Las 5 entradas más populares de la semana

miércoles, 23 de julio de 2014

Crítica de "Orlando, despierta!", de Leo Bosio y Jano Piccardo

Categoría: OBRA MUSICAL

Crítica de Orlando, despierta!
Basada en la novela Orlando (1928), de Virginia Woolf

Buenos Aires, Argentina.
Temporada 2014 (Sala Siranush).

Nivel: /8
(Faltan 2 obras para completar el grupo de 3)


¿De qué se trata?: Una biografía en escena, donde su protagonista, Orlando (Pablo Martínez y Sabrina Macchi), atraviesa varios siglos sin envejecer, pero se somete a una transformación física inexplicable.

El punto fuerte de la obra: la estupenda actuación de Sabrina Macchi como Orlando.
Macchi está todo el tiempo en escena y asume dos roles distintos (el de biógrafa en la primera parte y el de Orlando en la segunda). Incluso cuando no encarna al protagonista, es ella quien lleva adelante gran parte del complejo ritmo de la obra y permite que sus compañeros se articulen a él. La asimilación de este pulso tan especial se percibe en su inteligencia para el manejo de la proyección de su voz hablada. Hay que tener en cuenta que le toca representar a un Orlando que está más psicológicamente enmarañado que el de Pablo Martínez, porque a la luz del extraño acontecimiento se despiertan en él/ella muchas preguntas, reflexiones, contradicciones y dudas. Macchi maneja esta situación con mucha expresividad, a tal punto que logra que le creamos perfectamente el concepto de “la misma persona; distinto sexo”. Además, acentúa la impulsividad de Orlando, demostrando que no hay que sobreactuar para ser pasional.

martes, 22 de julio de 2014

Crítica de "Oz, en concierto", de Eduardo Gondell y Diego Monk

Categoría: MUSICAL INFANTIL

Crítica de Oz, en concierto
Basada en el libro The Wonderful Wizard of Oz (1900), de L. Frank Baum

Buenos Aires, Argentina.
Temporada 2014 (Auditorio Belgrano).

Nivel: /8
(Se completó el grupo. Ya podés votar en la comparación Nº1, que aparece bien arriba en la barra de la derecha. Más detalles al final de esta crítica)


El punto fuerte de la obra: el dúo protagónico, Florencia Otero y Patricio Arellano.

Con solvencia escénica y simpatía, ponen en evidencia que no es necesario estar siempre presentes en un programa de TV para poder conectarse desde el primer momento con el público infantil. A lo que me refiero es que, si bien este espectáculo es un pariente cercano del ciclo televisivo La maga y el camino dorado, este dejó de emitirse en 2009. Por lo tanto, muchos de los chicos de la platea ni se acuerdan de que existió. Por eso, no es el fanatismo por un programa lo que los predispone a prestar atención, sino que quedan librados al magnetismo de los intérpretes.

Con respecto a La maga, que se emitió por Nickelodeon, fue vendido a distintas partes del mundo y todos los miembros del elenco de Oz, en concierto repiten sus roles en el teatro. Con excepción de Germán Tripel, claro, que encarna al León cobarde (si leyeron Wicked entenderán por qué se escribe con mayúscula). En aquella ficción era Alejandro Paker quien hacía ese papel, pero si también participara de esta obra necesitaría un pulmotor (actúa en El Capitán Beto, El Principito y Priscilla). [Una pequeña anécdota antes de seguir: recuerdo muy bien cuando La maga comenzó a grabarse porque en 2008 yo tenía sesiones con el mismo terapeuta que Florencia Otero y él me había anticipado que su “pacientita” (así dijo) iba a protagonizarla y que estaba orgulloso. Como ya habrán notado a lo largo de las críticas, ya no hago más terapia.]

Volviendo a los protagonistas, Arellano arremete con una poderosa canción en la que pide “Música por favor” y despierta aplausos espontáneos. Tiene un muy buen dominio de su voz, tanto para lo rockero como para lo melódico. Por su parte, Otero se muestra con su calidez habitual para cantar y actuar, y se carga al hombro toda la obra. Carlos March (Espantapájaros), Leonardo Trento (Hombre de Lata), Germán Tripel (León) y Andrea Surdo (bruja buena) son quienes la escoltan en su aventura.

Sin embargo, todos ellos tienen un acompañamiento mayor: una banda integrada por Leandro Zilberberg (teclado), Nicolás de Carli (guitarra eléctrica), Julian Gondell (batería) y Lautaro Rico Gómez (bajo). El hecho de que la mayoría de las canciones sean interpretadas con acompañamiento en vivo es un valor agregado que el público agradece. La premisa de quebrar el relato con momentos de concierto es lo que le da su impronta a esta nueva incursión en una historia tan versionada. Los chicos viven ciertos tramos como un recital, y eso es mérito de la elección del director Eduardo Gondell y de la entretenida música de Diego Monk (algunas canciones están muy bien logradas).
Hugo Gómez Carranza también repitió el rol que ocupaba en el programa de TV y montó algunas coreografías muy sencillas.

