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martes, 10 de marzo de 2015

Análisis de "Kiss Me, Kate", de Cole Porter y Samuel y Bella Spewack: parte 2

MUSICALES AL MICROSCOPIO #2

Análisis de Kiss Me, Kate (Bésame, Kate)
Música y letras: Cole Porter
Libro: Samuel y Bella Spewack

Puesta original en Broadway: 1948
Ganadora de 5 premios Tony

Basada en la obra The Taming of the Shrew (La Fierecilla Domada),
escrita por William Shakespeare alrededor de 1590.

-Parte 2 de 2 del análisis-
(Click para volver a la parte 1)




7*- Aunque Kiss Me, Kate no llega a tener el ritmo de “comedias de puertas” como Anything Goes, el director sí debe tener en cuenta, por ejemplo, cómo manejar las entradas y salidas de los camarines (algo que tiene que facilitar el decorado). Además, llegará un momento en el que las dos historias se mezclen y los actores tengas que sostener dos situaciones en una: seguir con La fierecilla, pero con elementos de la carga personal que los afecta (mostrados en el detrás de escena). El punto de fusión se produce con la función en curso, cuando Lilli lee la carta que acompañaba el ramo de flores que le llegó de parte de Fred (igual al que llevó el día del casamiento). Entonces, se entera de que las flores le han sido enviadas a ella por error, porque estaban destinadas al camarín de Lois, y que Fred solo ha simulado un arrebato de amor para salir airoso de la equivocación. Lilli, enojada, comienza a improvisar a partir del papel de Katherine y golpea y muerde a Fred/Petruchio en escena (luego argumentará que es una actriz “realista”). Sigue la escena icónica de la obra (y muy llamativa, en su momento): Fred/Petruchio agarra con fuerza a Lilli/Kate y le da una serie de nalgadas, tratando de “domar” a Lilli. Cuando La fierecilla se desbanda de esta manera, otra problemática de la dirección es hacerle creer al espectador de que al resto de la compañía esto la toma por sorpresa y deja de respetar el libreto para tapar agujeros. Algo así sucede después de la escena referida antes: el guión indica que se baja el telón y cuatro bailarines improvisan, mientras la orquesta toca una canción de apoyo, hasta que detrás de escena se pueda poner orden. Ralph, el Stage Manager, tiene que salir dos veces para pedir con señas que el director musical repita la canción. Mientras tanto, Lilli quiere renunciar, pero esta posibilidad quedará descartada cuando aparezcan los dos gangsters, que se incorporan a la obra y la mantendrán amenazada, aunque en La fierecilla finjan escoltarla con ropa shakesperiana (se siguen entrelazando las historias).

8*- Una prueba más de que Lilli se parece a Kate se produce cuando rompe el jarrón con las flores de Fred, al igual que su personaje destroza cosas en la obra. Por su parte, Fred suena como Petruchio cuando dice “No pude enseñarte modales cuando fuiste mi mujer, pero por Dios, ¡te enseñaré modales como actriz!”. A su vez, no la deja comer a Lilli antes del espectáculo, tal como Petruchio la priva de alimentarse Kate argumentando que esa comida es inferior para ella (cuando Fred y Lilli interpretan esta escena, Lilli pone más insistencia para molestar a Fred, que recrudece la prohibición). Musicalmente, el momento de mayor tensión entre los dos es “Kiss Me, Kate”, una pelea cantada en la que Fred/Petruchio intenta hacer que Lilli/Kate lo bese, pero ella insiste que nunca lo hará. Porter recurrió a rimas contrastantes como “Oh, kiss me quick” (Fred) y “Your rump I’ll kick” (Lilli), y a una progresión de intensidad por parte del ensamble, que incita a Kate a que bese a Fred. Lilli/Kate le dice a su compañero que es un “bastardo” y todos se sorprenden (en 1953, la palabra les pareció tan fuerte que la reemplazaron por “canalla” en la versión fílmica). Para cerrar con el antirromance, se le dispara a un pajarito de utilería en escena. Varias escenas después, la obra concluye con un “Kiss Me, Kate (Finale)” completamente distinto. A las interpelaciones de Fred/Petruchio, Lilli/Kate responderá sumisamente: “Carissimo!”, “Bello!”, “Presto!”. El libro dice que “Se abrazan, y es el beso más feliz de la historia de los besos”.

9*- Porter y Spewack tomaron algunos elementos directamente de La fierecilla domada para el musical dentro del musical, aunque sintetizando el argumento. Hay diálogos que se mantienen. Entre ellos, uno de los más subidos de tono, aunque lo cortan por la mitad:

Petruchio: Ven, ven, avispa, temo que estás demasiado enojada.
Katherine: Si es que soy una avispa, mejor cuídate de mi aguijón.
P: Mi solución es sacártelo.
K: Ah, si el idiota encuentra dónde está.
P: ¿Quién no sabe dónde tiene una avispa su agujón? En su cola. [Hasta acá aparece en Kiss Me, Kate, en cierta forma, para justificar la escena de las nalgadas.]
K: En su boca.
P: ¿Qué boca?
K: La tuya, si hablas tonterías. Me voy.
P: ¿Cómo, te vas con mi lengua en tu cola? No, vuelve, querida Kate. Soy un caballero.

