Categoría: DANZA – Apta Para Todo Público
Crítica de El Rey Mono,
de la compañía de danza
clásica china Shen Yun
Buenos Aires, Argentina
Temporada 2015 (Teatro Ópera Allianz)
Nivel: 7 /8
ATENCIÓN… Últimas 4
funciones:
Jueves 11/6 (20:30 hs.),
viernes 12 (21 hs.),
sábado 13 (21 hs.) y
domingo 14 (15:30 hs.)
¿De qué se trata?: Shen Yun, la compañía que preserva la danza clásica china y la cultura
de 5000 años que la respalda, presenta su adaptación del clásico de la
literatura oriental Viaje al Oeste.
En él, un monje budista peregrino es enviado por el Emperador en busca de
escrituras religiosas. En el camino, se unirán a él el Rey Mono (con poderes
mágicos), el cerdito Zhu Bajie y el ogro Sha.
Sentarse en una butaca del teatro Ópera Allianz a ver
El Rey Mono es, desde el vamos, mucho
más que predisponerse a ver un espectáculo. Es prepararse para ser trasladado a
una cultura, que frecuentemente queda relegada en nuestro mundo occidental. Así
y todo, es sabido que Shen Yun tampoco puede presentarse en China, donde el
régimen comunista desprecia la antigua cultura, y por eso esta compañía tiene
su sede en Nueva York. Entonces, es un doble privilegio el poder encontrarnos
en Argentina con una cultura valiosa y de 5000 años de antigüedad. Además, como
expliqué el año pasado (después de haber visitado una exposición sobre la
compañía en La Recova
de Posadas), Shen Yun significa “Porte Divino”. Por lo tanto, sabemos que los
bailarines que vemos en escena practican el arte para fortalecer el espíritu, y
por eso quieren brindarse al público con toda su pureza. En el show, una
maestra de ceremonias muy simpática nos irá contando (en castellano y en chino)
más datos sobre Shen Yun y la danza clásica china.
Si hay algo que se destaca en seguida en El Rey Mono es la creatividad de la
cultura china. El show está basado en la novela Viaje al Oeste, escrita en el siglo XVI, durante la Dinastía Ming. La
historia posee altísimas dosis de fantasía, y siempre surge una nueva
ocurrencia o un nuevo e imaginativo conflicto. Esto nos hace pensar en las múltiples
influencias que este universo cultural tan particular puede haber tenido en
productos culturales que consumimos en occidente, como los dibujos animados. En
El Rey Mono, el vuelo creativo está
potenciado por el uso de una enorme pantalla. Además de aportar poesía visual
con imponentes paisajes y animaciones, es extremadamente funcional a la
historia (y de esto podrían aprender varios espectáculos de los últimos años,
desde que se empezó a popularizar la escenografía multimedia). Se nota que hay
un trabajo concienzudo y esforzado detrás del maravilloso diseño de video, que
contribuye al desarrollo de la acción y de los obstáculos y peligros que deben
superar los protagonistas (que son abundantes y variados). Así, y mediante un
efecto óptico basado en la sincronización, los personajes “entran” y “salen” de
la pantalla, donde realmente parece que cualquier cosa puede suceder (por
ejemplo, cuando el Rey Mono ingresa a la pantalla, puede volar o cambiar de
forma). Por lo demás, la pantalla opera como una metáfora, como si los
personajes emergieran de lo más hondo de su cultura milenaria para presentarse
vívidamente ante nosotros.
Dentro del propio relato, los acompañantes del monje
(el Rey Mono el cerdito Zhu Bajie y el ogro Sha) pertenecieron en algún momento
a los Cielos, pero fueron desterrados por mal comportamiento, y podrán volver
solo cuando hayan cultivado sus mentes y purificado sus corazones. Esta idea
(casi platónica) trae recuerdos del modelo de El Mago de Oz: un/a protagonista y tres personajes extravagantes
que se convierten en cómplices inesperados se unen en un viaje con un destino
común, en el que también aprenderán cosas sobre sí mismos. Claro que el texto
de L. Frank Baum es varios siglos posterior, y lo que subyace al argumento de El Rey Mono es un relato alegórico sobre
la búsqueda espiritual personal; la redención a través de duras pruebas.
Dichos desafíos se van presentando en forma
fragmentada, en cuadros que estuvieron a cargo de distintos coreógrafos. Esto
es un acierto, porque vamos apreciando diversas aristas y posibilidades de la
danza clásica china. No obstante, no se pierde de vista la unidad en la forma
particular de moverse de los personajes principales, que a falta de diálogo es
central para delinear a cada uno de estos seres. A su vez, esta manera de
desplazarse está unida a un determinado leimotiv
o tema musical recurrente (un recurso característico de diversas óperas). Por
cierto, la música original de Jing Xian es alegre pero también subraya los
climas de riesgo, y fue pregrabada por la orquesta de Shen Yun.
