, pero pueden dejar su voto en forma de comentario en cualquier entrada o enviando un mail). Va a ser una votación fugaz, que va a terminar el jueves a la tarde y seguramente tenga muy pocos votos. Si prefieren usar Twitter para votar, pueden mencionar @ECdeMusicales así puedo ver su elección. Si nadie vota, 1 sola obra aparecerá en el ranking.
¿Cuál es el objetivo didáctico de esto?: Enriquecer la visión que podemos tener de cada obra en comparación con otras, descubriendo virtudes y flaquezas.
¿Cuál es el otro objetivo de esto?: Ponerle un poco de competitividad a la cuestión.

miércoles, 2 de julio de 2014

Crítica de "WOOW", de Mariano Chiesa, Joaquín Bonet y Eduardo Frigerio

Categoría: MUSICAL INFANTIL

Crítica de WOOW

Buenos Aires, Argentina.
Temporada 2014 (Teatro Metropolita Citi).

Nivel: 7.5 /8
(Faltan 2 obras para completar el grupo)
  
¿De qué se trata?: Conoceremos el edificio de Mariano, sus vecinos (la Sr. Gossip y Noriaam), sus amigos (Luchi y Chiko) y, sobre todo, su laboratorio secreto, donde prepara los juegos para su programa de televisión. Surgirá un problema inesperado, y todos participaremos para intentar solucionarlo. Un espectáculo con juegos y canciones.

El punto fuerte de la obra: el protagónico de Mariano Chiesa.

Hace algunas semanas iba en un auto y, de casualidad, escuché un fragmento de una entrevista radial que le estaban haciendo a Chiesa. En ella, habló de su vínculo con el público infantil y mencionaba su experiencia en un grupo de ‘infancia misionera’, que había sido un aprendizaje importante. Después de haberlo visto en el escenario, puedo asegurar que se nota la marca de aquella época. Creo haber mencionado anteriormente que fue la práctica de esa misma actividad la que me enseñó a relacionarme con los chicos y me abrió completamente el panorama. El mundo de los chicos es muy frágil, pero también muy receptivo. No es novedad que demandan un trato especial y afectuoso y que hay muchas cosas de las que hay que protegerlos. El hecho de que los padres “te confíen a sus hijos”, como dice Chiesa al final de la obra, es una responsabilidad enorme, y él cumple con creces.

Empecemos por el hecho de que no subestima a nadie (ni a los niños ni a los adultos). Lamentablemente, el mundo está lleno de animadores de cumpleaños que, por la forma en que tratan a los chicos, parecen creer que tienen una inteligencia menor a la de una jauría de perros. Y ni que hablar de los espectáculos infantiles promedio (más adelante voy a volver a hablar de ellos). Por suerte, Chiesa entiende que los pequeños están ávidos de algo nuevo e interesante, y quieren que los respeten como espectadores. Gracias a la dirección de Ariel del Mastro, que rompe constantemente la cuarta pared e involucra a la platea a lo largo de toda la obra, Chiesa puede fortalecer la conexión con ellos y los mantiene atentos. También ayuda el componente participativo: el público tiene paletas de colores para responder preguntas con opciones múltiples.

Por otra parte, Chiesa tiene carisma para dirigirse a los adultos. Así, por ejemplo, se ríe de sus equivocaciones o bromea sobre su uso del español neutro, que se le pega a los chicos (“Después se les pasa, ¿o ustedes entran al trabajo cantando ‘XU-XU-XU-XA-XA-XA’?”). Además, se permite algunos ‘guiños’, como la breve referencia a la AFIP y los dólares en pleno conflicto con los fondos buitre.

Otra decisión de Ariel del Mastro fue imprimirle algo del vertiginoso ritmo televisivo al show. Por supuesto, es un claro pariente del programa VelozMente, que Mariano conduce hace tres años por la pantalla de Discovery Kids. Los chicos agradecen encontrarse con él en carne y hueso, y le gritan desde sus butacas (o en la cara, cuando Chiesa baja del escenario). Algunos, inscriptos a través de la fanpage de Mariano en Facebook, suben al escenario a participar de juegos.