El guión de Eduardo Gondell es una aproximación simple a la historia del libro El Maravilloso Mago de Oz. Si bien es una gran novela de fantasía, resulta que la película musical de 1939 (El Mago de Oz) es tan fuerte en la cultura popular que gran parte de las adaptaciones suelen remitirse a ella antes que al material de origen, al que terminó opacando. La verdad es que se entiende el porqué: el film es entrañable y atesorado por varias generaciones, en contraposición, por ejemplo, al mucho menos conocido musical de Broadway The Wiz, que tuvo su versión fílmica con Diana Ross, Michael Jackson y Lena Horne en 1978. Pese a los malos comentarios, a mí me sigue resultando una película interesante. Retomando la versión de Gondell, tomó unos pocos elementos del clásico de los clásicos que protagonizó Judy Garland e hizo una adaptación reducida para mantener la atención de los chicos. Además, le agregó ideas de su propia cosecha: situó el “mundo real” en la ciudad y delineó una historia de amor. Cabe decir que lo que se cuenta no está extraído del programa de TV.

Se utilizan proyecciones en tres pantallas para abreviar alguna parte del relato, mostrar la transición entre la ciudad y el país de Oz, incorporar a personajes a la acción o ambientar la escena o la canción. La ciudad se muestra en blanco y negro (en un guiño a la película) y el país de Oz, a color. Tal vez la mezcla de lenguajes visuales no sea la mejor elección para representar este último, pero puede funcionar en el marco del concierto (en cuyo caso, yo le hubiera sacado ciertos degradados, pero es una minucia muy personal). Sí es más efectivo el recursos usado para el encuentro con el Mago (donde se cambia lo que sucede en el libro y la película) y la idea de tener presente a Florencia en la pantalla mientras Patricio canta sobre su amor por ella.

Más información:
Dirección: Eduardo Gondell
Prensa: Sandra Beerbrayer
Teatro: Auditorio Belgrano (Av. Cabildo y Virrey Loreto; entrada: Virrey Loreto 2348)
Precio de las entradas: $100 (pullman), $150 (platea filas 28 a 32), $180 (platea filas 21 a 27), $200 (platea filas 11 a 20) y $220 (platea filas 1 a 10)
Entradas a la venta en el teatro y por Ticketek
Funciones: jueves a domingo 18:30 hs.
Duración: 1 hora y 10 minutos
Promoción: presentando el programa de mano en boletería y comprando una entrada para otro infantil del Auditorio Belgrano (El Principito o Cosas de payasos), se obtiene una entrada gratis para el tercero de los musicales infantiles.
Cosas de payasos: 15 hs. / El Principito, una aventura musical: 17 hs.

[Integran también el nivel 6 de los musicales infantilesDoki, una expedición musical y El Principito, una aventura musical.]

DETALLES SOBRE LA COMPARACIÓN Nº1:
Como ya había anticipado al implementar el nuevo sistema, cada vez que 3 obras llegaran al mismo nivel las iba a comparar para decidir cuáles 2 van a figurar en el ranking que se va a ir armando de a poco. Yo voy a elegir la primera y la segunda surgirá de la encuesta que pueden ver bien arriba en la barra de la derecha (si están en la versión móvil, es probable que no puedan visualizarla, pero pueden dejar su voto en forma de comentario en cualquier entrada o enviando un mail). Va a ser una votación fugaz, que va a terminar el jueves a la tarde y seguramente tenga muy pocos votos. Si prefieren usar Twitter para votar, pueden mencionar @ECdeMusicales así puedo ver su elección. Si nadie vota, 1 sola obra aparecerá en el ranking.
¿Cuál es el objetivo didáctico de esto?: Enriquecer la visión que podemos tener de cada obra en comparación con otras, descubriendo virtudes y flaquezas.
¿Cuál es el otro objetivo de esto?: Ponerle un poco de competitividad a la cuestión.

Programa de estudios de la carrera de Teatro Musical en la EMBA

Este es el programa de estudios de la nueva escuela de teatro musical, que forma parte de la EMBA (Escuela de Música de Buenos Aires) y está ubicada en el barrio Belgrano (Arcos 1824). Otorga el título de Intérprete Superior de Teatro Musical. Ya está abierta la inscripción para comenzar en agosto. Se requiere una audición de ingreso.

(*) Son asignaturas que se aprueban por audición de ingreso.
(**) Son clases individuales de 30 minutos.

Para consultar el perfil del egresado, conocer tanto a la institución como a los jefes de cátedra y obtener más información, podés visitar www.embatm.org/ o escribir a info@embatm.org.

lunes, 21 de julio de 2014

Crítica de "El Principito, una aventura musical", de Carmen Castelli y Raquel Ratti

Categoría: MUSICAL INFANTIL

Crítica de El Principito, una aventura musical
Basada en el libro Le Petit Prince (1943), de Antoine de Saint-Exúpery

Buenos Aires, Argentina.
Temporada 2014 (Auditorio Belgrano).

