Categoría: OBRA MUSICAL
Crítica de Los últimos cinco años
Título original: The Last 5 Years
Letra
y música: Jason Robert Brown
(Estrenada en 2001, en Chicago)
Buenos Aires, Argentina
Temporada 2015 (Teatro Metropolitan
Citi)
Nivel: 7 /8
¿De qué se trata?: Jamie
Wellerstein es un novelista en ascenso. Cathy Hiatt, una actriz que no puede
encontrar su camino en la profesión. Entre ellos nacerá la pasión, el deseo y
la desilusión tras cinco años juntos. Todo esto se relata en dos líneas cronológicas
diferentes: Jamie elegirá contar desde los primeros pasos de la relación,
mientras que Cathy preferirá desandar el camino que alguna vez trazaron juntos
y recorrerá la historia desde la ruptura hasta los dulces albores del
enamoramiento.
El punto fuerte de la
obra: la música de Jason Robert Brown.
Este es el catalizador de lo que se nos cuenta en Los últimos cinco años, y se convertirá
tanto en el puntapié como en el final de dos historias paralelas. Y he aquí la
magia de este musical que debutó en el Off-Broadway en 2002: las dos historias
no tendrían por qué correr en direcciones opuestas… después de todo, son
complementarias. Sin embargo, su autor Jason Robert Brown tomó la brillante
iniciativa de estructurar el relato de esta forma, y esto no es caprichoso,
sino que hace que vivamos la obra de manera particular. ¿Por qué? Básicamente
porque lo que recibimos como espectadores es una desconexión absoluta entre
Cathy y Jamie. No hace falta que haya un amor muy fuerte para que dos
individuos estén en la misma sintonía: también pueden compartir un sentimiento
de dolor. En cambio, estos personajes se desplazan emocionalmente como dos
ascensores que, aunque están uno al lado del otro, van hacia destinos alejados:
uno va desde la planta baja a la terraza y el otro hace lo inverso. Por lo
tanto, habrá un solo y breve punto de contacto entre ellos (en el piso del
medio), y en la obra también lo hay (y es una escena linda y melancólica a la
vez).
El director Juan Alvarez Prado supo ver dónde estaba
la fuerza de la premisa. Vale aclarar
que, aunque él ya dirigió esta obra en 2010 (protagonizada por Germán Tripel y
Melania Lenoir), la puesta de esta versión 2015 es completamente nueva. Esta es
una obra que recae mucho en el talento de sus actores, y por eso Alvarez Prado
se aseguró de trabajar la variación en los sentimientos de Jamie y Cathy y los
contrastes (algo que se refuerza con la iluminación e incluso con el bello
vestuario de Alejandra Robotti). Lo que caracteriza al abordaje de Alvarez
Prado, en comparación con puestas de otros países, es que busca un mayor
realismo. Esta es una obra que diferentes directores han montado con distintos
niveles de sutilezas, reflejadas en las interpretaciones de las canciones (a
veces más desbordadas).
El personaje más agradable le tocó a Luna Perez
Lening (Cathy), quien vuelve a tener un excelente desempeño (probablemente sea
el papel más importante de su carrera hasta ahora). Esto último se debe a que
muestra algo muy distinto de las mujeres con personalidad fuerte que tuvo que
interpretar anteriormente (tanto personajes históricos como figuras principales
de clásicos de la literatura). En Los
últimos cinco años, por primera vez encarna a una mujer moderna, con
problemas más cotidianos, y así da cuenta de su versatilidad. Cathy es una
luchadora: una “remadora” en su carrera (es una actriz de musicales sin
demasiado reconocimiento) y en su relación con Jamie, a tal punto que a veces
pierde de vista su propio bienestar. Aunque a su Cathy no le falta carácter,
Perez Lening siempre le imprime una cuota de dulzura. Vocalmente, es un rol
complejo, pero la actriz lo asume con destacable naturalidad. Tiene un par de
canciones exigidas en cuanto a los pasajes de registro, pero su técnica la
ayuda a sobrellevarlos y poder centrarse en contar la historia a partir de cada
nota. Desde que escuché el musical original por primera vez, mi canción
favorita fue “Climbing Uphill”, y la versión de Luna recibió muchos aplausos en
la función de prensa.
Por su parte, Germán Tripel (Jamie) tiene que asumir
una dualidad mayor que su compañera. En la segunda mitad de la obra, si bien
ambos cambian, Jamie da un vuelco (y eso que ya venimos desconfiando de él
desde el principio, por lo que nos cuenta Cathy). Tripel tiene oficio y una muy
buena intuición para los movimientos y la gesticulación. En cierto punto, tal
vez Jamie elija contar la historia cronológicamente como una especie de
justificación, buscando que lo entendamos. Sus canciones tienen diferencias de
estilo más acentuadas que las de Cathy. Esto se puede ejemplificar con tres
números consecutivos: “Shiska Goddess” empieza con ritmo latino, “Moving Too
Fast” es un rock potente y “The Schmuel Song” es un cuento de Navidad cuyo tono
va variando y cada personaje canta de forma especial. Tripel sale más que
airoso de todos esos desafíos estilísticos.