En definitiva, estamos frente a un espectáculo creativo, que es un adjetivo que el 96% de las obras infantiles parece desconocer (y esto, siendo generoso). Es más, a otro gran porcentaje de musicales para adultos les vendría muy bien ese espíritu imaginativo.
Luciano Levington es uno de los responsables de que WOOW sea un producto de tanta jerarquía. Estuvo encargado del diseño de juegos y de escenografía (con una ágil y divertida transición se pasa del departamento pop art de Mariano y la pulcra morada de la Sra. Gossip al colorido laboratorio de juegos). Hay una gran inversión, es cierto, pero también hubo un planteo escrupuloso.

El guión de Joaquín Bonet (que adapta una historia de Chiesa) es dinámico porque alterna el relato con los mencionados juegos y, por supuesto, con la música. El experimentado Eduardo Frigerio aporta sus melodías pegadizas para hacer bailar al público (“¿Quién dice que no puede haber un boliche en una obra para chicos?”, se pregunta Chiesa). Y, claro, nunca está de más reforzar las palabras “Gracias, por favor, permiso, perdón”.

El resto del elenco (Florencia Cappiello como Luchi, Mariela Passeri como la Sra. Gossip, Manuel Victoria como Chiko y Rafael Walger como el ruso Noriaam) adopta un registro caricaturesco, reforzado por el vestuario de Alejandra Robotti. Los chicos responden con risas ante las intervenciones de Chiko, un títere del estilo de los de Avenida Q (que Chiesa protagonizó), manejado por Manuel Victoria (que también estuvo en esa obra). De hecho, hay otra referencia a Avenida Q por medio de las cajas  de cartón que cantan.

Los personajes saltan al ritmo de las coreografías de Nina Iraolagoitia (nótese que el jopo de Chiesa, que sería la envidia de Silvio Soldán, permanece intacto). Las luces de Gaspar Potocnik los acompañan, y además participan de la referida transición escenográfica y ponen en primer plano el interior del edificio o su exterior, según corresponda.
El simpático video de Maxi Vecco utiliza la técnica stop motion e introduce rápidamente la historia y el espíritu de la obra.
Por último, este es un espectáculo que puede ser disfrutado tanto por chicos que están en jardín de infantes como por otros más grandes. Doy por descontado que los adultos van a agradecer haber ido a ver WOOW antes que los otros consabidos espectáculos infantiles a los que hacía referencia más arriba. Chiesa puede ir haciendo un espacio en su casa para el premio Hugo a la mejor actuación masculina en infantil.

Más información:
Dirección general: Ariel del Mastro
Dirección musical: Eduardo Frigerio
Asistente de dirección y Stage Manager: Pablo Drutman
Jefes técnicos: Esteban Glascher y Patricio Moore
Sound FX: José María Lassaga y Tomás Tyrrell
Electricista: Gustavo Sequeira
Operador de juegos y video: Darwin Flores
Prensa: Sandra Beerbrayer
Comunicación: Jimena Montaña y Agustina Cabo
Diseño gráfico: Francisco Capuzzi
Producción ejecutiva: Magalí Altman y Luciana López
Asistentes de producción: Lucas Touriño y Gabriel Asdourian
Producción general: MP Producciones; Ozono Producciones

Teatro: Metropolitan Citi (Av. Corrientes 1343)
Precio de las entradas: $150 a $250 (los menores de 2 años sólo abonan un seguro de $25)
Funciones: miércoles, sábado y domingo 15 hs. A partir del sáb. 19 de julio y durante las vacaciones de invierno: martes a jueves 15 hs.; viernes a domingo 15 hs. y 17 hs.
Entradas en venta en el teatro y a través de www.plateanet.com
Promoción: 25% de descuento con tarjeta Citi
Duración: 1 hora y 25 minutos


Me pareció oportuno terminar la nota con la foto que se ve a la derecha, en la que reproduzco el gesto WOOW y aparecen tanto el programa de mano de la obra como un CD de Xuxa que tengo hace bastantes años.

miércoles, 7 de mayo de 2014

Crítica de "La Nueva Era Extraordinaria", de Juan Cruz Argento, Diego Nygaard y Luciana Bande

Categoría: INFANTIL

Crítica de La Nueva Era Extraordinaria

Buenos Aires, Argentina.
Temporada 2014 (Teatro Sha).