Nivel: /8
(Se completó el grupo. Ya podés votar en la comparación Nº1, que aparece bien arriba en la barra de la derecha. Más detalles al final de esta crítica)

 
El punto fuerte de la obra: la participación de Martín Ruiz como el vanidoso.

En ese número, con fuerza y humor, brinda el mejor momento musical de la propuesta y la caracterización más divertida. A su vez, interpreta más tarde al zorro. Para mí y para muchos otros, ese episodio es el más emocionante del libro, y tiene un significado lindísimo que hace que uno no se canse de leerlo. Sin embargo, la contra de que esté tan arraigado el imaginario popular es que ninguna adaptación está a la altura del original.


De hecho, en general, El Principito es un libro difícil de versionar. Es sabido que si bien presenta algunos atractivos para chicos, son los adultos quienes pueden espiar debajo de su simbolismo (el comienzo de la obra ya entrevé esto, con la frase de Saint-Exúpery: “Todos fuimos chicos alguna vez”). Se ha hablado mucho de que cada nueva lectura es mágica y reveladora. En ese sentido, lo relaciono con el todavía más complejo Alicia en el País de las Maravillas, prácticamente inadaptable. Por todo esto, es un mérito que esta propuesta se haya animado a hablarle los chicos. Aquí hay que aclarar algo importante: este espectáculo no es para niños que pierdan interés fácilmente (hubo varios de ellos en la función a la que asistí). Apunta a chicos en edad escolar, que puedan seguir la historia y, sobre todo, los diálogos (si bien han sido oportunamente simplificados en la adaptación de Carmen Castelli). Si no, recomiendo introducir a los niños en el contenido del libro para ayudarlos a comprender.

En esta versión, hay menos parafernalia técnica que en la de 2003 (con Sebastián Francini, Juan Carlos Baglietto y Patricia Sosa) y la de 2013 (con un elenco similar al de la puesta actual). Sin embargo, sabemos que lo importante de El Principito está en la palabra y el delineamiento de los personajes, y es por eso que es central que los chicos que asistan sean capaces de interesarse por la historia.
De todas formas, se mantiene el cruce entre los lenguajes teatral y cinematográfico. Por tramos, el relato avanza a través de proyecciones muy bien producidas y por otros, la pantalla sirve de ambientación para la interacción de los actores en vivo.

Raquel Ratti (letras y música) no sacrifica el significado de algunas de las canciones en pos de conseguir una melodía pegadiza, pero deja en claro que también sabe componer algo que los chicos puedan tararear fuera del teatro (“Aprender a mirar”).

Alejandro Paker es tan efectivo como siempre, pese a que estas vacaciones de invierno tendrá que encarnar a tres personajes por jornada (además de El Principito, protagoniza El Capitán Beto y Priscilla, la reina del desierto). Aunque su participación es breve, él es responsable de casi toda la carga emotiva, y la termina depositando en su solo sobre el final. Por su parte, Thomas Lepera (el Principito) y Julieta Poggio (la flor) logran una gran conexión con la platea infantil. Tanto Carlos March (astrónomo turco y borracho) y Sebastián Francini (rey y hombre de negocios) se suman al reto de componer dos personajes distintos, guiados por el director Eduardo Gondell. Patricia Browne (la serpiente) exhibe un buen trabajo vocal.

Para el ensamble se convocó a algunos intérpretes destacados del género, y fueron coreografiados por Hugo Gómez Carranza. Contribuyen a fijar la atención de los chicos en el escenario.


Datos:
1) Se han hecho otras versiones musicales de El Principito, pero la más conocida es la película que Stanley Donen dirigió en 1974. Recuerdo haberla visto varias décadas después en VHS. El guión era de Alan Jay Lerner y la música, de Frederick Loewe, la dupla de Mi Bella Dama, Camelot, Brigadoon y Gigi. Si bien esta adaptación no me terminó de cerrar del todo, hay que reconocer que tenía ciertos pasajes curiosos, como el de la serpiente, que era interpretada por el mismísimo Bob Fosse (con bombín y cigarrillo incluidos). Se dice que su baile en la película influenció a Michael Jackson. Otro número coreográficamente memorable reproducía el estilo geométrico y caleidoscópico de Busby Berkeley. Una característica del film es que es extremadamente lúgubre (por las actuaciones, la fotografía, los planos, la dirección de arte y la música).

2) Se comenta que la montaña que se ve en la ilustración de de Saint-Exúpery y que aparece tanto en esta crítica como en el libro no es otra que el monte Fitz Roy (ubicado en Santa Cruz). El autor y aviador quedó fascinado con nuestra Patagonia.

