Categoría: OBRA MUSICAL
Crítica de La Celia
Buenos Aires, Argentina
Temporada 2014 (Maipo Kabaret)
Nivel: 7 /8
(Falta 1 obra para completar el
grupo de 3)
¿De qué se trata?: Memoria sentimental de Celia Gámez (1905-1992), una actriz,
cantante y bailarina argentina que reinó en España.
El punto fuerte de la
obra: Ivanna Rossi.
Y al llegar te diré: ‘Mírame’
Y al mirar me dirás: ‘Quiéreme’
(…)
Para hacerme feliz mírame
Para hacerme soñar mírame
Si me quieres matar, mírame
Sí, Celia Gámez fue una artista argentina radicada en
España que se caracterizó por acaparar miradas. A lo largo del espectáculo, nos
enteraremos de cómo imponía modas, suscitaba rumores sobre su vida amorosa y
llenaba teatros durante décadas. Sin embargo, en el creativo programa de mano
se nos aclara que estamos frente a una “memoria sentimental”, y la denominación
es acertadísima. Esto se debe a que ver La Celia
es mucho más que observar el discurrir de una vida: es hacer un viaje en el
tiempo y encontrarse cara a cara con una estrella y rememorar un estilo
artístico al que estamos poco acostumbrados a disfrutar en vivo en nuestro
país. De hecho, como bien se dice en la obra, en la Argentina Celia
no era tan conocida como en España. Los argentinos estamos mucho más familiarizados,
por ejemplo, con Sara Montiel, otra indiscutida reina de la canción española (y
que, al igual que Gámez, interpretó el “Pasacalle de los nardos”).
Sin lugar a dudas, no podríamos retroceder en el
tiempo ni conmovernos con las canciones de Celia sin la presencia de la
talentosísima Ivanna Rossi. Cuesta imaginar a una actriz que hubiera podido
superarla en este rol. No se propuso imitar a Gámez (de hecho, Rossi canta
mejor que ella), pero captó su esencia, guiada por el director y dramaturgo
español Emilio Sagi. El resultado es mágico: nunca dejamos de ver a una diva,
aunque ella esté hablándonos en primera persona y contándonos sus triunfos y
sus preocupaciones. Celia tenía cierto aire misterioso, y esta Celia-personaje
no lo pierde aún cuando se muestra confidente. Estuve viendo varios videos de
la verdadera Gámez en distintas etapas de su carrera y escuchando sus
grabaciones, y si algo la caracterizaba era su gracia, que se manifestaba en su
forma de llenar el escenario.
En realidad, fue ese carisma el que la catapultó a la
fama, por encima de sus capacidades vocales. Cuando rondaba los ochenta años,
seguía cantando en público, y se puede apreciar en filmaciones cómo, a pesar de
que su voz ya no era tan dúctil, conseguía cautivar con su forma de
interpretar.
Esto no se le escapa a la encantadora composición de
Rossi, que además trabaja con dos grandes “mezclas” que habitaban en Gámez. La
primera es la mencionada ambigüedad sexual, que en lo artístico se manifestaba
en los números que Celia interpretaba vestida de hombre, como el “Chotis del
Pichi” de su exitosa revista musical “Las Leandras”. La segunda, la unión del
arrabal porteño con la cultura española. Una de las formas en las que Rossi da
cuenta de esto es a través de un acento español forzado para ciertas canciones,
tal como el de Gámez. Más allá de esto, cabe destacar la emisión metálica con
la que también intenta emular a la diva.
Otro punto a favor de La Celia
y del viaje que propone es la prolijidad de su puesta (a cargo de Emilio Sagi)
y de su refinada estética. Renata Schussheim diseñó un vestuario alucinante y
llamativo, que le da a cada número una atmósfera especial. El espacio escénico
que ideó Daniel Bianco permite que ingresen y salgan elementos y así dar una
idea de paso del tiempo y aportar dinamismo (por ejemplo, sus paneles facilitan
los cambios de ropa). La alegre coreografía de Sibila es el complemento
perfecto para terminar de introducirnos en el arte de Gámez, quien controlaba
detenidamente cada detalle de sus presentaciones, incluyendo al cuerpo de
baile. Al igual que el vestuario, la coreografía hace algunos homenajes a
interpretaciones reales de Celia y sus bailarinas. Esta alusión estética y
coreográfica se puede apreciar en “Estudiantina portuguesa”, entre otros
números.
Por suerte, Sibila contó con un ensamble perfecto:
Jimena González, Virginia Kaufmann, Virginia Módica y Pilar Rodríguez Rey,
quienes secundan a Rossi y encarnar a miembros de su compañía. Al margen de su
gran simpatía para bailar, las actuaciones de estas actrices permiten que la
obra nunca se estanque. Así, van quebrando los parlamentos de Rossi e
interactuando con Celia, revelándonos nuevos costados de este ícono. Se ve en
ellas una mezcla de admiración y respeto, y esto engrandece la figura de la
artista. También, le aportan una buena cuota de júbilo a las canciones,
replicando las segundas voces agudas que solían acompañar a Gámez y le daban
más textura a las composiciones.
Por otra parte, el libro de Emilio Sagi nunca aburre.
Sobre todo, explora las penurias amorosas de Celia (con datos relevantes como
los rumores que la vinculaban al rey Alfonso XIII), su carácter fuerte, su
camino artístico y la repercusión que generó en el público. Un punto
interesante es su incursión en un polémico chotis grabado por Celia: “¡Ya hemos
pasao!” (en clara respuesta al “¡No pasarán!” de los republicanos de la Guerra Civil ). Esta canción
sigue generando debate en la web, y Sagi se encarga de ponerle paños fríos a la
cuestión y dar una explicación conciliadora.
Finalmente, la música es el corazón de La
Celia. El experimentado Jordi López vino desde España
para ocuparse de la dirección musical, la música original y los arreglos, y el
resultado es óptimo. Con cada canción, se genera un momento particular en la
platea, que aplaude con felicidad. Integran el repertorio catorce éxitos de
Gámez; además de los ya citados, se escuchan “La luna de España”, “A media
luz”, “El beso” y “¿Me voy o no me voy?”, entre otros. Todos ellos reviven gracias
a los geniales músicos en vivo: Santiago Rosso (piano), Juan Pablo Togneri
(contrabajo) y Natacha Tello (violín).
Más información:
De: Santiago Castelo
Dirección general y
dramaturgia: Emilio Sagi
Dirección musical, música
original y arreglos: Jordi López
Idea y producción artística:
Lino Patalano
Fotografías: Gianni
Mesticcheli
Prensa: Duche-Zarate – www.duchezarate.com.ar
Teatro: Maipo Kabaret
(Esmeralda 449) – Teléfono: 5352-8383
Funciones: hasta el 7 de
diciembre (quedan 3 semanas)
Martes a sábados 21 hs.
Domingos 19 hs.
Duración: 1 hora y 20
minutos
Precio de las entradas:
desde $280 hasta $350
Promoción: 2x1 con tarjeta Club
La Nación
premium (cupos limitados)
Visa y Visa Débito tarjetas
exclusivas
*En mayo de 2015 este espectáculo
se representará en un teatro de Madrid.
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