Calificación: 7.5 /10


¿De qué se trata?: Los integrantes de un circo deciden encerrarse en su carpa y suspender sus funciones tras contemplar el odio del mundo exterior. Una noche, llega Arturo, un hombre en silla de ruedas, que los persuade a sacar a relucir su talento una vez más.

El punto fuerte de la obra: la coreografía de Soledad Mauricci.

Voy a empezar yéndome por las ramas. Desde que tengo recuerdos, solía ir de vacaciones con mi familia a un pueblito de la provincia de Buenos Aires llamado Verónica (que hace bastantes años que no visito). Como se imaginarán, no había ningún atisbo de manifestación teatral. Recuerdo que, una vez, el lugar se revolucionó porque se instalaron Anthony Hopkins y Laura Linney. Vaya uno a saber por qué extraña razón a alguien se le ocurrió filmar parte de una película ahí, pero el punto es que uno se podía encontrar a esos actores conocidísimos rodando una escena en donde habitualmente compraba empanadas. En fin, en Verónica, lo artístico pasaba por el carnaval y por el circo. El espectáculo de circo estaba hecho a pulmón, con mucha dedicación. Recuerdo uno de sus números particularmente: mientras sonaba una canción como para hacer aerobics, el presentador decía adjetivos como “¡Belleza! ¡Glamour! ¡Destreza! ¡Talento!” y remataba “¡Ella es Silvia!”. Y salía la tal Silvia, que no era tan glamorosa después de todo, y proseguía a hacer el famoso hula-hula con varios aros, cada vez sumando más, mientras seguía sonando la música. El presentador arengaba “Y ahora… ¡más rápido!”, hasta que llegaba el punto de la velocidad máxima. Resulta que el supuesto momento de mayor rapidez era exactamente igual al anterior, sólo que se recurría a una iluminación intermitente, que daba la idea de que Silvia estaba aligerando los movimientos. Párrafo aparte merecería el cuadro de los motovoladores, con un vehículo cuyo caño de escape despendía un humo negro. Pero el punto es que ponían todo de sí para que el show fuera lo más cautivante posible, pese a no su falta de  profesionalismo.
Después de esta anécdota, a lo que quiero llegar es que la disciplina circense implica una combinación de entrenamiento con apasionamiento, y puede ser desarrollada tanto por grandes compañías internacionales como por un grupo de intrépidos como en Verónica. La cultura popular hace siglos que viene mostrando a los artistas de circo clásico como excéntricos y un poco sufridos, y esto va unido a la los conceptos de amor por el arte como forma de vida y de perseverancia.

Soledad Mauricci, coreógrafa de La Nueva Era Extraordinaria, se apropia del espectáculo, puesto que es la encargada de revivir la magia del circo. Lo más positivo de su trabajo es que nos hace ver que el talento de los personajes pasa por su destreza corporal (más enfocada en el baile que en la acrobacia). La obra no necesita las luces intermitentes de Silvia para ser visualmente atractiva, sino que se apoya en los movimientos de sus artistas. Es así como se lucen las coreografías grupales del superpoblado elenco (34 personas). Mauricci y el director Juan Cruz Argento no nos abruman con todos los artistas en escena, sino van dosificando sus apariciones, creando cierto suspenso que culmina cuando se reúnen en un mismo cuadro. Así, el circo va apoderándose lentamente del espectador.
El grupo funciona como la compañía que es (los actores pertenecen a la Compañía Codanz). Uno se puede dar cuenta fácilmente de esto cuando nota que, al estar juntos, ven potenciadas sus posibilidades artísticas. Tanto el director como la coreógrafa logran que, a través de la ubicación en distintos planos, el elenco nunca funcione como una masa estática (algo que nunca debe suceder en un circo, donde uno no tiene que poder predecir nada, sino dejarse sorprender). Seguramente, la dirección de actores de Claudia Gutiérrez también colaboró para lograr este efecto.

