Categoría: INFANTIL/JUVENIL
Crítica de Hora y Cuarto
Buenos Aires, Argentina
Temporada 2014 (Centro Cultural Borges)
Nivel: 7 /8
(Faltan 2 obras para completar el
grupo de 3)
¿De qué se
trata?: De la tensa hora y cuarto
previa a una función. Una parodia a los entretelones del mundo del teatro
musical hecha por jóvenes intérpretes (entre 8 y 19 años).
Además de ser una buena bailarina, Michael es una
destacada coreógrafa, al menos para manejar elencos infanto-juveniles. En Hora y cuarto, trabajó con movimientos
disociados y amalgamó los estilos de danza jazz y hip hop.
La respuesta del elenco es óptima, y se nota que los
intérpretes se han formado en baile. Realmente me sorprendió el primer cuadro
por su limpieza (como luego remarca uno de los personajes). Las coreografías
son bastante exigentes y requieren de concentración, porque los pasos cambian
con rapidez. Sin embargo, los chicos no tienen problemas con ellas, no miran al
piso y casi siempre logran un alto grado de coordinación. Otro desafío que sumó
Michael fue el del planteo coreográfico en varios planos, que obliga a todos a
tomar consciencia de la totalidad del espacio escénico (por eso sirve tanto a
nivel pedagógico). Entonces, ya desde el vamos, la obra me emocionó porque en
los primeros cinco minutos percibí el talento que tenía delante. Por supuesto,
hay que seguir desarrollándolo (en algunos casos, con más esfuerzo que en
otros). Sin embargo, en líneas generales, esta Compañía de Teatro Musical
Juvenil está a un nivel superior que otros grupos no juveniles (y que ciertos
supuestos artistas con su nombre destacado en una marquesina de un teatro
comercial).
Sin lugar a dudas, quienes se roban la obra son
Martina Haissiner y Valentino Grizutti, con un histrionismo admirable y sentido
del timing. También me gustó la
actuación de Agustina Cabo, una suerte de Stage Manager dentro de la historia,
que intenta calmar los nervios del director e infundirle la confianza de todo
saldrá bien, y para esto da muestra de madurez al decir sus líneas. Tomás
Raimondi es quien, justamente, encarna al director, exacerbando el estrés
previo a una función pero, a su vez, transmitiéndonos el amor de su personaje
por el teatro. Claro que, además, Raimondi funciona como un sostén para toda la
acción dramática, marcando el ritmo de los cuadros. Para esto, está pendiente
del resto de los actores. No puedo dejar de resaltar las líneas de Agustina
Velo y Florencia Liserre al bailar, ambas con un manejo muy expresivo del
cuerpo.
El libro de Mariano Taccagni parte de una idea
original (las complicaciones, los nervios y la ansiedad que surgen en la hora y
cuarto que transcurre desde que los artistas llegan al teatro hasta que
comienza la función). A partir de eso, desarrolla unos enredos simples y arquetípicos,
como lo son todos los personajes. Esto se debe a que quiso parodiar el mundo
del teatro musical y sus entretelones. Así, por ejemplo, aparecen estereotipos
como la de la simpatiquísima “rubia bonita” de Julieta López y oficios como el
técnico/iluminador de Xavier Nazar Dutka. Lo cierto es que, a pesar de que estén
tomados con humor, los problemas de cartel y los amores surgidos en camarines
abundan en la vida real (lo último es moneda corriente en el teatro musical). Chiara
Stellardo y Thais Rippel tratan este tema con soltura, parodiando además a las
telenovelas. Resta decir que Taccagni incluyó algunos guiños para los
conocedores del género musical, como las referencias a Florencia Otero, Germán
Tripel, Pablo del Campo y Silvina Nieto.
En cuanto al vestuario de Javier Guillermo Ponzio, es
una mezcla entre lo juvenil y lo adulto. Por otro lado, la iluminación de Sandro
Pujía se va adaptando al estilo de cada cuadro.
Una pieza clave del equipo creativo fue el gran
compositor Javier López del Carril (cuyas canciones para el nuevo CD de Elena
Roger, Tiempo Mariposa, comentaré en
unos días). Con la pegadiza y dinámica obertura abre la puerta para el juego,
mientras que “Mi cuarto de hora” les da a los chicos la posibilidad de explorar
una melodía cargada de sentimientos más densos, que deben acompañar con la voz
y la actuación. A propósito, se encargó de la dirección vocal Manuel Victoria y,
del entrenamiento vocal, Meri Hernandez. Asistieron a los jóvenes en el canto a
varias voces y la articulación (por ejemplo, en la canción que comparten Florencia
Liserre, Sofía Navone y Eugenia Blanco). Salvo por alguna que otra pequeña vacilación
en la emisión, el nivel vocal es bueno, sobre todo para cantar y bailar al
mismo tiempo (o cantar después de bailar, que es otra tarea complicada).
La banda juvenil integrada por Federico Accorinti,
Camila de Biase, Juan Leguizamo, Aaron Gordonas y Mateo Viani suena sumamente
bien y a tempo (hubo un único y mínimo desfasaje de uno de los integrantes
sobre el final, que se acomodó rápidamente). Esto me lleva a otro punto: el
compañerismo evidente que hay en la compañía. Yo siempre digo que, entre otras
cosas, es en el ajuste de las imperfecciones donde uno se da cuenta lo unido o
no que es un grupo. En “Hora y cuarto”, vi caras de complicidad para acomodarse
a la música y hasta una chica que frenó a otra sobre el costado para que no
entrara a destiempo a una coreografía. Incluso, Thais Rippel improvisó una línea
para darle pie a un compañero para rectificar una equivocación.
Por lo tanto, esta nueva obra de la compañía,
dirigida por Ricky Pashkus y con Valeria Grossi como puestista, es todo un éxito
en cuanto a aprendizaje y fogueo, más allá de la tranquilidad con la que nos
deja a los espectadores exigentes al salir de la función, sabiendo que hay
talento para trabajar y seguir sosteniendo al teatro musical argentino.
Espectador Crítico de Musicales
espectadorcriticodemusicales@gmail.com
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@ECdeMusicales
Más
información:
Teatro:
Centro Cultural Borges (Viamonte esquina San Martín), Sala Ástor Piazzolla - Teléfono:
5555-5359
Duración:
45 minutos
Funciones:
sábados a las 16:30 hs.
Precio
de las entradas: $80 a $100
Promoción:
2x1 con Club La Nación Premium
Dirección:
Ricky Pashkus
Puesta
en escena y dirección de actores: Valeria Grossi
Stage
Managers: Matías Vega y Francisco Tortorelli
Asesoría
pedagógica: Paula Schapiro
Dirección
musical: Javier López del Carril
Prensa:
Tommy Pashkus Agencia
Producción
ejecutiva: Estanislao Otero Valdez
Fotografías:
Fuentes2Fernandez
Asistente
de vestuario: Valeria Canteros
Elenco:
Tomás Raimondi, Agustina Cabo, Agustina Velo, Chiara Stellardo, Celeste
Lofardo, Xavier Nazar Dutka, Azul Mazzeo, Dyan Ibarra, Eugenia Blanco, Ezequiel
Suarez, Florencia Liserre, Julieta López, Martina Haissiner, Simón Alejandro,
Sofía Navone, Thais Rippel, Tiziano Ruger, Tobías Nahuel López, Tomás Villar
Muños y Valentino Grizutti
Músicos:
Federico Accorinti, Camila de Biase, Juan Leguizamo, Aaron Gordonas y Mateo
Viani
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