Más información:
Dirección: Eduardo Gondell
Dirección musical: Eduardo Frigerio
Elenco: Thomas Lepera, Alejandro Paker, Patricia Browne, Carlos March, Martín Ruiz, Sesbastián Francini y Julieta Poggio
Ensamble: Carlos Pérez Banega, Leandro Bassano, María Laura Cattalini, Fernanda Vallejo Córdoba y Ezequiel Corbalán
Prensa: Sandra Beerbrayer
Teatro: Auditorio Belgrano (Av. Cabildo y Virrey Loreto; entrada: Virrey Loreto 2348)
Precio de las entradas: $100 (pullman), $150 (platea filas 28 a 32), $180 (platea filas 21 a 27), $200 (platea filas 11 a 20) y $220 (platea filas 1 a 10)
Entradas en venta en el teatro y por Ticketek.
Funciones: jueves a domingo 17 hs.
Duración: 1 hora y 20 minutos
Promoción: presentando el programa de mano en boletería y comprando una entrada para otro infantil del Auditorio Belgrano (Oz, en concierto o Cosas de payasos), se obtiene una entrada gratis para el tercero de los musicales infantiles.
Cosas de payasos: 15 hs. / Oz en concierto: 18:30 hs.

[Integran también el nivel 6 de los musicales infantiles: Doki, una expedición musical y Oz, en concierto.]

DETALLES SOBRE LA COMPARACIÓN Nº1:
Como ya había anticipado al implementar el nuevo sistema, cada vez que 3 obras llegaran al mismo nivel las iba a comparar para decidir cuáles 2 van a figurar en el ranking que se va a ir armando de a poco. Yo voy a elegir la primera y la segunda surgirá de la encuesta que pueden ver bien arriba en la barra de la derecha (si están en la versión móvil, es probable que no puedan visualizarla, pero pueden dejar su voto en forma de comentario en cualquier entrada o enviando un mail). Va a ser una votación fugaz, que va a terminar el jueves a la tarde y seguramente tenga muy pocos votos. Si prefieren usar Twitter para votar, pueden mencionar @ECdeMusicales así puedo ver su elección. Si nadie vota, 1 sola obra aparecerá en el ranking.
¿Cuál es el objetivo didáctico de esto?: Enriquecer la visión que podemos tener de cada obra en comparación con otras, descubriendo virtudes y flaquezas.
¿Cuál es el otro objetivo de esto?: Ponerle un poco de competitividad a la cuestión.

lunes, 14 de julio de 2014

Crítica del "festejo" por el segundo puesto en el mundial Brasil 2014

Categoría: VERGÜENZA

Crítica del “festejo” por el segundo puesto en el mundial Brasil 2014

Buenos Aires, Argentina.
Temporada 2014 (Av. Corrientes y Av. 9 de julio).

Nivel: /8


¿De qué se trata?: Todavía me lo pregunto.

El punto fuerte de la obra: ninguno. Falló todo.

Empecemos por los actores. Nunca vi a un elenco más decadente y que comprendiera menos a sus personajes. Supuestos hinchas de Argentina en un supuesto festejo por el dignísimo segundo puesto, terminaron demostrando que el país no les importa nada. Parece que hasta las neuronas hacen piquetes últimamente (o juegan ‘picaditos’), porque este elenco de porquería se comportó de forma cavernícola y perjudicó a muchas familias al destrozar el Microcentro. Este ataque desconsiderado y lastimoso no estaba en el guión, que se encargaron de reescribir (con faltas de ortografía, obvio). La historia que había que contar era “Salimos segundos después de muchos años; ¡qué orgullo!” y la falta de educación hizo que terminara en “Salimos segundos; ¡tenemos excusa para romper todo, loco!”. La impotencia es indescriptible cuando uno ve con qué impunidad y encono puede actuar una multitud, atentando contra el trabajo ajeno. No hay justificaciones. No se entiende el guión. No son argentinos. No son humanos.
¿Qué corría por sus venas? Seguro que NO era el patriotismo, a pesar de que el vestuario y el maquillaje quisieran engañarnos.
Eso sí, tienen fuerza. Si la fuerza y predisposición de una muchedumbre como esta fuera usada correctamente, se me ocurren muchas cosas buenas que podríamos hacer.

La escenografía es heterogénea, pero quedó casi homogéneamente destruida. Algunos decorados son nuevos; otros tienen bastantes años, pero nada fue perdonado. ¿Qué beneficio le reportaba a estos imbéciles despedazar los vidrios y el interior de un bar? ¿Qué tiene que ver el vapuleado teatro Broadway con el fútbol? ¿Por qué tiene que sufrir un local de cómics, cuando los personajes del animé no tienen ninguna relación con los occidentales jugadores en los que ellos depositaban sus esperanzas? Ni aunque hubiera habido un local que vendiera indumentaria alemana tendrían que haber osado tocar lo que no era de ellos. ¿Quiénes se creen que son para meterse con el sostén ajeno? ¿En serio no tienen nada mejor que hacer? ¿No tienen nadie a quien abrazar? ¿Tan básicos son? ¿La estupidez está tan extendida?
Lo cierto es que la Av. Corrientes y la 9 de julio parecen haber sido arrasadas por un desastre natural. Y fue un desastre, pero causado por un grupo de chimpancés salvajes (aunque tengo entendido que ellos suelen ser más inteligentes).