Entre todos los miembros de la compañía, me gustaría destacar a Macarena Funes, que combina gestualidad con una muy buena línea al bailar. Puede mostrar sus habilidades en la primera escena, en la que personajes no hablan (y está bien lograda, por cierto).
A grandes rasgos, cabe decir que hay el baile es pulido, y varios artistas tienen momentos esporádicos para hacer algún movimiento interesante.
 Paula Palomo (en el personaje de Luna) es quien más destreza demuestra en un número acrobático, suspendida de un aro. Argento hace que el final de este número aporte algo nuevo a la historia (resumido en una imagen).

 Por lo demás, el canto parece quedar relegado. Las canciones de Digo Nygaard (música) y Lucila Bande (letras) tienen dos funciones: hacer avanzar el relato y enmarcar los números de los bailarines, mostrando su alegría por trabajar en el circo. Sin embargo, queda claro que los miembros de la compañía no pretenden lucirse cantando, sino que apuntan al baile, que es lo que más conocen. El canto es una forma de justificar el baile en algunos momentos. En una breve escena, se recurre al playback, pero no en el resto de la obra. Nygaard también compuso los tramos instrumentales.

Juan Cruz Argento tuvo en mente a los niños al escribir el libro, que es extraordinariamente simple, así que puede ser seguido sin dificultades. Por su brevedad, este espectáculo puede resultar amigable para chicos inquietos. No voy a sugerir edades porque cada padre conoce a su hijo, pero sepan que no es una trama con gran desarrollo ni intriga. No se profundiza sobre los temas propuestos ni hay mucho diálogo, por lo que es fácil de comprender. El atractivo tiene que ver con lo visual, que es donde está puesto el enfoque.
A todo esto, el personaje de Arturo (que parece tener alma de productor teatral) no necesita que los miembros del circo hablen, sino que le muestren lo que saben hacer.

Hablando de lo visual, el vestuario de Rocío Ros y el maquillaje y peinado de Analía Gómez Lima son un gran pilar de La Nueva Era Extraordinaria. Si bien es complicado lookear a tantas personas, Ros y Gómez Lima se las arreglan para generar diversidad y logran caracterizaciones donde se reconoce profesionalismo. Además, no buscan la salida común de los colores vibrantes que tanto se han visto en el circo.

La escenógrafa Paula Rentz sugiere la carpa con poco, y así deja lugar para que los múltiples desplazamientos.

En resumen: Pensada para chicos, con un libro sencillo y fácil de seguir, La Nueva Era Extraordinaria es visualmente llamativa, y su superpoblado elenco se destaca en coreografías grupales.


Más información:
Dirección: Juan Cruz Argento
Teatro: Sha (Sarmiento 2255) – 4953-2914
Funciones: domingos a las 16 hs.
Duración: 55 minutos
Precio de las entradas: $120
Promoción: 2x1 con Club La Nación

Elenco: Diego Armel – Paula Palomo – Lucas Gentili – David Maximiliano Basualdo – Mariel Muñoz – Carla Saggese – Rodrigo German – Lirky Gonzalez – Julia Garcia Lecuona – Constanza Palombarini – Martina Loyato Emanuel Estrada – Lucia Bascher – Lucia Lores Ventura – Leandro Suárez – Maria Esperanza Paciaroni – Ivana Mrozek – Charo Ezquerra – Aldana Morales – Belen Tejedor – Victoria Plaza – Maria Fernanda Conca – Carolina Aignasse – Florencia Hornus – Camila Desiree Gomez – Jorge Ponce – Martín Zabala – Macarena Funes – Christian Mensi – Oxossi Exequiel Braschi – Federico Caceres Iglesias – Hernan Benitez – Sofia Pereira Raditech – Arnulfo Herrera – Mariano Banegas – Melina Gallo Portas y Sofia Paolicchi.

Couch Vocal y Stage Manager: LUCIANA BANDE
Asistencia Coreográfica: FLORENCIA HORNUS, MARTÍN ZABALA y CAMILA DESIREE GOMEZ
Maquillaje y Peinado: ANALIA GOMEZ LIMA Make up Artist con productos HEBURN Professional Make Up
Fotografia: EDUARDO D’ANTUENO
Diseño Grafico: MERBLEU
Diseño Audiovisual y web: AR-DESING
Prensa: DANIEL FALCONE
Dirección General: JUAN CRUZ ARGENTO