Volviendo a las coreografías, todas tienen un gran
ritmo, al ser esencialmente narrativas, pero también son de una innegable
belleza, puesto que crean postales memorables en las que se tiene la sensación
de que cada cosa está en su lugar por algo. Sucede que no hay ningún
improvisado en la compañía, dado que un bailarín debe prepararse durante varios
años para poder entrar. El resultado se nota en la rigurosidad técnica, que
permite crear dibujos coreográficos estilizados, donde reina el equilibrio, tan
importante para los chinos (logrado, por ejemplo, con la simetría o por asuntos
estéticos como puede ser el color del vibrante y espectacular vestuario). Cabe
destacar que, a diferencia de la danza clásica occidental, en la china
predominan las líneas curvas. Es por eso que, mientras en un ballet occidental
se busca que un giro sea con el eje lo más recto posible, la técnica china
marca que hay que hacerlo con el eje torcido (y esto se aprecia en los
movimientos del “demonio transformado en mujer”, la bailarina que más se
destaca de esta compañía junto con William Li, que interpreta al Rey Mono). Por
otra parte, es admirable la prolijidad y la delicadeza etérea que demuestran
las bailarinas cuando se mueven juntas, como si sus pies flotaran. Hay mucho
dinamismo en la replicación exacta de las posiciones. Los héroes rompen con esa
homogeneidad sin desarmonizar, y con sus saltos y piruetas se destacan entre la
multitud (posiblemente, por una mayor elevación espiritual).
Si bien muchos cuadros impactan (desde lo
coreográfico, sobre todo el segmento titulado “El Rey Mono triunfa”), hay uno
en particular que resulta muy valiente. Me refiero a un número en el que
ciertos personajes viajan en el tiempo a la China actual, para mostrar cómo algunos miembros
del Partido Comunista son convocados por un sapo que no soporta la bondad para
reprimir a un grupo de practicantes de Falun Dafa, una disciplina espiritual.
Este es el único quiebre al aura de ingenuidad y ternura que rodea al espectáculo,
pero es absolutamente significativo y nace del dolor que produce que algo que
es fruto del amor por una cultura no se pueda ver en el país que le dio origen
a todo ese bagaje. Por suerte, nosotros sí podemos disfrutar de Shen Yun, en
las tres funciones que restan de su estadía en Argentina.
Más información:
Teatro: Ópera Allianz (Av. Corrientes 860, CABA)
Funciones: jueves 11 a las 20:30 hs., viernes 12 y sábado
13 a las 21 hs. y domingo 14 a las 15:30 hs.
Duración: 1 hora y 30 minutos (con intermedio de 15
minutos)
Precio de las entradas: $250, $400, $500, $600 y $950
Venta: en el teatro y en www.ticketek.com.ar/shen-yun-el-rey-mono/teatro-opera-allianz
(consultar promociones en la página de Ticketek)
Prensa: DucheZarate – www.duchezarate.com.ar
Trailer: youtu.be/w_3uY9G9mbo
Twitter: @ReyMonoSY
Muy buena, yo fui a verla porque me la recomendó un cirujano que es chino o japonés o de por ahí , y me pareciò excelente. Por desgracia tuve que retirarme precozmente, porque había olvidado los chinchulines en la parrilla, así que sòlo pude presenciar los primeros 5 minutos, de lo cual no me arreliento, porque los chinchulines salieron una manteeeeeeecaaaaaaa
ResponderEliminardsiculpame, considerá que esto es mi opinión pero la manteca (y los chinchulines, como es sabido) contiene grasa animal, sacada de animales reales en movimiento animales con alma y cuerpo, un cuerpo que estás mutilando para tu satisfacción sensorial pasajera (y el almal también está comprometida). estos animales que vos mencionas tienen sentimientos y vidas, que no deben ser molestadas por los deseos del hombre. todos los hombres qeu comieron comida que alguna vez tuvo cara, tienen que sacrificarse por el bien comun, o disculparse con esas caras que alguna vez miraron a sus familias, esas caras que sonrieron, que vivieron. arrepentite ahora
Eliminaren alto problema vas a estar cuando te des cuenta de que las abejas que tanto trabajan por nuestro, se vayan muriendo en masa en cadena y no haya vuelta atras, nunca viste bee movie???ahi estta explicado muy bien, como esto te puede afectar a tu dia dia
pero es necesario saber que te va afectar a vos, ?? solo con saber que esas abejar sufrieron tendrías que arrepentitre..... pero asi estamos