Categoría: OBRA MUSICAL
Crítica de Los Monstruos
Proyecto
ganador de la Bienal
de Arte Joven en la categoría de musical
Buenos Aires, Argentina
Temporada 2015 (Teatro Picadero)
Nivel: 7.5 /8
¿De qué se trata?: Claudio y Sandra son dos padres que no se conocen,
pero sus hijos tienen algo en común: acaban de entrar al mismo colegio y sufren
de ciertos problemas de adaptación.
Todos tuvimos
padres en algún momento. Sin embargo, en nuestra infancia probablemente no
tomábamos dimensión de lo que implicaba asumir ese rol, lleno de miedos y
responsabilidades. A este universo nos quiere llevar Los Monstruos, para
repensar cómo repercuten las acciones de los padres sobre una etapa tan frágil
como la niñez. Todo esto, a través de la historia de Claudio y Sandra, quienes
se conocen fortuitamente y descubren que sus respectivos hijos acaban de ser
admitidos en el mismo colegio. Los chicos tienen algunas dificultades para
adaptarse a la institución, y la obra irá siguiendo los esfuerzos de los
protagonistas por afrontar esta realidad.
Emiliano Dionisi,
director y dramaturgo de la propuesta, decidió exponer a estos dos personajes
durante todo el espectáculo, dado que los actores nunca salen del cuadrilátero
que delimita la escenografía. En definitiva, nadie puede escapar del rol de
padre o madre, y de la dependencia que genera el tener a otra persona
completamente a cargo. Por eso, Dionisi acertó al considerar que no necesitamos
ver a los hijos en escena para saber que están presentes. Entonces, el libro se
convierte en un ejercicio interesante para los intérpretes: deben construir
vínculos profundos a través del diálogo con chicos que tanto ellos como el
público tienen que imaginar.
En ese sentido,
tanto Natalia Cociuffo como Mariano Chiesa brindan los mejores
trabajos de sus carreras. Desde la soltura para la comedia hasta el compromiso
para la entrega visceral, estas criaturas los hacen atravesar matices muy
atractivos. Además, el texto los tiñe de verosimilitud, porque aborda
situaciones cotidianas fácilmente identificables y sentimientos universales, y
lo hace sin recurrir a demasiado lirismo. Gracias al manejo de las inflexiones
vocales y de la expresión corporal, los actores delinean el contexto en el que
se ven inmiscuidos (y, ocasionalmente, representan a los personajes infantiles
con notable ductilidad). También es crucial para marcar las transiciones el
diseño de iluminación de Claudio del Bianco. A Claudio y a Sandra los vemos
siempre muy cerca, pero pocas veces interactúan, sino que sus historias se
desarrollan en forma paralela. Tal vez sean incapaces de ver lo que sucede a su
alrededor, encerrados en su propia visión sobre sus hijos. Con el correr de
escenas que muestran charlas con la directora del colegio, berrinches o un
cumpleaños en un pelotero, se va revelando la personalidad de los padres, junto
con monólogos que nos transportan a su mente.
Pero cuando la
obra realmente quiere penetrar en la esencia y las sombras de estos seres es
cuando surge la música de Martín Rodríguez. Las melodías, cambiantes y bellas,
encajan perfectamente con las letras y con los sentimientos que se quiere
transmitir, enriqueciendo la composición de los personajes. Los músicos en vivo
acompañan sincrónicamente el vigor de los intérpretes y sus idas y vueltas
emocionales. El resultado de esta mixtura son momentos musicales de pura pasión
y vuelo estético. Solos como “Equipo ganador” y “¿Por qué a mamá?” resultan
desgarradores.
Algunos
espectadores objetarán que hay situaciones hacia el final que atentan levemente
contra la verosimilitud precedente, pero lo central es el contundente
simbolismo que conllevan. En definitiva, es difícil no empatizar con esta obra
surgida de la Bienal
de Arte Joven, que prueba las nuevas generaciones pueden realizar trabajos de
gran calidad.
Más información:
Teatro: El Picadero (Pasaje
Santos Discépolo 1857)
Funciones: quedan 3 funciones
(miércoles 2/12 y 9/12 a las 20:30 hs. y, como función especial, el domingo
6/12 a las 20:30 hs.)
Precio de las entradas: $120
Duración: 1 hora y 40 minutos
Dirección general y
dramaturgia: Emiliano Dionisi
Dirección musical: Martín
Rodríguez
Intérpretes: Natalia Cociuffo
y Mariano Chiesa
Músicos en vivo: Juan Pablo
Schapira (teclado y guitarra electroacústica), Matías Menárguez (batería),
Martín Rodríguez (guitarra) y Gianluca Bonfanti Mele (bajo)
Directores asistentes: Juan
José Barocelli y Julia Gárriz
Diseño de iluminación:
Claudio del Bianco
Producción ejecutiva:
Sebastián Ezcurra y Compañía Criolla
Fotografía Akira Patiño
Vestuario: Marisol Castañeda
Escenografía: Compañía
Criolla
Asesor de arte en fotos y
vestuario: Ezequiel Galeano
Asistencia de iluminación:
Martín Fernández Paponi
Agencia de prensa: Bienal de
Arte Joven / Tommy Pashkus
Fotos: www.fb.com/Los-Monstruos-117571068588835/
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