Categoría: MUSIC HALL
Crítica de Reinas del Marabú
Buenos Aires, Argentina.
Temporada 2013 (Maipo Kabaret).
Calificación: 8/10
¿De qué se
trata?: Un music hall que celebra a la
mujer, a través de distintos cuadros sugerentes que la presentan en varias
facetas, plantean fantasías o resaltan estereotipos. Hay muchos stripteases, y se hace hincapié en el baile.
El punto fuerte de la obra: las excelentes coreografías de Vanesa García Millán, una creadora
todoterreno, que sabe dotar a los espectáculos donde trabaja de buen gusto y
creatividad (por más disímiles que sean entre sí).
La coreógrafa es capaz de integrar las clásicas
figuras de ballet a movimientos que tienen que ver con el burlesque y el
striptease. Sí, hay rond de jambes, grand écarts y développés
(y más de esas palabras en francés que sé pronunciar pero que tengo que
googlear antes de escribir), y se combinan dentro de un trazado coreográfico
magnífico, que es el alma de la puesta. Es gracias a Vanesa García Millán que el
espectáculo adquiere esa estética especial, depurada. Se nota que hay talento
detrás de cada cuadro, y que se cuidaron los detalles para elevar la calidad,
en vez de elegir el camino más fácil y caer en una propuesta igual a muchas
otras. García Millán es una experta en la expresión con el cuerpo, y su
participación marca la diferencia para que las “Reinas del Marabú” revelen todo
su potencial y liberen su energía femenina. Quiero destacar un fabuloso número
de tango. La asistente de coreografía es Evangelina Bourbon.
Por supuesto, la coreografía se puede lucir gracias a
la presencia de prolijas bailarinas, a la altura de las exigencias. Todas
demuestran que pueden bailar con un estilo pulido y consolidado, y un estilo sólo
se afianza por medio del trabajo y la constancia. Además, un aspecto
fundamental es que saben sumar seducción a la técnica.
Por otra parte, Emiliano Pi Álvarez, el único varón,
sorprende por su línea y su destreza en el caño.
María Laura Cattalini es la encargada de llevar
adelante el ritmo del espectáculo (por cierto, muy bien pautado por su
directora y cumplido por Griselda Martínez, la stage manager). Cattalini tiene
una gran facilidad para entablar una conexión con el público, con el que
interactúa con carisma. Incluso, sabe “remar” las respuestas ambiguas de la
audiencia, y sacar varias risas. Todo esto, entre muchos cambios de vestuario.
Ella es, también, quien carga con el texto de la obra, haciendo un buen manejo
de su voz para enfatizar ciertas partes o generar expectativa.
Martina Lupardo, por su parte, canta algunas canciones
y lo hace muy bien. La música original es de Mauro García Barbe. El sonido
(operado por Cristian Beldevere) no tiene fallas.
Antes de pasar a Reina Reech, quiero hacer un paréntesis:
encontré entre mis cassettes uno de los de Reina (“La familia de colores”),
donde canta, en una de las canciones “Todos tenemos un sueño/ guardado en una
cajita”. Y me puse a pensar que “Reinas de Marabú” es la exteriorización de esa
cajita de sueños, de esas cosas sobre las que los espectadores pueden haber
fantaseado.
Cattalini (la presentadora) anuncia que será una noche
para despojarse de los prejuicios y reflexionar con libertad sobre temas
pudorosos, relacionados al sexo (como la masturbación, las fantasías sexuales o
las relaciones con más de dos integrantes). Reina Reech quiso exponer en el
escenario a la mujer como es, con todas sus facetas (y, de paso, burlarse un
poco del hombre, también). Es decir, la obra apunta a celebrar a la mujer por
el hecho de ser mujer, riéndose de los estereotipos. El libro, escrito por
Reech, tiene planteos divertidos e interesantes sobre la sexualidad moderna y
la relación entre el hombre y la mujer (la creadora se inspiró en un seminario
de Marcela Luchetta). El texto es imprescindible para llamar la atención del
espectador y resulta un apoyo importante para los cuadros que siguen a cada
intervención de Cattalini.
Reech diseñó cuadros con un criterio amplio,
incluyendo diversos aspectos de la femineidad y distintos tipos de mujeres,
como la geisha, la hermafrodita, las porristas lesbianas, las ejecutivas workaholic, las adictas
al shopping, las que son presas de vampiros, las diosas, entre otras
ocurrencias. Así, en la mutación (y la alternancia de las bailarinas), el espectáculo
resulta siempre atractivo. En fin, sólo falta un par de gemelas.
En su rol de directora, Reech acierta al apostar por
sugerir algunas cosas y no ir a lo explícito. Nunca cae en lo vulgar, sino que
busca la elegancia, el homenaje al cuerpo femenino. Otra buena decisión fue la
de las marcaciones para las entradas (por distintas puertas). Reech es, también,
la diseñadora de la iluminación, que sigue la misma línea que la dirección, es
funcional y crea un buen marco estético. Va variando los tonos de la luz, y así
llama la atención.
Por otro lado, el vestuario (perteneciente al Maipo y
a Ámbar La Fox) es muy atrayente y fundamental para aportar brillo. La dirección
de vestuario es de César Juricich.
Por último, es interesante el uso de la pantalla (el
diseño de video es de Pablo Rodino), del que no se abusa. El momento que más me
gustó relacionado a la pantalla fue el del final.
Entonces, el mayor mérito de este espectáculo es el de
llevar adelante la práctica del strip dance con refinamiento. De hecho, hay un solo
desnudo completo. Aseguro que no hay vulgaridades. Y eso que quien escribe esto
es cristiano e integra dos grupos misioneros. Siempre me pregunté si se podía
transmitir algo al desnudarse en un escenario fuera del contexto de una
historia, y “Reinas del Marabú” es un ejemplo de que se puede lograr un music
hall con despliegue artístico y diversión a partir del striptease. Vale
recordar que este espectáculo (que ya lleva más de 200 funciones) emprenderá
pronto una gira que lo llevará a Europa, así que quedan pocas funciones para
disfrutarlo en la acogedora sala del Maipo Kabaret.
En resumen: Un music hall donde la estrella son las espléndidas coreografías de la genial Vanesa García Millán. Con un texto divertido, Reina Reech, la directora de la propuesta, logra desnudar a la mujer (en todos los sentidos), y lo acompaña con la desnudez física en cuadros con pautas diversas, que involucran técnica de baile, destreza, sensualidad, habilidad para sacarse la ropa, histrionismo y canto. Las bailarinas (y el bailarín) demuestran erotismo para el arte del striptease y línea y estilo para el baile en general. Una propuesta sofisticada y poco frecuente, pero ciertamente muy bienvenida. Atrae tanto a hombres como a mujeres.
Foto: Paula Dalia.
Más información:
Dirección: Reina Reech.
Elenco: Flor Beltramo, Evangelina Bourbon, Sol Camardella,
Maria Laura Cattalini, Sabrina Lis Gay, Martina Lupardo, Martina Nikolle,
Barbara Reali, Maria Valencia y Emiliano Pi Alvarez.
Teatro: Maipo Kabaret (Esmeralda 443); tel.:5352-8383.
Duración: 1 hora y 25 minutos.
Funciones: miércoles a viernes a las 21 hs.; sábado a
las 21 hs. y a las 23 hs.; domingo a las 20:30 hs.
Precio de las entradas: desde $190 a $250.
Promoción: 2x1 con Club La Nación.
Prensa: Duche-Zarate (www.duchezarate.com.ar)
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