La dirección también fue heterogénea, porque la asumía cualquiera, y hacía lo que quería, sin darse cuenta de que no estaba jugando con la PlayStation, sino que cada cosa rota tendría su impacto en la vida real. Claro, mucha de esta gente desconoce la vida real, porque vive drogada. Y, sí, Argentina es una tierra de oportunidades.
Nos hacen falta muchos valores. Me resigno a permitir que haya un porcentaje tan grande de HDP entre la gente con la que uno se cruza a diario.
La coreografía fue nefasta, porque nuevamente cada uno iba para su donde quería y hacía los movimientos que quería. Llegó a haber un engendro que robó una butaca, se sentó en plena Av. Corrientes y se sacaba selfies. Bochornoso.
La dirección vocal fue igual de lastimosa. Más allá de las voces rotas, fue difícil coordinar a un grupo hiperactivo y ávido de desenfreno antes que de festejo. El término ‘infantiles’ les queda corto, porque los chicos entienden lo absurdo de lo que sucedió mejor que ellos. ¿Qué ejemplo les estaban dando a tus hijos? No queremos otra generación así.

En cuanto a la producción… ¿quién se hace responsable? Cuando recibió a la selección, Cristina se babeó con Lavezzi y dijo, justamente, que gracias al mundial habíamos recuperado valores, pero no se le ocurrió decir nada de los incidentes. Las autoridades del gobierno de la ciudad todavía no dijeron nada, y eso que arruinaron otra vez su preciado Metrobús. La policía estuvo bastante desaparecida y desmotivada. ¿Quiénes terminan pagando por todo? Los ciudadanos, que debemos solventar los daños cometidos con los impuestos. Sí, pagamos la diversión de estos animales. Sí, estamos produciendo esta obra tan mala.
Espero que, cuanto mínimo, no se burlen de nosotros y salgan a decir que es una sensación. Pregúntele a cualquiera de los que trabaja sobre la Av. Corrientes para comprobar si para él o ella no fue insoportablemente real.

Disfruté mucho de este mundial (que fue un JUEGO), y lamento profundamente que el gran resultado de Argentina se haya visto empañado por el sucio aliento de estos inadaptados. Sobre todo, lo repito, me apena por las personas trabajadoras a quienes, a diferencia de muchos de los vándalos maleducados, nadie les regala nada, y tienen que esforzarse por remontar la hecatombe que vivieron sus negocios. ¿De dónde se sacan las fuerzas para ser optimista y seguir luchando dignamente cuando un viento tan grande sopla en contra?

Argentina, ¿así querés ser grande? ¿Tan exitista y ególatra sos? ¿Así querés trascender? ¿Dónde está el grito sagrado? ¿Dónde está la gloria con la que juraste morir? ¿Tan borracha estás que no te das cuenta de que estás tropezando? ¿Tan atolondrada que no te importa chocarte contra una pared de hierro? ¿Tan débil sos que cualquiera te destripa? ¿No te das cuenta de que decís ser poderosa mientras pasan uno a uno a violarte y vos te reís? ¿No te das cuenta de que aunque el sol está en tu bandera, no te pertenece? ¿No te das cuenta de que no generás confianza y de que estás haciendo el ridículo? ¿No te das cuenta de que no estás avanzando, sino que te hacen dar vueltas como a un hámster en su rueda? ¿No te das cuenta de que te estás autodestruyendo con cada cascote que tirás y cosa que rompés o robás? ¿Por qué te golpeás a vos misma? ¿No ves que te agujeréas los pulmones y te cuesta respirar, tonta? ¿Te tengo que ignorar para que no me avergüences? Después no te quejes.

Más información:
Dirección: cualquier estúpido
Elenco: un nutrido grupo de c_nch_d_s con ganas de joder y aprovecharon el festejo de los demás para generar conflicto
Teatro: Av. Corrientes y Av. 9 de julio
Función: 13/14 de julio de 2014
Precio de las entradas: gratis (después se compensa con los impuestos)
Título alternativo: incidentes en el Obelisco

domingo, 13 de julio de 2014

Crítica de "Criatura Emocional", de Eve Ensler y Charl-Johan Lingenfelder, en versión de Lily Ann Martin

Categoría: OBRA CON MÚSICA

Crítica de Criatura Emocional
Título original: Emotional Creature (2012)
Basada en el libro I Am An Emotional Creature: The Secret Life Of Girls Around The World (2010)

Buenos Aires, Argentina.
Temporada 2014 (Teatro Tabarís).

Nivel: /8
(Falta 1 obra para completar el grupo de 3)


¿De qué se trata?: Un collage de monólogos y canciones que recorren historias de jóvenes mujeres alrededor del mundo, que exponen sus preocupaciones y su visión de algunos aspectos de la vida.