Algunos diálogos fueron ampliados y transformados en canciones (“Vine a buscar un casamiento ventajoso a Padua;/ si es ventajoso, seré feliz en Padua”) y otras canciones son de inspiración más libre, a partir de los personajes (“Tom, Dick or Harry”, cuyo ritmo de jazz no concuerda con el período de La fierecilla). Casi toda la letra de “I am ashamed that women are so simple” está copiada exactamente del monólogo de Katherine “domada”/“educada” en la segunda escena del acto V (un elogio a la sumisión de la mujer); así empieza:

Me avergüenza que las mujeres sean tan simples
Y hagan la guerra cuando podrían arrodillarse en paz
O busquen poder, supremacía e influencia,
Cuando están hechas para servir, amar y obedecer.

Esta canción es la contraparte del primer solo de Kate: “I hate men” (“Odio a los hombres”), que presenta muy bien la agresividad inicial del personaje.
En la historia principal, se intentó imitar los juegos de palabras shakesperianos, en diálogos como este:

Fred: ¿Cómo te atreviste a decirme “bastardo” en escena?
Lilli: No lo dije… solo lo indiqué.

Un cambio sutil que sí se le hizo a la obra de Shakespeare resulta revitalizante. En una escena, Kate dice “Cuidá tu asiento, Petruchio, o te voy tirar de él / Katherine va a domar a ese demacrado”. Así, se la dotó de un espíritu más autónomo. Pese a que se ha casado por obligación, acepta el reto del casamiento con la pretensión de querer domar al arrogante Petruchio (tal como Lilli quiere domar a Fred). Sucede que Fred, caprichoso e impulsivo, podría ser la fierecilla domada de la otra historia. Sobre el final, termina dejando de lado el orgullo y se declara con la misma canción que lo hiciera Lilli (“So in love”). Solo entonces Lilli desestima su renuncia y vuelve, y lo hace para la escena en la que Kate aparece completamente domada (“Me avergüenza que las mujeres sean tan simples”). Por eso, aunque el público de La fierecilla está viendo que Kate cae rendida dócilmente ante Petruchio y se frustra su intento de tomar las riendas del matrimonio, también está observando a una Lilli que, aunque también se entrega a Fred, lo hace porque él repensó sus errores. Él deja de lado, justamente, el concepto de superioridad masculina, para reconocer que necesita a Kate, por más que se quiera hacer el superado con Lois. Aunque molestaba a Lilli, en el fondo Fred la amaba (como se supone que sucede también con Petruchio, aunque esto es dudoso, porque en principio solo le interesó el beneficio económico del enlace y luego quiso educar a Kate para que hiciera lo que él quisiera). Como sea, lo que propone la obra es una interesante relectura, y exhibe las dos alternativas que expliqué en una misma escena.

10*- Cole Porter es célebre por haber compuesto numerosas canciones a partir de listas con rimas ingeniosas (por ejemplo, “You’re the top” en Anything Goes). Algunos números de Kiss Me, Kate pertenecen a esta clasificación:
1-La citada “Always true to you (in my fashion)”
2-“Where is the life that I late led?” (“¿Dónde está la vida que llevaba antes?”): Petruchio, ya casado con Katherine, habla con nostalgia de sus amoríos anteriores. Petruchio canta ese verso en La fierecilla domada, pero las conquistas son invención de Porter.
3-“Brush up your Shakespeare” (“Pulí tu Shakespere”): no tiene nada que ver con la trama, sino que es un número cómico que improvisan en escena los gangsters (los clowns de la obra). La letra habla del poder de seducción que producen las citas de Shakespeare en las mujeres, y lo hace utilizando títulos de obras clásicas del bardo y nombres de sus personajes. Es la canción más osada del musical. Unos fragmentos:

Si te dice que sos un tirano
Dale un golpe en su Coriolano
(…)
Recitale algún que otro soneto
Y habrá miel en tu falda, prometo


Contenido adicional:

A) Debate: ¿Es Kiss Me, Kate un musical integrado?

El musical La fierecilla empieza con “We open in Venice”, del que participan Fred, Lilli, Lois y Bill, encarnando a actores itinerantes, que son los que luego van a interpretar la historia de Shakespeare. [Recapitulemos: cuando uno ve a Kate en La fierecilla, está viendo a una actriz que hace de Lilli, que hace de una actriz itinerante que hace de Kate, y lo mismo sucede con los otros tres personajes principales.] El libro marca los cuatro van moviéndose frente a una pancarta giratoria con fondos pintados, que va mostrando alternativamente los nombres de los distintos lugares que recorren mientras los cantan: Venecia, Verona, Cremona, Parma, Mantua y Padua, para volver a empezar el recorrido en Venecia. Y sí, la música es pegadiza. A medida que repiten el trayecto, se van cansando. Pero lo interesante aquí son dos versos de la canción: “Somos simples personas que brindamos distracción, / Del Theatre Guild no somos una atracción”.
Resulta que el Theatre Guild o Sindicato del Teatro (1918) fue el que produjo Oklahoma!, de Rodgers and Hammerstein, en 1943. Esta obra es considerada por muchos como el primer musical completamente integrado (actuación, canto y baile en función de una misma historia, en vez de que la conexión parezca arbitraria). También se dice que Kiss Me, Kate fue otro paso en la línea de los musicales integrados, pese a que Porter se estaba burlando de la clasificación que recibió Oklhamoma! al establecer que solo quería brindar “distracción” (en la canción que discutimos). Seguramente no le habrá caído del todo bien que se reivindicara una forma de hacer musicales que no era la que él había desarrollado hasta Kiss Me, Kate.

