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viernes, 16 de mayo de 2014

Crítica de "A' Nonna Filomena", de Carina Nalin, con canciones italianas

Categoría: OBRA MUSICAL

Crítica de A’ Nonna Filomena,
un musical ni de acá ni de allá

Buenos Aires, Argentina.
Temporada 2014 (Centro Cultural Borges – Sala Piazzola).

Calificación: /10

ATENCIÓN: DOMINGO 18 DE MAYO NO HAY FUNCIÓN


Di cosa si tratta?: Una pareja italiana debe inmigrar hacia Buenos Aires. Unos años después, Filomena se sigue debatiendo entre el hecho de “no ser ni de acá ni de allá”.

El punto fuerte de la obra: la calidad vocal de los intérpretes.
Esto se evidencia particularmente porque deben abordar canzonettas muy instaladas en el imaginario popular (recordadas en las voces de cantantes italianos gigantes), y salen airosos. Así que, si tengo que definir en una frase a A’ Nonna Filomena diría: “se hizo un buen casting”, y esto ya marca la diferencia con un número significante de propuestas.
La segunda sorpresa que me encontré es que el sonido estuvo a la altura de las circunstancias en una sala que se caracteriza por todo lo contrario. No sé quién habrá sido el que tuvo que hacer magia con el equipamiento del Auditorio Ástor Piazzola, pero lo felicito, porque logró remontar rápidamente la situación menos favorable de los primeros minutos.

 Está claro que se priorizó la música por sobre el texto, pero las canciones tienen una función narrativa y le dan consistencia al concepto que se quiere desplegar. Así, nos muestran que los protagonistas no han perdido ni reprimido su esencia italiana, sino que tratan de proyectarla en el país que los acogió. Cantan en italiano cuando deben demostrar emociones más profundas, como el amor, la melancolía o durante una disputa. Es ahí donde aflora su bagaje cultural y su concepción del mundo, y donde demuestran que, a pesar de que están en una tierra extraña, no se despojan de su esencia.
Claro, tampoco pierden su optimismo y entusiasmo. Salvo por el personaje de Carina Nalin (Filomena), que dejó su alma Italia y no quiere saber nada con que venga a reunirse con ella en Buenos Aires. Probablemente sea por una cuestión generacional. Es evidente que decidir ir a vivir a otro país es muy distinto de tener que abandonar a la fuerza el lugar que uno ama (y a la gente que quiere) y llegar a otro con códigos distintos. El movimiento inmigratorio estuvo plagado de tristeza; no fue ningún viaje de placer. Menos todavía para quienes, a diferencia de la protagonista, tuvieron que hacinarse en conventillos.

El libro de la propia Nalin nos hace reflexionar sobre esta cuestión y sus derivados: por ejemplo, criar a una hija con costumbres italianas pero tener que aceptar que viva en permanente contacto con tradiciones argentinas. Pero lo más destacable de la escritura de Nalin es el humor cándido del que dota a la pieza. Esto hace que pueda ser disfrutada por toda la familia. Por eso, pueden llevar a los chicos a partir de los 9 años aproximadamente a ver esta obra con toda seguridad. Sobre todo, para que aprendan un poco de lo que posiblemente sea parte de sus raíces (como ya recomendé para el caso de Tanguito Mío). Como ya es sabido, un altísimo porcentaje de los argentinos descendemos de italianos. En un mundo tan globalizado, es positivo no perder rastro de nuestra identidad.
En la obra se puede apreciar parte del legado que nos dejaron nuestro amigos del Mediterráneo: la alegría (idea central de la coreografía de Mariana Zourarakis), la tenacidad para el trabajo y, lo más importante, el valor por la familia. Ah, sí, y las pastas de los domingos al mediodía.

 En este caso, no voy a hablar de cada uno de los miembros del elenco porque, como dije anteriormente, todos tienen un nivel homogéneo. Ellos son Carina Nalin, Nicolás Manservigi, Mariuchi Elena, Karina Novelli, Lucila Rocca, Ramiro García Miramón, Diego Cáceres y Magalí Zato. Se ven favorecidos por el dinamismo del libro, que va alternando en quién se focaliza cada escena. Saben cómo plantarse y comparten un mismo registro para la comedia.

 La selección de canciones apela a lo emotivo y a la celebración de algunos hits inmortales. Sin embargo, quisiera resaltar la inclusión de “En blanco y negro (Buenos Aires)”, de Silvina Garré, que siempre me conmueve. En esta ocasión, está interpretada por Mariuchi Elena. Los arreglos musicales son de Hernán Valencia (buena idea la de la última canción).

En cuanto a la dirección y puesta en escena de Andrés Sahade, debo decir que la obra es una de las más prolijas que vi últimamente. La puesta se ve enriquecida por el armonioso diseño de video de Darwin Flores y Rocío Casas, que recrean los distintos decorados, muestran imágenes atinadamente y sostienen un buen código visual, con varias ideas para rescatar.
La escenografía de Mariana Cavilli completa la ambientación, con unos pocos elementos que van poniendo y sacando dos asistentes de escenario, y que ayudan al desarrollo de la acción dramática.
La iluminación de Magdalena Berreta Miguez resalta el clima que se genera durante cada canción. El vestuario de Agustina Gonzalez usa una linda gama de colores y respeta el período.

Una vez conocí a un italiano que le dijo a otro, en su idioma, “Mejor hablemos en italiano, así él no nos puede entender” (con ‘él’ refería a mí). Yo les advertí inmediatamente: “Italian is very similar to Spanish”, porque capté lo que estaba diciendo. ¿A dónde quiero llegar? A que no necesitan saber italiano para disfrutar de A’ Nonna Filomena un domingo a las 16 hs. Después de las pastas sagradas del mediodía, obviamente.

En resumen: Un musical que nos recuerda nuestras raíces al abrazarnos con las canzonettas que disfrutaban y bailaban nuestros antepasados italianos, celebrando su legado y su importancia en nuestra configuración cultural actual. El elenco es homogéneo y tiene un buen nivel vocal.

¿Qué podemos aprender de esta obra?: Que el acompañamiento multimedial puede ofrecer posibilidades para enriquecer la historia cuando es usado con creatividad.


Más información:
Dirección: Carina Nalin
Asistente de dirección: Mariana Zourarakis
Stage manager: Mayra Soto
Asistentes de escenario: Eliana Saihueque y Mariano Madrazo
Producción ejecutiva: Sandra Paradiso
Prensa: Marcelo Boccia y Lionel Narinsky para MBoccia RP
Fotografía: Fuentes Fernández
facebook.com/anonnafilomena

Teatro: Centro Cultural Borges – Sala Piazzola (Viamonte 525, esq. San Martín) – Teléfono: 5 555-5359
Funciones: domingo a las 16 hs.
Precio de las entradas:

Duración: 1 hora y 10 minutos

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