El punto fuerte de la obra: la dirección de Fernando Dente.
Si hay algo que no puede reprochársele es que no haya hecho una versión personal de la obra. En sus óperas prima, muchos directores tienden a imitar a otros u optan por la indefinición. Esto no sucedió con Dente, puesto que se nota que detrás de todo lo que se ve hubo seguridad en el planteo o elección estilística, dándole unidad a la pieza (algo que no es fácil, porque la obra lidia con situaciones aisladas). A pesar de que creo que, en algunas escenas, hubiese sido más interesante tomar caminos alternativos para contar la misma cosa, esta apreciación tan subjetiva no anula el hecho de que Dente le haya dado una impronta propia a Criatura emocional, y que la haya sostenido a lo largo de todo el texto, y esto es algo que a directores con más obras en su haber les sigue costando.

La puesta es muy dinámica, casi reproduciendo el ritmo con que las jóvenes consumen el contenido virtual hoy en día. No por esto carece de matices, que están oportunamente introducidos por las transiciones de Dente. Por momentos considerablemente oscuro y por otros humorístico, el texto de la estadounidense Eve Ensler podría haber caído en una sucesión de golpes bajos (con algún puñado de chistes para disimular) si no hubiera habido alguien que lo comprendiera y supiera domesticarlo. Sin adelantar demasiado, se puede decir que son virtudes de la puesta la ruptura de la cuarta pared, la interacción entre las chicas a pesar de que sea una sola la que esté hablando, el diagrama para ubicarlas en escena cuando participan todas (la mayoría de las veces) y la creación de distintos contextos a partir del trabajo actoral en conjunto, según el tono que necesite cada monólogo. Como verán, en definitiva, todo esto tiene que ver con cómo integrar a un grupo en una obra donde el protagonismo va rotando constantemente. Más meritorio aún es lo que pudo lograr el director con un grupo con escasa o nula experiencia en las tablas.

Las chicas de elenco hicieron sus primeros pasos en distintos medios, que tienen su propia forma de trabajo: el cine, el la T.V., el modelaje y el teatro musical. Aparte de los esfuerzos ya mencionados, un factor determinante para integrarlas estuvo en la elección de los monólogos que le tocaba a cada una. Así y todo, se puede reconocer en seguida una diferencia de niveles entre las actrices, aunque todas parecen tener una buena predisposición para aprender.

La revelación de la obra es Martina Juncadella (si bien este no es ni por asomo su primer trabajo como actriz). Conste que no lo digo sólo porque le hayan tocado papeles dramáticos en sus monólogos, sino que destaco también su actitud en escena aún cuando no es el foco de la atención. Obviamente, más allá de esta apreciación global, es en los monólogos donde tiene más posibilidades para poner más recursos en juego. Compenetrada e intensa, pero sin afectación, brinda los momentos más conmovedores. Sus personajes están destrozados, pero bien plantados frente a sus convicciones, y Juncadella no se deja llevar ni por una punta ni por la otra, humanizando a su criatura (emocional, claro). Seguramente, mucho de este valor diferencial con respecto a otras actrices de su generación se debe a la posibilidad de haber actuado en películas desde una corta edad, y haberse regido por sus tiempos y su forma de trabajo.

Ángela Torres es otra actriz que adquiere una gran presencia a partir de su histrionismo innegable, que sigue ejercitando en Criatura emocional. Claro, tiene ángel, algo que es difícil de adquirir porque suele ser innato, pero se nota que además se preocupa por crecer como intérprete. Seguramente, si sigue probándose a sí misma, pueda llegar a convertirse en una artista de peso y completa. En este espectáculo, es quien despliega las mejores armas vocales.

Manuela Del Campo adopta cómodamente un registro standupero que no queda para nada mal parado, y contrarresta con esto los tramos menos interesantes de sus monólogos.
Candela Vetrano protagoniza una escena inesperada, que parece salida de otra obra. Incorporando cierto surrealismo e incertidumbre, el texto sorprende, estremece y descoloca en el buen sentido, echando mano del lirismo de retratar algo complejo. Tal vez, el momento más osado de la propuesta, en contraposición a otros que manifiestan una intención de provocar mucho más detectable. Bien por la decisión de Dente en este cuadro.

En su debut teatral, Delfina Chaves aporta simpatía y se la nota muy feliz por estar sobre el escenario, mientras que el fuerte de la también debutante Katja Martínez se da en la interacción con sus compañeras: uno le cree que son amigas, y esto la ayuda a afirmarse durante su primer monólogo, en el que les habla a ellas. En la función a la que asistí, todavía no se había incorporado Sofía Pachano.


La enérgica coreografía de Alejandro Ibarra hace que este montaje sea por momentos más pasional que la versión off-Broadway. Matías Ibarra (director musical) tuvo que ingeniárselas para que las chicas, con experiencias musicales desparejas entre sí, pudieran interpretar las canciones sin agitarse. Hay que decir que unos tramos del espectáculo cuentan con el auxilio del playback, que puede tanto hundir como salvar. En este caso, gracias al buen sonido de Rodrigo Lavecchia y Claudio Noguez, ocurre lo segundo. Además, la obra no se declara abiertamente como “musical” (y no lo es). Al margen, las canciones del sudafricano Charl-Johan Lingenfelder son más interesantes cuando se meten en el terreno de la polifonía, que cuadra con el concepto coral del relato (historias de jóvenes mujeres de distintos países, sin conexión entre sí). Se percibe el trabajo de Ibarra para alcanzar encauzar las distintas líneas rítmico-melódicas.

