Categoría: CONCIERTO
Crítica de Delirio
Gaucho, canciones del interior
Buenos Aires, Argentina.
Temporada 2013 (El Picadero).
Calificación: 8.5/10
ATENCIÓN: LUNES 28/10, A LAS 21 HS., ¡ÚLTIMA FUNCIÓN!
¿De qué se trata?: Un conjunto de canciones “olvidadas”,
de la mano de delirantes interpretaciones de Alejandra Radano, con fuerte
impronta teatral e imaginativos pasajes de texto para acompañarlas.
El punto fuerte de la obra: la locura de Alejandra Radano (en el mejor
sentido).
Ya desde el
título, nos plantean la idea de “Delirio”. Creo que es una buena palabra para
describir la creatividad que surgió del dúo Radano-Fabián Luca, que concibió
este espectáculo surrealista, difícil de encasillar. Hacia el final, se lo
define como un precipicio. Debe ser porque uno se encuentra al borde, en un
estado de extrañeza, entre lo conocido y lo desconocido.
Radano es una gran
intérprete de musicales y, en esta oportunidad, encara un concierto con un
repertorio más que curioso, con una orientación claramente teatral. Ella
describe a las canciones como un “ramillete de melodías olvidadas”, interpretadas
hace algunas décadas, por ejemplo, por Carmelita Aubert, Ginamaria Hidalgo,
Alady (El Rey del Music-Hall Español), Ada Falcón, Angela Luce e Imperio
Argentina.
Pero Radano (por
suerte) no se conforma sólo con cantarlas (algo que, por cierto, hace muy bien,
con gracia y demostrando que tiene técnica, y que ésta se amolda a diversos
registros). Radano y Luca hacen suyas las melodías y las letras, y juegan con
ellas hasta potenciar el resultado artístico, al sumarles una función teatral. No
conviene adelantar algunos de sus recursos, pero cabe decir que siempre buscan
hacer reír al espectador desde el costado del ingenio. Además, Radano, una
artista dúctil, sabe imprimirle distintos tonos a las piezas, dándoles relieve,
y acompaña lo que canta con un notable trabajo gestual. Logra, a partir de
melodías sencillas, arrancar momentos musicales sorprendentes. En definitiva,
demuestra que sabe manejar a la perfección el repertorio (puede parar una canción,
acelerarla, intercalar un comentario, cambiar el tono, hacer reír, hacer la voz
de un personaje y actuar a partir de la letra...). Para esto, la ayuda que
varias de las canciones cuenten historias.
En los momentos de
texto, se planta con firmeza en el escenario. Interactúa un poco con el público
(“¿Hay algún físico cuántico en la sala?”) y cuenta anécdotas desopilantes con
fluidez y gracia, y la voz un poco impostada para darle cierto aire de verosimilitud
a lo que narra. Pero, sin dudas, la escena más destacada es en la que emula un
monólogo del humorista Juan Francisco Verdaguer. Es un momento muy divertido,
donde Radano despliega su talento como comediante y su timing.
Como ya he
entredicho, Delirio Gaucho es uno de
esos espectáculos que pueden considerarse dentro de la categoría de “humor
inteligente”. Hace reír y, al mismo tiempo, pensar “¡Qué bueno/interesante eso
que dijo!”. La inteligencia, en este caso, surge exclusivamente de la locura. El
espectador atento al que apunta la obra podrá disfrutar de reflexiones atrayentes,
como “La casa es el estuche de una vida. El campo es el lugar donde los pollos
corren crudos”, y de las introducciones a las canciones, resaltando su
originalidad/rareza (como la posibilidad de entrar en contacto con poesía dadaísta).
También, hay pasajes imaginativos, como el de las estrellas.
“El paisaje mental
es una traducción personal del mundo exterior” es una frase de Radano con la
que se promociona el espectáculo. Por lo tanto, ver Delirio Gaucho es adentrarse en la mente de esta creadora, y su “traducción
personal” de ciertos fragmentos de la realidad.
