Categoría: OBRA MUSICAL
Crítica de “Los Tres
Mosqueteros, el musical”
Buenos Aires, Argentina
Temporada 2015 (Teatro La Comedia)
Nivel: 6 /8
¿De qué se
trata?: El joven D’Artagnan deja su
Gascuña natal y llega a Paris para cumplir su sueño de unirse al cuerpo de
mosqueteros, los guardias del Rey Luis XIII, siendo Athos, Porthos y Aramis los
más destacados. D’Artagnan pronto traba amistad con los tres mosqueteros y
juntos se embarcan en una peligrosa aventura para salvar el honor de la Reina,
acosada por el ambicioso Cardenal Richelieu.
El punto fuerte de la obra: las actuaciones de Patricio Arellano (D’Artagnan), Ana Victoria de Vicentiis (Milady de Winter) y Damián Iglesias (Richelieu).
“No olviden mi nombre: ¡soy D’Artagnan!”, canta el
protagonista a todo pulmón. Y ciertamente que el mundo no olvidó su nombre. 171
años han pasado desde la publicación por entregas de la novela francesa Los Tres Mosqueteros (1841), de Alejandro
Dumas, y desde entonces se han concebido numerosas adaptaciones. En 1903 se
estrenó la primera película y en 1928, el primer musical en Broadway (que tuvo
su versión en Corea del Sur en 2010 y 2011).
Es difícil condensar el libro en una obra de teatro,
y está claro que esa no fue la intención del dramaturgo, letrista y director
Hernán Espinosa, que estrenó su versión en su Córdoba natal en 2013 y quiso
apropiarse del material desde su óptica. Por suerte, su visión de la historia
se convirtió en el primer musical cordobés en presentarse en Buenos Aires.
Más allá de la síntesis y los cambios en la trama, es
muy interesante que Espinosa haya decidido no abordar la trama puramente desde
el lado de las aventuras (que, incluso, en ciertos casos se cuentan pero no se
muestran). Esto no quiere decir que no haya peleas con floretes ni amenazas
para los héroes, pero no es frecuente encontrase con una traducción tan
intimista de la novela, y esto le da un sello distintivo. Aquí, no se apuesta
por la espectacularidad, a diferencia de la puesta coreana mencionada
anteriormente. Por lo tanto, el centro son los personajes, y el libro de
Espinosa le da importancia a sus motivaciones.