El guión de la estadounidense Eve Ensler tiene los vaivenes propios de una obra ecléctica, que toca temas como la bulimia, el abuso sexual, el embarazo adolescente, la esclavitud sexual, el uso del preservativo, el trabajo infantil, la inconformidad con una foto en Facebook, el aborto, el bullying, las cirugías estéticas, el acoso por usar pollera corta y la ablación de clítoris. Sin embargo, a veces se queda a mitad de camino. Si bien Ensler se mete en terrenos pantanosos, podría sacarse un poco las botas de lluvia e ir más a fondo, como ya hizo en Monólogos de la vagina. Sobre todo, conociendo su habilidad como escritora y porque da sobradas muestras de que la obra puede trascender la instancia de ser solo Monólogos de la vaginita (aunque el personaje de Chaves diría de la concha). Por ejemplo, un final menos obvio podría haber tenido mejor impacto, pero por suerte Dente pudo remontar ese cliché desde la puesta. Un detalle: es raro que Ensler no haya incursionado en la temática del alcohol, siendo que la relación de las jóvenes con él ha cambiado radicalmente en los últimos años.

Otra característica de la versión argentina es que tiene una estética definida (caracterizada, por ejemplo, por los colores saturados). A esto contribuyeron Darío Feal (escenografía) y Gonzalo González (luces). Alejandra Robotti completa los rubros técnicos con un vestuario que habla de mujeres sueltas y desprejuiciadas.

Cabe destacar que si uno veía las caras de las espectadoras con edades similares a las de las protagonistas, podía concluir que se sentían en Walt Disney World. Tuve en cuenta esto para la calificación, junto con el hecho de que los productos concebidos para jóvenes suelen tener mediocres resultados artísticos. Aunque la obra explora el universo femenino, no debería espantar al público masculino.
En cuanto a la polémica surgida por las publicidades en la vía pública, es evidente que la gente no tiene tiempo de razonar cuando pasa junto a una carapantalla, y por eso no entendió el aviso.

Aclaración: ¿Es un musical o una obra con música? Aunque Plateanet diga que es una “comedia musical”, está en el límite. Es una obra fragmentada, y las canciones son un cuadro más. No obstante, para ser un musical, las canciones tendrían que estar integradas a algunos monólogos y complementarlos, así que opto por denominarla “obra con música”.


Más información:
Dirección: Fernando Dente
Adaptación: Lily Ann Martin (buen equilibrio en la trasposición a los códigos locales)
Cover: Jessica Gerez
Teatro: Tabarís (Av. Corrientes 831)
Precio de las entradas: $200 y $240
Duración: 1 hora y 40 minutos
Apta para mayores de 13 años con reservas. Los menores solo pueden ingresar acompañados por un adulto responsable.

[Integra también el nivel 6 de las obras con música: Bodas de sangre.]

Ya que estamos, dejo estas imágenes, a ver si nos traen suerte para hoy:

viernes, 11 de julio de 2014

Crítica de "Doki, una expedición musical"

Categoría: MUSICAL INFANTIL

Crítica de Doki, una expedición musical

Buenos Aires, Argentina.
Temporada 2014 (Teatro Metropolita Citi).

Nivel: /8
(Se completó el grupo. Ya podés votar en la comparación Nº1, que aparece bien arriba en la barra de la derecha. Más detalles al final de esta crítica)
  

¿De qué se trata?: El Club Mundial de Expedición lanza un concurso para encontrar a la mejor banda musical. Cada grupo deberá mandar un video, y el material será evaluado por un jurado. Sin embargo, no todo es tan simple. Los participantes deberán viajar por diferentes países y biomas para conseguir los instrumentos con los que deberán tocar. Como ya se sabe, la aventura siempre entusiasma a Doki y sus amigos (Gabi, Anabella, Mundi, Oto y Fico), así que aceptan el desafío.

El punto fuerte de la obra: la realización de personajes de Sara Trama y Alejandro Bologna.

Siempre están al acecho… Sobre todo, en vacaciones de invierno… Son el temor de los actores improvisados y de los guionistas ociosos… Buscan respuestas inmediatas… No se conforman con cualquier cosa… Estamos hablando de los chicos intrépidos.
Antes de comenzar la función de Doki, una expedición musical, noté que una niña de unos 4 años asediaba a una de las acomodadoras, mientras mantenían un divertido debate. ¿La razón? La chica no podía concebir que Doki, que para ella solo aparecía “en la tele”, fuera a presentarse corpóreamente ante los espectadores.
Esto me recordó cuando a mí me pasaba lo inverso, y no entendía bien qué era el cine hasta que pude experimentarlo (en los cines Los Ángeles, sobre la Av. Corrientes, y América, sobre la Av. Callao, que desaparecieron hace algunos años). Yo tenía tan instalado el concepto de teatro que me costaba pensar en una historia que no se contara en vivo.