Los Primos Gabino,
guitarristas, me sorprendieron gratamente, porque me permitieron redescubrir las
posibilidades de ese instrumento. Además, tienen un muy buen dominio del ritmo. Diego Vila brinda un acompañamiento impecable en
el piano. La música instrumental se puede apreciar muy bien, gracias al sonido
prolijo de Mariel Ostrower.
El bailarín Ramón
Salina demuestra pasión y fuerza, y tiene presencia escénica y sentido del
humor.
La dirección de
Fabián Luca permite que toda la mezcla que fui describiendo encaje sin trabas. Además
de ser uno de los gestores del espectáculo y de dirigirlo, Luca se encargó del
vestuario y la escenografía. Ambos rubros son muy correctos, en sintonía con la
locura y sugiriendo un poco lo campestre sin caer en lo explícito (“El campo es
un estado mental”, se dice en la obra).
La iluminación de Gonzalo
Córdova se ajusta a la atmósfera surrealista.
En resumen: Un espectáculo
que desborda creatividad, tanto por parte de Alejandra Radano como del director
Fabiám Luca (ambos, gestores del proyecto). Radano brinda extraordinarias
interpretaciones de un repertorio curioso de canciones “olvidadas”, y lo hace
con teatralidad. Apela al humor inteligente, tanto en la forma de encarar las
canciones como en los pasajes de texto. Los Primos Gabino, Diego Vila y Ramón Salina resultan
ser una gran compañía para el delirio de Radano.
Más información:
Dirección: Diego
Luca.
Teatro: El
Picadero (Pasaje Discépolo 1857).
Duración: 1 hora.
Última función:
lunes 28 de octubre, a las 21 hs.
Entradas. $120 a $150.
Este espectáculo perteneció, hace poco, a la selección
nacional del FIBA y se presentó por dos funciones en Chile.
REPERTORIO (RAMILLETE DE MELODÍAS OLVIDADAS):
1-La Casita (The Little
Home) (1924) Canción Surreal
Mexicana (LLONIA)/ Palomita
Blanca (1929) Vals Aéreo (ANSELMO
AIETA)
2-Envenenando pichones en el Parque (1969) Balada
Baladí
(TOM LEHER) *traducción Fabián Luca
3-¡Ay mi Suegra! (1935) Chacarera Familiar (M.ARCURI/V.MARINO)
4-Cuento viejo (1934) Estilo Delirio (G.ALCAZAR SAPERAS)
5-La Oncena (1956) Chacarera Trunca (EDUARDO
LAGOS-JUAN GOÑI)
6-Las voces de los Pájaros de Hiroshima (1970) Canción Dadá (HORACIO PUEBLO GUARANY/ EUGEN
JEBELEANU/MANUEL SERRANO PEREZ)
7-Andate con la otra (1928) Canción Femenina de Protesta (CARLOS V.G FLORES/ENRIQUE DIZEO)
8-Neurastenia Fatal (1931) Canción Inexplicable (F.REÑÉ-ALADY)
9-Verde Luna (1941) Habanera Extraterreste (PINCHI / GOMEZ)
10-La guinda (1948) Bavarois Venusino (EUSEBIO DELFIN/PEDRO MATA)
*TROPICAL STORM (TORMENTAL
TROPICAL) Cuestiones Naturales (instrumental) (1987)
*(Instrumental de la Ópera “Nixon in China”) (JOHN ADAMS)
11-Rosa reseca (1932) Tango Antique (GERARDO MATOS RODRIGUEZ/IVO
PELAY)
12-Dizzyland rose (2012) Coda Fugaz (DIEGO VILA)
13-Eche veinte centavos en la ranura
(1928) Milonga Circense (CEDRÓN/GONZALEZ
TUÑON)
En el prólogo de “Historia Argentina” de Rodrigo Fresán, el editor y crítico
literario Ignacio Echevarría escribe:
“Pertenezco a la generación de los argentinos
nacidos entrada la década de los sesenta, crecí y me eduqué (…) en un país cuya
historia, convertida en un vodevil
sangriento, parecía haberse subido a una montaña rusa de la que
sigue sin querer salir”