Ciertamente, es imposible no notar que la partitura
de Jason Robert Brown es complicada y maravillosa. Hay muy pocos diálogos
hablados, por lo que la historia vive a partir de una colección de solos
musicales muy expresivos (hay solamente dos duetos). Como mencioné
anteriormente, atraviesan varios géneros (incluso dentro de una misma canción)
y se producen permanentes contrastes entre melodías seguidas (que aumentan lo
triste de la ruptura, de cara a momentos mejores de la relación). Todo esto es
perfectamente transmitido por los músicos en vivo, con dirección precisa de
Hernán Matorra.
El público debe ir haciendo su propia reconstrucción
de la relación, ordenando la información que se le da. Las letras tienen una
conexión muy fuerte con la música, porque Robert Brown claramente compuso
pensando en la ductilidad de los intérpretes, y por eso sus canciones se prestan
para el lucimiento de quienes las cantan (conviene tenerlas en cuenta para
audicionar). Pero, además de ser ricos interpretativamente, sus monólogos están
escritos en forma muy ingeniosa y no caen en el cliché, pese a lo simple de la trama. Marcelo Kotliar puede
anotarse otro logro como adaptador, al haber mantenido, fundamentalmente, el
sentido del humor de Robert Brown (y hacer que las canciones rimen en el
proceso, claro). Algunos inconvenientes que tuvo que sortear: explicarle al
público el concepto de shiksa (chica
no judía) y transformar referencias a musicales con las que el público local no
está tan familiarizado (por ejemplo, en la versión original se habla de “Anita”
sobreentendiendo que los espectadores saben que es un personaje secundario de West Side Story).
Finalmente, Los
últimos cinco años es un texto en el que las palabras se convierten en la
forma primordial de situar la escena (de ahí que los actores, por ejemplo,
tengan que interactuar con personajes que no están viendo). Por eso, la
escenografía de Santiago “Tato” Fernández economiza elementos, aunque algunos
fueron trabajados con detalle (los estantes, por ejemplo). Hay, también, una
pantalla, que cada tanto rompe un poco con el hermetismo de la dramaturgia y
logra postales efectivas. Pero, a fin de cuentas, lo que tiene mayor peso es un
objeto muy simple...
Con palabras de despedida.
Iluminada por una luz
blanca. Sobre
una cama. Una
carta.
Más información:
Teatro: Metropolitan Citi
(Av. Corrientes 1343)
Duración: 1 hora y 25
minutos
Funciones: martes a las
20:30 hs. (quedan 9 funciones)
Precio de las entradas: $200
y $250
Promociones: consultar en www.plateanet.com/obras/los-ultimos-cinco-anos
Dirección general: Juan
Alvarez Prado
Dirección musical: Hernán
Matorra
Elenco: Germán Tripel y Luna
Perez Lening // Cover de Cathy: Sofía Rangone (me queda la enorme incógnita de
ver su desempeño, porque me hablaron mucho de ella)
Músicos: Hernán Matorra
(piano), Jorge Caldelari (violín), Mariana Levitin (cello 1), Florencia
Stavilini (cello 2), Gastón Matorra (guitarra) y Fernando Toyos (bajo)
Asistente de dirección:
Teresa Biafore
Stage Manager: Verónica
Nijensohn
Versión: Marcelo Kotliar
Escenografía: Santiago
“Tato” Fernández
Vestuario: Alejandra Robotti
Iluminación: J. Álvarez
Prado, L. Muñoz y A. Duarte
Diseño gráfico: Mariano
Favot
Fotos: Bruno Moretti
Prensa: Sofía Maldonado y
Antonela Santecchia
Producción ejecutiva: Alicia
González Martínez y Fiorella Costadoni
Producida por Juan Pablo
Martínez y María Eugenia Martínez – 2MCINE
Facebook: Los últimos cinco
años // Twitter: @LU5A_Arg
Como siempre, excelente observación! Un placer leer tus críticas ( y acertadas ) críticas! MK.-
ResponderEliminarSofía Rangone es una actriz que también está en la obra de Rodó! Estaría bueno verla de Cathy a ver que onda la chiquita
ResponderEliminarTotalmente, a mí me encanta ver a distintos actores cubrir un mismo rol, y como en Argentina las obras duran poco tiempo en cartel no estamos acostumbrados a tanta rotación.
EliminarEn cuanto a Rangone, me acuerdo de haberla visto en el programa de mano de "Phantom" y colaborando en un musical a beneficio. Tiene un buen canal de videos en YouTube: https://m.youtube.com/user/sofirangone
Llego tarde, pero Sofia estuvo en el rol de Cathy el Viernes pasado, 24 de abril. Fue SUBLIME, una actuación muy organica y vocalmente una bestia!!!! Va a llegar lejos
ResponderEliminar¡Qué bueno! Me comentaron que iba a estar, pero no pude ir porque tenía un compromiso ese viernes. Espero poder ver a Sofía en algún otro rol en el futuro cercano. ¡Gracias por el comentario!
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