Si hacemos el ejercicio de intentar encasillar este espectáculo, Disney La Caja Mágica puede ubicarse dentro del género "revue". Seguimos a una protagonista a través de un viaje conceptual que pasa revista por diferentes épocas de Disney entremezcladas, pero con cuadros musicales agrupados por temática o tono. En realidad, no se trata de números aislados sino de mashups que generan un fluir continuo (no hay textos hablados). Esto permite jugar musicalmente con la misma sorpresa que el planteo escénico: no saber qué puede surgir, dejarse sorprender por esa “magia” a la que alude el título. Es interesante (y disruptivo respecto de otras antologías de Disney) el hecho de que no veamos a los personajes en sí, sino a una troupe dejándose atravesar por esos 100 años de personajes e historias. Esto está evidenciado frente al espectador y es un efecto buscado (por ejemplo, identificamos a los mismos intérpretes que venimos siguiendo a lo largo de la obra transformándose en algún personaje a través de algún detalle de vestuario que hace referencia a él o ella y, por supuesto, de su corporalidad). Así, el recorrido de la protagonista busca ser un espejo para el público, reflejando en su experiencia lúdica lo que el espectador puede haber vivido de la mano de esas u otras historias.
Se agradece una puesta repleta de ideas (una detrás de la otra, sin respiro), sobre todo cuando toma caminos más poéticos. Inevitablemente conviven con breves tramos de literalidad o donde se siente que la obra cumple con no dejar afuera aquello que "no puede faltar", tratando de leer al público. El devenir del show cautiva a todas las edades, nunca decae y los recursos técnicos son impresionantes (un diseño de luces que destaca no solo por su alto nivel de complejidad sino por sus implicancias artísticas, acompañado por mapping, proyecciones, sonido envolvente, títeres, influencia del teatro negro, objetos inflables, trucos y el juego con objetos que se convierten en otros y espacios que se reconfiguran). La coreografía está a la altura del desafío de hacer desfilar todo este abanico de mundos mágicos tanto de forma vistosa como narrativa, porque al no mediar la palabra hablada es fundamental para sostener el desarrollo de cada cuadro.
La orquesta (que interpreta mashups de 70 canciones creando paisajes sonoros que hacen brotar personajes y lugares aunque no estés presentes) y el elenco son de excelencia. Un orgullo ver a estos talentosos intérpretes juntos después de haber recorrido muchos musicales durante los últimos años. Demasiado injusto resaltar a algunos, pero hay que mencionar a Luján Blaksley adueñándose de un protagónico que la hace moverse de un lado al otro y mantiene su gran nivel vocal. Dejo postales que me quedaron, por nombrar algunas: la energía y precisión de Giuli Tagliamonte y Achu Mazzeo en las coreografías (y el solo de Achu, demostrando que esta producción puede hacer lucir algo chiquito dentro de su grandilocuencia), la voz poderosa de Sofía Val, el carisma de David Okada en múltiples intervenciones y el disfrute de Nico Esquivel durante el número de tap en el estudio de animación. Ah, y Lucía Adúriz reconfirma que puede hacer todo.
FEVER en asociación con Disney Theatrical Group presenta Una co-producción con RGB
Guionista y Director: Thaddeus McWhinnie Phillips
Co-Directora & Coreógrafa: Lynne Kurdziel Formato
Director Musical, Arreglista y Orquestador: Isaac Saúl
Productor General para Disney Theatrical Group: Felipe Gamba Paredes
Elenco (en orden alfabético): Lucía Adúriz, Sol Bardi, Luján Blaksley, Menelik Cambiaso, Jesus Catalino, Pato De Luca, Nico Esquivel, Elis Garcia, Delfi García Escudero, Santiago Leguizamo, Lala Livschitz, Tomi Luna, Yosy Machado, Nicolás Martínez, Azul “Achu” Mazzeo, David Okada Caldas, Lucía Perdigon, Morena Pereyra, Nico Repetto, Mica Romano, Romina Ruíz, Guido Savino, Giuli Tagliamonte, Santiago Trione, Sofia Val & Mauricio Vila
Traducción y Adaptación: Marcelo Kotliar
Director & Coreógrafo Residente: Alejandro Ibarra
Director Musical Residente y de Orquesta: Gaspar Scabuzzo
Diseño de Iluminación: David Seldes
Diseño de Vestuario: Nthabiseng Malaka & Sofía Di Nunzio
Diseño de Escenografía: Thaddeus McWhinnie Phillips & Tato Fernández
Diseño de Puppets: Michael Curry
Diseño de Sonido: Gastón Briski
Diseño de Pelucas y Maquillaje: Feliciano San Román
Diseño de Proyecciones: Maxi Vecco
Diseño de Utilería y Objetos Animados: Johanna Wilhelm
Diseño de Ilusiones: Steve Cuiffo
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ResponderEliminarAyer fuí a verlo con mi familia y nos fuimos con una rara sensación. No sabemos si nos gustó o no. Lo que está claro es que es que no me arrepiento de haberla visto pero no volvería a verla de ninguna manera. La puesta en sí es excelente, pero el guión no se entiende. La cantante principal luce menos que algunos cantantes del coro que realmente sobresalían con sus voces y el vestuario deja mucho que desear. Fue un eterno popurrí de canciones de Disney pero creo que aquí aplica el viejo refrán del que mucho abarca poco aprieta. La banda toca sin parar durante una hora y media lo cual es de destacar. Los cantantes cuando cantaban a coro lo hacían a la perfección. En síntesis, el guión no se entiende, es una maratón de minifragemntos de canciones, algunos cuadros quedan raro (por ejemplo los piratas del caribe cantando bajo el mar....muy raro quedó eso). El equipo creativo fue maravilloso para lograr que los niños no se aburran de tantas canciones. Y la cantante principal sin ánimo de ofender me parece que se podría usar de reemplazo pero no de protagónico.Me fuí sin ninguna emoción, vacío, sin sensaciones. La semana que viene vamos a ir a ver a Matilda por segunda vez. Esa historia se entiende mucho más y te deja un sin número de emociones ...
ResponderEliminarFuimos con mi nieta el domingo y no nos gusto, se aburrio mucho, con casi 8 años, realmente esperaba otra cosa, somos fanaticas de Disney.
ResponderEliminarLa vi hace unos días y me pareció bastante mala. Una seguidillas de canciones fuera de su contexto original van apareciendo con excusas de un nivel de escuela primaria. Ni la escenografía ni los efectos (que no están a la altura de una producción de Disney) salvan la obra.
ResponderEliminarLa pagina oficial de Instagram borra todo tipo de comentario negativo quedando a la vista alevosamente solo los comentarios positivos, con lo cual tranquilamente podríamos hablar de una estafa.
me gusto la parte donde termina
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