Así y todo, yo diría que Kiss Me, Kate no es un musical perfectamente integrado, sino una transición, aunque si lo comparamos con lo que venía haciendo Porter, está claro que quiso probar la senda marcada por Oklahoma!. Un signo obvio de que no está bien integrado son los anacronismos. Por ejemplo, en “I hate men”, se nombra al perro Lassie (surgido en 1938); en “Where is the life that I late led?”, se habla de un “show shubertiano”, en referencia a los hermanos Shubert (empresarios de Broadway de los años 40). A la gente del siglo XVI le daba lo mismo que le hablaran de Lassie o de Gaturro, y por eso las letras no encajan a la perfección con los personajes. Lo que pasa es que Porter estaba obsesionado con el lenguaje y con las posibilidades de hacer conexiones inteligentes entre las palabras (además, incorporaba algunas palabras extranjeras para lograr rimas más impredecibles y cómicas). El problema es que pensaba demasiado en cómo mostrar su pericia para jugar con los sonidos y los significados y trataba de acomodar esto a la historia, en vez de pensar fundamentalmente en lo que había que contar y quién lo debía decir y dejar que el ingenio brotara dentro de esos patrones. Es por eso que Bianca habla de “Tom, Dick or Harry”, nombres que no se usaban en Padua, y que la canción repite “A dicka-dick”, un chiste que manipula el lenguaje y lo lleva a la línea de lo vulgar y lo sutil que el compositor conocía tan bien. Por cierto, los estadounidenses usan “Tom, Dick or Harry” como nosotros usamos Fulano y Mengano. Si uno escucha la canción fuera de contexto y luego se entera de que pertenece a La fierecilla, se dará cuenta de que no tiene una relación tan directa. Es cierto que esto no sucede con, por ejemplo “I am ashamed that women are so simple”. Es por eso que yo sostengo, a contramano de ciertos estudiosos de los musicales, que Kiss Me, Kate está a medio camino de la integración, pero que Porter se acercó más que en otras oportunidades.

B) Algunas notas sobre la película (1953), protagonizada por Howard Keel (Fred), Kathryn Grayson (Lilli) y Ann Miller (Lois) y dirigida por George Sidney:
1-Fue proyectada en 3D, por eso cuando uno la ve se pregunta por qué los personajes tiran tantas cosas a la cámara (o por qué Bill Calhoun agarra una soga que sale de la nada en una terraza y se balancea cual Tarzán hacia los espectadores durante “Why Can't You Behave?”). Tal vez el uso más efectivo del 3D sea en “I hate men”, donde el hecho de que los objetos arrojados por Kate “salgan” de la pantalla habla de su carácter violento.
2-Un joven Bob Fosse interpreta a uno de los pretendientes de Bianca, y tiene un increíble y complejo baile con Carol Haner que coreografió él mismo en el número “From this moment on” (el coreógrafo del resto de la película fue Hermes Pan).
3-Como decía antes, la obra fue recordada por incluir actores afroamericanos (antes relegados a papeles de sirvientes). Esto no sucedió en la película. La canción con la que Hattie abría la obra (“Another op’ning, another show”) fue eliminada, y el cuadro que ponía a los afroamericanos en el centro de la atención (“Too darn hot”) fue completamente cambiado. Sin embargo, no deja de ser un gran número, que interpreta con mucha gracia Ann Miller (Lois) como audición ante Fred y el mismísimo Cole Porter (personaje agregado para la nueva forma de empezar la historia).
4-Los actores que interpretaban a los gangsters no quisieron ensayar demasiado la coreografía de “Brush up your Shakespeare”… y se nota. Uno los ve descoordinados y con varias fallas. De todas formas, el director los felicitó, porque dijo que así es como se moverían dos hombres sin ningún contacto con el mundo del teatro (y ellos no dijeron nada).
5-Para La fierecilla se usó un decorado anguloso, aunque por momentos se rompe con los códigos teatrales, el escenario se ensancha y se percibe claramente que la filmación se produjo en un estudio.
6-Las letras de ciertas canciones sufrieron alteraciones para que sus letras fueran menos explícitas (es el caso de “Too darn hot” y “Brush up your Shakespeare”).
7-La película es muy fiel a la obra de teatro (en la época en la que fue filmada, todos los musicales fílmicos tenían un aire teatral, de hecho). Las actuaciones son buenas aunque no excelentes, pero el film es un registro certero del musical.


*Este análisis fue realizado por:
El Espectador Crítico de Musicales

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