Volvamos a la niña del comienzo. La acomodadora, con mucha paciencia, le explicó que ella era amiga de Doki, y que ya le iba a creer que existía cuando lo viera. La chica siguió retrucando con varios “A que no”, pero una vez que empezó la obra, quedó tan maravillada como el resto de los chicos. Es evidente que Doki es un personaje muy querido, y la platea le dio una recepción muy calurosa a lo largo de todo el espectáculo (demostraron especial afecto los chicos de 3 y 4 años).
Gran parte de esto tiene que ver con el trabajo de Trama y Bologna, cuyos diseños enormes asombran a los pequeños. Eso sí, cada madre o padre sabe si su hijo se asusta habitualmente al ver ‘muñecos’ tan grandes (hubo un solo caso de un chico que se impresionó un poco en la función a la que asistí).

El guión es ameno y simple, y el público (público difícil, por cierto) al que apunta el montaje presta atención a su desarrollo, a la vez que participa cuando se lo piden.

Ayudan a mantener el interés el intervalo de 10 minutos y los cambios de escenografía, que acompañan el viaje por América de los protagonistas. Sí, según muestran las imágenes al costado del escenario, Doki es un “perro de mundo”, y ha viajado mucho (y eso que solo tiene 10 años). En esta oportunidad, le tocará ir a la Selva Amazónica (Brasil), al desierto de Sonora (Méjico) y al glaciar Perito Moreno (Argentina). Es una buena idea que el video que ayuda a las transiciones muestre la ubicación geográfica de cada lugar, a la vez que se comentan algunos datos sobre él. Otra forma de reforzar el componente didáctico de la obra se da por medio de los instrumentos musicales que los exploradores deben fabricar en cada misión. Con tablet en mano, Doki va leyendo ciertas características sobre ellos. Aunque no sé si estaba planteado así o si fue casualidad, es interesante ver el concepto que deja toda la travesía: la música es una construcción de diferentes culturas. Por supuesto, el show tiene varias canciones.

Las coreografías de Alejandro Lavallen son ejecutadas con más coordinación que la que demuestran algunos seres humanos en otras obras. Tanto Lavallen como Alejandra Fleurquin (dirección artística y actores), junto con el elenco, tuvieron que resolver problemas de espacio, dadas las dimensiones de los personajes.

Por último, los valores principales que quiere destacar la historia son el trabajo en equipo, la amistad y el ingenio para resolver problemas sencillos.

  
Más información:
Dirección: Alejandra Fleurquin
Asistente de dirección: Luciana Rico
Supervisión artísitca para montaje: Javier Pironi
Elenco: Silvina Crivella, Florencia Grecco, Jenifer Ferraro, Romina Nuñez Herrería, Juan Manuel Auli, Silvina Cerri, Ivana Altamirano y Mayra Rubino
Voces: Constanza Faraggi, Natalia Rosminati, Melisa Souerón y Jimena Vallejos
Realización escenográfica: Yamila Sakin
Vestuarista: Graciela Ingratta / Vestuarios especiales: Avatar Vestuarios
Producción ejecutiva: La Tienda de Atrás / Exim Entertainment
Prensa y comunicación: Sandra Beerbrayer

Teatro: Metropolitan Citi (Av. Corrientes 1343)
Duración: 1 hora y 10 minutos (incluyendo un intervalo de 10 minutos)
Funciones: sábados y domingos a las 14:30 y a las 16:30 hs. En vacaciones de invierno (a partir del 22/7), de martes a domingo a las 14:30 y a las 16:30 hs. No hay función el domingo 13/7 a las 16:30 hs.
Precio de las entradas: desde $130 a $220 – Los menores de 2 años abonan un seguro de $30 en la boletería

Promociones: 25% off y 6 cuotas sin interés con tarjeta Citi; 2x1 a través de la revista Miradas o la página de Cablevisión (exclusivo para clientes)

[Integran también el nivel 6 de los musicales infantilesEl Principito, una aventura musical y Oz, en concierto.]

DETALLES SOBRE LA COMPARACIÓN Nº1:
Como ya había anticipado al implementar el nuevo sistema, cada vez que 3 obras llegaran al mismo nivel las iba a comparar para decidir cuáles 2 van a figurar en el ranking que se va a ir armando de a poco. Yo voy a elegir la primera y la segunda surgirá de la encuesta que pueden ver bien arriba en la barra de la derecha (si están en la versión móvil, es probable que no puedan visualizarla, pero pueden dejar su voto en forma de comentario en cualquier entrada o enviando un mail). Va a ser una votación fugaz, que va a terminar el jueves a la tarde y seguramente tenga muy pocos votos. Si prefieren usar Twitter para votar, pueden mencionar @ECdeMusicales así puedo ver su elección. Si nadie vota, 1 sola obra aparecerá en el ranking.
¿Cuál es el objetivo didáctico de esto?: Enriquecer la visión que podemos tener de cada obra en comparación con otras, descubriendo virtudes y flaquezas.
¿Cuál es el otro objetivo de esto?: Ponerle un poco de competitividad a la cuestión.